NATIONS LEAGUE | ESPAÑA - DINAMARCA

“Aquel gol de Sergio Ramos cambió el fútbol mundial”

Dinamarca estuvo en el origen del tiqui-taca. El 13 de octubre de 2007, el camero culminaba en Aarhus una obra de arte de 28 pases y 65 toques.

CARLOS MARTINEZDIARIO AS

Más que Dinamita Roja, Dinamarca ha servido de bálsamo rojo para la Selección española, que guarda algunos de los recuerdos más dulces de su historia contra el equipo nórdico. Ahí quedarán para siempre el pase a la final de la Euro de Francia 84 en los penaltis; el póker de goles de Butragueño en los octavos de final de Querétaro (México 86), la sufrida clasificación para el Mundial 1994 en el Ramón Sánchez-Pizjuán durante el obligado debut de Santiago Cañizares, por expulsión de Zubizarreta... Y la obra de arte convertida en gol, el 0-2 de un 1-3 final en la ciudad danesa de Aarhus, el 13 de octubre de 2007: una maravilla de 28 pases y 65 toques que culminó Sergio Ramos en el que para muchos es el origen, el nacimiento del luego ultraconocido tiqui-taca: ese estilo de fútbol inventado por la Roja que maravilló y dominó Europa y el Mundo durante más de un lustro, con dos Eurocopas y un Mundial al hilo.

“Recuerdo una jugada larga, que fuimos elaborando y en la que intervine un par de veces al principio. Conforme avanzábamos íbamos creando más y más ventajas y cuando recibo ya abierto, la doy de primeras a Xavi, sigo la carrera y Tamudo me da un gran pase. Desde que arranco, tengo claro que llego antes y que se la voy a picar al portero. Es un gol inolvidable”, relata para As desde su retiro momentáneo el que entonces apuntaba ya a ser uno de los grandes referentes defensivos del siglo XXI, Sergio Ramos, jugaba todavía como lateral diestro.

“Aquel gol ayudó a convencernos de que España iba por el buen camino. Como siempre, Aragonés sabía lo que hacía”.

Sergio Ramos

“Aquel gol y aquella victoria ayudaron a convencernos todos de que íbamos por el buen camino, de que aquella Selección estaba creciendo en torno a una idea y a una forma de entender el juego que era la que nos hacía más competitivos con los futbolistas que teníamos. Como siempre, Luis (Aragonés) sabía lo que hacía”, añade Ramos.

¿Siempre? La España de Luis había fracasado en el Mundial de Alemania. La fase de clasificación para la Eurocopa de 2008 comenzaba muy torcida: después de ganar a la débil Liechtenstein, España sumaba dos derrotas consecutivas a domicilio ante Irlanda del Norte y Suecia. Tras sucumbir ante los norirlandeses, Luis decidía acabar con la era Raúl González Blanco en la Selección y aquella decisión le costó un tremendo enfrentamiento mediático con buena parte de la Prensa y de la afición. Ni siquiera enderezar las posibilidades de clasificación para la Euro ayudó al seleccionador a recuperar el favor del entorno, tampoco dentro de la Federación Española. Días antes de viajar a Aarhus a jugarse el pase a la fase final de Austria y Suiza, Aragonés había puesto su cargo a disposición del entonces presidente de la RFEF, Ángel Villar, porque sospechaba sobre la existencia de negociaciones para buscarle un sustituto.

Dinamarca disputaba y disputa sus partidos como local, al menos los más importantes, en el Parken Stadion de Copenhague. Pero una sanción de la UEFA obligaba al equipo que entonces dirigía Morten Olsen a marcharse a al menos 140 kilómetros de la capital. Así que se desplazó a Aarhus, la segunda ciudad más poblada del país, con un estadio que no pasaba de las 20.000 localidades. Perder le hubiera supuesto seguramente el cargo a Aragonés. Un empate servía, en principio, y ganar aseguraba al menos el segundo puesto del grupo. Faltaba David Villa, lesionado. Y faltó Fernando Torres, que en el entrenamiento previo al encuentro también cayó por una rotura de fibras. Jugaría en ataque Raúl Tamudo: el destino reservaba al mito del Espanyol un lugar especial, en aquel encuentro y también en la historia de la Selección española: Tamudo anotó el 0-1 a los daneses y minutos después asistía a Ramos para aquel gol maravilloso.

“Después de aquello, todas las selecciones querían jugar como España. Pero solo nosotros podíamos hacerlo”.

Raúl Tamudo

“Recuerdo que salimos al estadio de Aarhus muy tranquilos, sabiendo lo que debíamos hacer. Tocábamos, tocábamos, tocábamos hasta que veíamos la ocasión de hacer daño y así llegó en el gol del tiqui-taca. Era difícil quitarle el balón a jugones como Xavi, Iniesta, Cesc, Joaquín... Los laterales nuestros eran muy ofensivos. Me pasa el balón Xavi, veo cómo Sergio rompe la línea por el lateral y se la pongo a la primera. Y Sergio finalizó de manera exquisita”, relata Raúl a As para explicar las consecuencias que él cree se derivaron de aquel tanto coral: “Hubo un antes y un después, aquel gol y aquella noche significaron un cambio del fútbol a nivel mundial. Luego todas las selecciones y los equipos en general querían jugar así. Pero los únicos que podíamos hacerlo éramos nosotros. En ese partido hubo un clic, ahí supimos la verdadera capacidad que tenía España para luego conseguir tantos títulos, tantas cosas”.

El exbético Joaquín Sánchez, que desaparecería como por arte de magia de la Selección meses después, fue el que más veces (11) tocó la pelota en la jugada del gol de Ramos. “Lo recuerdo como si fuera ayer, ha sido de los tantos más bonitos que he visto con la Selección, sobre todo por la ejecución de un equipo al completo. Fue un reflejo del gran juego que ya estaba haciendo España. No sé si era el principio de algo, pero teníamos un equipo que incitaba a jugar al fútbol, a hacerlo todo con el balón. Luis Aragonés creó una obra de arte que después de ganó la Eurocopa”.

“Fue un reflejo del gran juego que estaba realizando España. Luis creó una obra de arte que luego ganó la Eurocopa”.

Joaquín Sánchez

Carlos Marchena había estado en el inicio de la obra de arte, junto a Capdevila, y luego volvió a recibir la pelota en defensa para convertirse en espectador de excepción: vio toda la jugada desde atrás y años después le da aún más perspectiva a aquel tanto: “La Selección había empezado a coger carácter, a creer en sí misma. Aquel gol reforzaba la gran idea de Luis Aragonés, que comienza a tener claro todo lo que se avecinaba. Luis lo vio antes que nadie y los futbolistas entendimos, sobre todo aquella noche, que disfrutábamos mucho más con esa manera de jugar, que además daba resultados. Viéndolo con el tiempo, te das cuenta de que ese gol es fundamental para nuestra construcción como equipo”, afirma a As el excentral sevillano.

De esa construcción formaba parte Jesús Paredes, preparador físico y gran mano derecha de Luis Aragonés. Paredes describe el momento y lo que viene después. “Fue un gol increíble. Pero , si te digo la verdad, tampoco es que lo celebráramos mucho en aquel momento a pesar de lo bonito que fue. Nos dio más tranquilidad el tercero, que marcó Riera. Luis dijo lo mismo de siempre, una de las claves de que después consiguiéramos la victoria en la Eurocopa con mucha humildad: ‘estamos contentos, pero sin presumir”.

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