Whalley le niega la victoria al Tenerife

Hablábamos en la previa de las dudas que traía el Tenerife al Anxo Carro y la posibilidad que tenía el Lugo de brindar, al menos, una victoria a su sufrida parroquia. Al final se confirmó lo primero pero no se cumplió lo segundo. El Tenerife, que tuvo ocasiones de todos los colores, se fue con un punto que seguro le sabrá a poco y el Lugo perpetró otro partido para el olvido, sin presencia ofensiva y con una fragilidad defensiva que solo Whalley pudo taponar. Con hasta seis paradas de mérito a los chicharreros, el meta volvió a ser el mejor de los suyos. Cuesta imaginarse que sería de este Lugo sin él.

No empezó el partido con un ritmo especialmente endiablado. El Lugo de Vélez no quería la pelota y el Tenerife tampoco sabía que hacer con ella. Con esos ingredientes el juego salió un arranque pastoso, lento y pesado. Los pocos acercamientos fueron a balón parado y sin mayor incidencia en el marcador. Aún así, y como siempre, el campo empezó a inclinarse hacia la portería de Whalley, que tuvo que aparecer a los 25 minutos para evitar el primero del Tenerife en un disparo de Enric Gallego. Era Baena el que intentaba agitar el avispero por parte del Lugo, con más voluntad que acierto. Volvió a aparecer Whalley para atajar un remate de Garcés, solo en área pequeña ante la pasividad de Pantic, que ejerció de espectador. La más clara fue, como no, para el Tenerife en las botas de Nacho, que a la salida de un córner reventó una pelota en el larguero local al borde del descanso. La mejor noticia para el sufrido aficionado rival fue precisamente eso, la llegada del descanso.

El Tenerife comenzó la segunda parte adueñándose del balón y llegando muy fácil al área del Lugo. Los locales perseguían sombras y ni siquiera hacia falta que los de Ramis apretasen en exceso, dominaban por inercia. Romero pudo estrenar el marcador pero Whalley, el único acertado de los albivermellos, volvió a resultar providencial. Waldo Rubio también probó suerte con un remate cruzado. El Lugo, deslavazado y totalmente inane, ni llegaba al área rival ni taponaba las llegadas a la suya. En el 78 llegó el primer remate local, en un remate manso de cabeza de Señé. Tuvo un amago de arreón final el Lugo, con una falta de Andoni y un cabezazo de Scepovic que se fueron fuera por poco. Salvó Whalley, otra vez más, a los suyos con un remate de Enric Gallego a bocajarro justo al final, certificándolo como el mejor de los locales. El Tenerife desperdicia una ocasión de oro para sumar una victoria y el Lugo sigue con paso firme hacia el descenso.