Tres golazos sentencian al Mirandés en la primera parte

El Sporting de Ramírez tiene en el gol una asignatura pendiente que al menos ha aprobado en su primer parcial. El estreno liguero en casa ofrecía dudas entre la afición rojiblanca por la nula capacidad goleadora del equipo y por la mala imagen que ofreció en Valladolid, pero ésas se disiparon en solo 45 minutos con tres golazos.

Juan Otero, con un impecable lanzamiento de falta, Uros Djurdjevic y Gaspar Campos sentenciaron al Mirandés y a su portero Luis López que había comenzado el partido ofreciendo un recital de paradas. El portero del conjunto jabato había desbaratado con magníficas intervenciones en los cinco minutos iniciales sendos remates de Otero y Djuka que iban camino de la red, pero no vio los disparos que acabaron dentro de su portería porque dos de ellos fueron auténticos obuses y el otro, el de Djuka, le pilló descolocado y el montenegrino lo aprovechó.

El Mirandés se presentaba en Gijón después de golear en la primera jornada como una amenaza para la supuesta fragilidad de este Sporting. Sin embargo, el conjunto jabato se encontró de salida con un equipo con ambición, que buscó la portería rival con ganas y con acierto. Los locales, ordenados en defensa y con el debutante Pascanu en el lateral derecho, apenas concedieron en ataque a los visitantes que se marcharon al vestuario con el jarro de agua fría de un marcador casi cerrado.

Sentenciado que estaba porque no se movió en la segunda parte. El Sporting controló la situación frente a un Mirandés más profundo e incisivo que puso a prueba a Rubén Yáñez nada menos que con una docena de disparos entre los tres palos que permitieron al portero rojiblanco convertirse en uno de los destacados del encuentro.

El Sporting consiguió los primeros tres puntos y disipó las dudas que había generado tanto en la pretemporada como en el primer asalto de la liga. La prioridad para cerrar la plantilla sigue siendo el fichaje de un delantero, pero esta vez no se le echó de menos. Sin duda.