Rubén Castro no levanta cabeza

El Málaga apostó muchas de sus fichas para esta temporada a Rubén Castro. El delantero lleva casi década y media siendo un seguro de vida para cualquier equipo, sobre todo en Segunda División, donde sus guarismos han sido demoledores a lo largo de su carrera. Sin embargo, en La Rosaleda parece haberse quedado seco, sin gol. Se le ve frustrado, sin chispa, irreconocible.

Sus números, tres goles y dos asistencias, son los peores en una temporada desde 2008. Al Málaga le cuesta mucho generar ocasiones y eso, lógicamente, influye en los registros de sus atacantes. Sin embargo, el conjunto blanquiazul sí ha sido capaz de proporcionarle un buen número de ocasiones claras que el ariete ha ido desperdiciando desde que empezó la Liga. Arrancó con el pie izquierdo en el primer partido en Burgos, donde desperdició varios manos a mano, y no ha mejorado con el paso de la competición.

Este domingo, contra el Levante, volvió a fallar con el estoque. En el primer tiempo, con 0-0 en el marcador, dispuso de un mano a mano frente a Dani Cárdenas tras una contra bien conducida por Javi Jiménez. Pero el meta granota le ganó el duelo. Luego sí acertó a marcar en boca de gol a pase de Villalba, pero estaba en fuera de juego.

En la jornada anterior, ante la Ponferradina, el canario también falló un penalti. En total, suma siete partidos oficiales (seis de Liga y uno de Copa) sin ver portería y sin dar una asistencia, algo que no sucedía desde hace más de cuatro años y medio (mayo de 2018), tal y como recogía este lunes BeSoccer Pro.

Pepe Mel tiene fe ciega en Rubén Castro, pero lo cierto es que el delantero no levanta cabeza y el Málaga echa muchísimo en falta sus goles. El canario debe ser pieza clave para sacar al equipo del pozo y de momento sus prestaciones están muy por debajo de lo esperado. Hasta la fecha ha participado en 18 partidos oficiales (17 de Liga y uno de Copa), ha jugado 1.405 minutos, ha anotado tres goles y ha repartido dos asistencias.