“Rubén Castro, conmigo, siempre ha hecho al menos 15 goles”

Vencer al Lugo era una necesidad.

Cualquier deportista profesional vive de los triunfos. No tiene sentido todo lo que haces si cuando llega el examen de la competición no lo apruebas. En el fútbol eso significa puntuar. Y en la situación que nos encontramos necesitamos hacerlo de tres en tres. La gente necesitaba ver ganar al Málaga.

¿Ha supuesto una liberación?

Personalmente no tiene mucha más importancia que ganar un partido, pero para la gente, que lleva casi un año sin ver ganar a su equipo y lo mal que lo está pasando en las últimas temporadas, entiendo que es una liberación.

¿Había vivido alguna situación similar?

No es normal, es obvio, pero a veces se nos olvida que esto es un juego donde el azar interviene. Lo que me importa es que el equipo se va asemejando y cogiendo automatismos que yo quiero. Tiene seguridad en ciertas cosas que son importantes.

A lo largo de su carrera la ha tocado en varias ocasiones hacer de bombero. ¿Esta es la más complicada?

Puede que sea la más complicada por todo lo que transmitía el Málaga en verano y lo que se genera en la propia ciudad. Todas las declaraciones que escuchaba desde mi casa cuando no tenía nada que ver con el Málaga eran sobre la ilusión por el ascenso. Y eso se torna al otro lado en mes y poco. Sí que es urgente que el equipo vaya dando pasos adelante. Málaga es una ciudad que necesita disfrutar del fútbol.

¿Cuál fue su primer diagnóstico del enfermo que encontró?

Que el vestuario estaba completamente en silencio. Un vestuario lleno de gente joven que está callado transmite preocupación y tristeza. Eso había que cortarlo de raíz. Lo hemos intentado hacer cambiando la dinámica de entrenamientos y exponiendo las ideas del nuevo cuerpo técnico.

El otro día dijo que el equipo aún está a tiempo de todo.

En el fútbol siempre se está a tiempo de todo, de lo mejor y de lo peor. El Málaga ha pasado por el desierto de lo peor. Esperemos que pronto le estemos viendo en el oasis. Seguramente eso será más rápido si se van incorporando futbolistas de los que están lesionados para hacernos mejores. Cada futbolista que tenemos fuera es un activo que el club no tiene. Cuando estemos todos, con el devenir de las jornadas, el Málaga va a ser un equipo muy competitivo.

¿Ese todo incluye la posibilidad de pensar en el ascenso?

Para mí sería muy fácil decir que da tiempo a ascender. Numéricamente da tiempo, los números te dan. Pero yo creo que la realidad es que debemos mirar el espacio corto de un equipo que está en descenso. El que nos vaya a leer y vea la tabla de clasificación y al entrenador hablando de ascenso dirá: “este tío está loco”. Hay que salir de aquí primero, de una posición incómoda que nos hacer tener nervios y nos pone las cosas incómodas, y generar los automatismos de un equipo ganador.

Su apuesta por la cantera es evidente. Ha hecho debutar a Murillo, Moussa y Cristian.

Será porque yo fui un futbolista frustrado en el Real Madrid. Me tiré 14 años y nunca conseguí subir. Tenía claro que, cuando fuera entrenador, conmigo los jugadores tendrían las oportunidades que se merecieran más allá de la edad. No solamente subí a 15 o 16 del Betis, mucho de ellos nombres conocidos. Fede Valverde jugó conmigo muy jovencito en A Coruña; Pedri, con 16 años, debutó en el fútbol profesional conmigo; también Alberto Moleiro, que va a ser un magnífico futbolista; a Lucas Pérez, que se está hartando de meter goles, le subí del Rayo B; Fabián; Ceballos… lo que me gusta es verles entrenar. Llegué aquí y vi que teníamos una plaga de lesiones en los centrales. Vi a Moussa y pensé: “Es el mejor que tenemos; ¿por qué no le voy a poner?”. No, es que no ha debutado… Bueno, alguna vez tendrá que ser la primera. La desgracia es que el chaval se ha lesionado. Al igual que con Cristian. Necesitamos gente por fuera, hacer el campo grande, alguien que nos desborde, que llegue y centre. Y el chico en los entrenamientos ha demostrado que lo sabe hacer. Hay que darle la oportunidad.

¿Qué le dijeron cuando hizo debutar a Pedri?

La gente pensaba que era muy bonito por ser pretemporada. Recuerdo que un directivo de Las Palmas me dijo: “Cuando llegue la verdad no te vas a atrever a ponerle”. Pedri jugó conmigo todos los partidos de Liga. El que es bueno, es bueno. No hay edad.

Las Palmas se ha hecho de oro con su venta.

¡Menudo negocio! Como siga haciendo cosas, ganando partidos, sumando partidos con la Selección, etcétera, el Barça le va a tener que dar el Camp Nou a Las Palmas…

Pedri tiene algo distinto.

Tiene algo muy importante y en lo que yo me fijo en los futbolistas, que entiende el juego. Intuir lo que va a pasar, saber cuándo tienes que centrar, dar pausa, acelerar, regatear… elige siempre bien. Nunca verás que Pedri elige mal en una jugada. Un chaval de 16 años hace que los otros diez futbolistas sean mejores porque él los hace mejores. Y a su vez, estar en un club como el Barça, a él le hace mejor.

A tope con la base.

Yo miro merecimientos y no la edad. Por la misma regla de tres tenemos a un futbolista de 41 años. Tengo mucha fe en Moussa porque tiene todo lo que los entrenadores buscamos en verano cuando formamos nuestros equipos: un central que sea rápido, agresivo, con buen desplazamiento, que vaya bien de cabeza y si encima saca bien la pelota, es de diez. Y Moussa tiene todo eso. Contra el Villarreal B no falló ni un solo pase. Eso es un central de garantías.

Rubén Castro empezó a golear en torno a los 30 años.

Fue a raíz de venir conmigo al Rayo. Le firmamos del Huesca en la 2009-10. Al año siguiente me lo llevé al Betis. Ha estado conmigo un año en el Rayo, seis en el Betis, dos en Las Palmas y ahora en el Málaga. Conmigo siempre ha hecho, como mínimo, 15 goles.

Jorge Molina comentó en una entrevista con AS que no entendía que nunca hubiera sido internacional.

A mí también me lo parece. Seguramente sería la época que le pilló. Por la misma regla de tres que fue a la Selección Aduriz, que también se lo merecía, creo que haberle dado la oportunidad a Rubén Castro hubiera sido merecido porque ha hecho muchísimos goles en Primera División. Imagino que, cuantos mejores compañeros tenga al lado, mejor va a ser él.

¿Deben jugar todos para Rubén?

Nosotros no hacemos eso. Nos aprovechamos de su intuición y saber estar que tiene. Por ejemplo, en el gol de Cristian del otro día, otro delantero que hubiera cogido ese balón se habría vuelto para disparar a puerta. Rubén ve a Cristian de cara, se la deja y le hace una asistencia. O el gol de Dani Lorenzo. Todo el mundo espera el pase adelantado al extremo y sin embargo él pone el rabillo del ojo y ve que Dani Lorenzo es quien mejor situado está. Y se la da. Rubén tiene algo increíble y por eso se llevaba tan bien con Jorge Molina. A pesar de ser delantero, no es nada egoísta.

¿Y qué come para estar así de bien?

Es una de las reglas que lleva a rajatabla. Él tiene claro que cuanto mayor eres, más delgado tienes que estar. Lo primero que pierde un deportista profesional es la velocidad. Los delanteros viven de esa pizca de velocidad que les hace llegar a los balones antes que el central. No creo que le importe que yo lo diga, pero se alimenta de pollo y piña. Yo preferiría meter un gol menos, pero comerme una paella (risas).

¿Le ve con cuerda para más?

Eso depende de cómo se vea él. Hacía goles, era protagonista y así terminó la temporada en Cartagena. ¿Por qué no iba a seguir? Como he dicho antes, Rubén conmigo ha hecho un mínimo de 15 goles. Ahora lleva 3. Tiene tiempo por delante.

Juanfran y N’diaye también estuvieron bajo sus órdenes.

A Juanfran le llevé del Castilla al Betis en un año aciago porque descendimos. Luego coincidí con él en el Depor. A N’diaye lo tuve en el Betis, donde conseguimos el último ascenso. Les conozco bien. Enchufados son buenos futbolistas de Segunda.

¿Comparte la opinión de que la plantilla está descompensada por la ausencia de extremos?

Es un debate. En el fútbol profesional todos nos conocemos y al final las cosas trascienden más allá de la ciudad de uno mismo. Nosotros sorprendimos al Lugo en la primera parte, precisamente, por la entrada de Cristian en el campo. Porque el anterior partido aquí habíamos jugado con el centro del campo en rombo y sin bandas porque no teníamos. No estaban Hervías ni Gallar y a Cristian le costaba arrancar. Quedamos 0-0. El equipo no estuvo mal pero el rival te lee. El Lugo presenta tres centrales y con jugadores por dentro porque es lo que esperaba. Nosotros planteamos el partido por fuera. Necesitamos recursos según el partido. Para mí una buena noticia es Dani Lorenzo. Salió muy bien y consiguió un gol. Es un chico que sin duda va a ayudar mucho.

Es obligado preguntarle por su faceta literaria. Ha escrito varios libros.

El primer libro que me publicaron fue en 2011. Escribir para mí es un escape. De vez en cuando hay que pensar en otras cosas. Esto me ayuda a tener la cabeza clara. Un entrenador lo único que hace, que no es poco, es tomar decisiones que afectan a personas. Tienes que tener la cabeza limpia.

Y su estilo…

Es novela histórica y novela negra. Disfruto mucho con la preparación de un libro, con la investigación. Para una novela histórica, con personajes reales muchos de ellos, es importante la investigación. Viajo mucho a los sitios. Por ejemplo, en ‘El mentiroso’ estuve una semana en Israel y viajé a Egipto para prepararlo. En el último que he hecho, ‘Los asesinatos de la Xana’, la familia de mi mujer son todos asturianos y es un libro de mitología asturiana. Mucha gente no sabe que hay muy buena mitología asturiana. Xana es un nombre asturiano que significa ‘hada’.

¿Qué titular le gustaría poner en un hipotético nuevo libro? ¿Objetivo cumplido como dijo el día de su presentación con el Málaga?

Eso sería en verano… Ahora mismo ese objetivo sería tranquilidad, que es lo que necesita este club. Tranquilidad y estabilidad. Objetivo cumplido sería que ojalá que en los dos últimos meses de Liga el Málaga esté en puertas de poder luchar por las cosas que de verdad interesan.

Entrenar al Málaga era un viejo sueño de Pepe Mel.

Siempre me ha gustado porque Málaga y Sevilla son muy parecidas en el amor por los equipos, el sentimiento, y por el fútbol y ese arraigo que uno tiene por su club. Siempre que he venido aquí el público ha estado maravillosamente metido a favor de su equipo. El ambiente de La Rosaleda es magnífico y yo quería degustar eso como local. Es un club que rezuma fútbol.

En muchos de los equipos que ha dirigido ha estado más de un año.

En el Betis estuve seis. Eso es de ‘Guinness’… Además, cuatro en el Rayo y cuatro en Las Palmas.

Y con presidentes peculiares…

He tenido presidentes muy curiosos. Yo estoy orgulloso de permanecer tanto tiempo en un club porque eso significa que eres hombre de club. Y que, más allá de los objetivos que consigas, das estabilidad. Ruiz Mateos, que en paz descanse, era una persona muy peculiar porque no entendía nada de fútbol, no sabía lo que era este mundo. Cuento una anécdota: recuerdo el primer partido de una Liga que entra una hora antes de empezar porque quería conocer a los futbolistas. Como iba uno por uno preguntándoles el signo zodiacal, decía: “¿Tú eres Aries? Pues tal, tal y tal”. Tuvo que entrar el árbitro a decirle “Señor, que tiene que empezar el partido. No se había ido”.

¿Le ha sorprendido el ambiente de crispación que se ha encontrado en torno al equipo?

No me sorprende porque lo entiendo. Piense que en verano las mismas declaraciones que se hacían desde Málaga se decían en otras 15 ciudades de Segunda División. Solo suben tres. Significa que un mínimo de 12 fracasos hay. Esta categoría tritura presidentes, entrenadores, futbolistas… Si miras la clasificación y quitas a tres, el resto aspira a ascender. Entiendo que esta ciudad necesita al Málaga en Primera División porque, históricamente, es una plaza de Primera División.

¿Afecta la incertidumbre institucional del club?

Sobre todo por los futbolistas. Yo viví una etapa en el Betis tremendamente mala en lo económico. Con muchas dudas. Gracias a que se salió de esa situación está el Betis actual. Ojalá pueda ayudar aquí como en Sevilla para que, dentro de unos años, el Málaga esté boyante económicamente y siendo en Primera División uno de los gallitos. Son etapas. Los tiempos no se eligen y a mí me ha tocado vivir esto en Málaga y tengo que ayudar todo lo que pueda.

¿Cómo fue aquella experiencia en Inglaterra con el West Bromwich Albion?

Estaba en descenso y los tres primeros partidos que tenía eran Everton, Liverpool y Chelsea. Pasé de Sevilla a Birmingham, de calor a un frío tremendo y venga a llover. Era un equipo muy ‘british’. Todos eran galeses, escoceses, irlandeses e ingleses. No había ningún latino. Me costó acoplarme. Pero es cierto que conseguimos la salvación. Yo no seguí allí, en contra de lo que la gente piensa, porque me venía al Málaga. Fue en el verano de 2014. Me dijeron que lo tenía todo de acuerdo para venir al Málaga y decidí volverme, pero al final ficharon a Javi Gracia. A los tres meses volví al Betis. Estaba convencido de que venía al Málaga, pero al final no se dio.

¿Es verdad que había un acuerdo para iniciar esta temporada con el Málaga antes de que el club fichase a Guede tras el cese de Natxo González?

Eso es cierto. El mundo del fútbol son momentos. Este verano no se pudo dar porque ya estaba Pablo.

Las lesiones no han cesado. Antes y después de su llegada.

No me parece correcto hablar de antes de yo llegar. Eso me sienta muy mal. Cuando a mí me han sustituido, mi etapa es mi etapa. Le doy una explicación: hemos cambiado la forma de entrenar. Nosotros entrenamos una hora y 20 minutos, pero a toda pastilla. Eso ha tenido una repercusión en los futbolistas para aclimatarse a esa forma de hacer. Hemos tenido muy pocos días de descanso porque, aunque no hemos doblado sesiones, hemos descansado poco. Sabía que tendríamos problemas con algunos. Además, estoy imponiendo la presión tras pérdida en campo del rival. Eso te funde. De ahí que a veces, en el minuto 70 o así, al equipo se le nota. Dentro de no mucho tiempo la cosa irá mejor.

¿Cuál es el entrenador en el que siempre se fijó?

Cuando tenía claro que iba a ser entrenador me dediqué a ver a muchos entrenadores. El que más me impactó, a pesar de ser el más veterano, fue Luis Aragonés. El fútbol son modas y los entrenadores, sobre todo los más jóvenes, tienden a imitar lo que funciona en ese momento. Hace años estaba de moda la Selección española y todo el mundo quería jugar como Guardiola sin tener a Xavi, Iniesta, Messi y Busquets. Luego se pusieron de moda los tres centrales y la defensa de cinco… tienes que hacer a tu forma lo bueno de cada cual.

¿Cuál es su concepto del fútbol?

A mí lo que me gusta es que el campo se haga muy ancho. Porque si juegas con tres por dentro, da igual si juegas 2-1 o 1-2, es lo mismo. Pero si lo haces ancho el rival tiene más problemas que si lo estrechas. Por eso a mí me gusta jugar con gente por fuera. Y luego me gusta no regalar el balón. Como yo exijo a mis equipos que cuando la pierdan, la roben lo más rápidamente posible, lo mejor para no correr mucho es tenerla tú siempre. Eso es lo que estoy tratando de inculcar. Si veis los datos, hemos avanzado muchísimo como equipo que roba la pelota en campo del rival. Estamos entre los tres primeros. Y hemos avanzado en posesión de balón.

Ha firmado hasta el 30 de junio de 2023 sin cláusula adicional por objetivos.

Yo no quiero ser una carga para el club, Estoy seguro de que las cosas van a salir bien y el club va a estar contento conmigo. Si eso ocurre y las cosas están bien, no habrá ningún problema para seguir. De la misma forma para mí. La gente está siendo fantástica. Todo el mundo intenta ayudar para que yo me sienta lo mejor posible. Soy feliz y me encanta la ciudad. No tiene que haber ningún problema. No hace falta ponerlo en un papel porque los contratos luego se enredan. Le puedo decir que si las cosas van normales y el Málaga está a gusto con mi trabajo, fantástico. Como he dicho antes, yo suelo quedarme más de un año en los sitios.

Fran Sol ha perdido protagonismo.

Son los momentos. He hablado con Fran y él lo entiende. Cuando llegó, el equipo está recibiendo una media de dos goles y pico por partido. Y estaba jugando muchos partidos con tres centrales. No era motivo de la gente defensiva que pusieras sino que no salían las cosas porque el equipo necesitaba otro empaque. Lo coherente es empezar a arreglar las cosas desde atrás. Eso lo conseguimos pero nos empañan los dos goles que recibimos contra el Lugo en tres minutos. Creo que hay espacio para todos.

A Manolo Reina también se le ha cuestionado.

A mí me gusta mucho Rubén. Creo que es un magnífico portero y tendrá sus oportunidades. Pensaba que no era el momento porque no he visto que el Málaga haya perdido por fallos de Manolo. Iba todo unido y los once en el campo podían hacer las cosas mejor. Manolo, el día del Andorra, estuvo muy bien. A lo mejor tuvo más dudas contra el Racing.

¿Qué tal es Lumor?

Le conocíamos del Mallorca. Un chico fuerte y potente. Para arriba se suelta bien. Muy rápido. Hay que enseñarle algunos conceptos que nosotros tenemos y que desconoce. Nos va a ayudar. Si tuviera que jugar el lunes no hay ningún problema.

Mucha suerte el lunes y el resto de la temporada.

Muchas gracias.