Real Valladolid: un año de claro retroceso

No ha sido un buen año para el Real Valladolid, para nada. Hace 12 meses el club comía las uvas después de plantar cara al Real Madrid en la víspera de Nochevieja y tras acumular 17 puntos después de las primeras 15 jornadas. Empezaba el 2023 con buenas vibraciones y con ilusión. Pero el año arrancó mal ya de entrada con la eliminación de la Copa del Rey. Pacheta se enredó en numerosos partidos decepcionantes acumulando varias derrotas seguidas y batacazos como los de Vigo o el Bernabéu y Ronaldo decidió cortar por lo sano. Sigo pensando que era la mejor solución para detener la caída de un equipo que no terminaba de carburar.

Y llegó Pezzolano, con siete puntos de nueve, consiguiendo ilusionar y logrando la reacción que se buscaba. Hasta que llegó el partido de Valencia, desde mi punto de vista el que mandó al Valladolid a Segunda. La lesión de Amallah y el incomprensible gol encajado por Masip, unido al tanto de Javi Guerra, dejaron a los blanquivioletas muy tocados. El gol anulado a Escudero ante el Sevilla hizo el resto. La puntilla llegó tras los inoperantes partidos jugados ante el Almería y el Getafe. De nada sirvió haber ganado al Barcelona. El Real Valladolid sucumbió presa de su incapacidad para atacar y buscar el gol. Llegó el descenso, un palo muy duro y se siguen pagando las consecuencias. Pero el descenso fue merecido.

Y terminamos el año sumidos en grandes dudas y con evidentes temores de que la temporada no sea la del regreso inmediato a Primera. Inestabilidad social, marcha atrás en el tema del escudo, cese del director deportivo a doce días del arranque liguero y un equipo irregular después de una planificación extraña y de una pretemporada realmente lamentable. Y aquí estamos, cuartos en la tabla, a dos del ascenso directo y tras haber ganado solo uno de los últimos cuatro partidos, más la eliminación en Copa del Rey. Es lógico que haya dudas. En torno al equipo y en torno al entrenador.

Y llega el momento de que muestre su talento el director deportivo. Lo hizo bien con la llegada de Sylla y de Juric. Los fiascos del año, De la Hoz, Gustavo Henrique, Malsa, Montiel o Meseguer, no son suyos. Si mantiene el nivel de acierto podemos esperar un buen mercado invernal. Como lo haga como en el Espanyol, la cosa pinta mal. Y llega el momento de que el entrenador logre que este equipo juegue mejor al futbol de una santa vez. Jugando como hasta ahora va a ser muy difícil mantenerse en la zona alta de la tabla. El equipo ha estado toda la primera vuelta cogido con alfileres y es necesario conseguir una plantilla más equilibrada que permita dar alternativas de garantía a hombres básicos que no pueden llevar todo el peso de la creatividad del conjunto a sus espaldas.

Terminamos el 2023 y llega el 2024. Arrancará el próximo día 13 en Burgos la segunda vuelta. Con un calendario que asusta pero al que habrá que hacer frente. Y en el horizonte más lejano se espera el regreso de Javi Sánchez y de Marcos André. El gran objetivo debe ser llegar en buena situación a las últimas diez jornadas y tener al equipo amado y preparado para la acometida final. Ese debe ser el plan. Pero cuidado con la cuesta de enero que puede ser letal. Suerte y Feliz Año para todos!!!

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