Qué fue de Michu, el español que triunfó en el Swansea y se convirtió en ídolo de Haaland
Jugó como mediapunta en Celta, Rayo, Swansea, Nápoles, Langreo y Oviedo y llegó a ir con la Selección. Sus goles inspiraron a Haaland y actualmente es el director deportivo del Burgos.
El milagro del Burgos lleva su sello. También aquel Spanish Swansea. Incluso el Tamudazo de Vallecas. Miguel Pérez Cuesta, más conocido como Michu, no daba el perfil de héroe, pero lo terminó siendo gol a gol y gesta a gesta. Sus primeros tantos los marcó con la camiseta del Oviedo, el equipo de su tierra, con el que debutó con 17 años, allá por la 03-04. Más tarde fue clave en su ascenso a Segunda B y eso le colocó en el radar del Celta. Allí alternó el filial y el primer equipo hasta que se ganó el sitio con los grandes. Eso sí, no consiguió asentarse en el once gallego. El mediapunta puso rumbo de Segunda a Primera. De Vigo a Vallecas. Ese lugar que puso a Michu en el mapa. Su esfuerzo, su compromiso y sus quince goles ligueros (17 con los de Copa) con el Rayo en la élite dispararon su cotización. Apenas un par de meses separaron el Tamudazo —el asturiano estrelló el balón en el larguero y Tamudo cazó el rechace para firmar un gol para la historia de la Franja— de su marcha a la Premier, entre voces que reclamaban su presencia en la Selección. Su adiós dejó en las arcas rayistas 2,5 millones de euros. “El mérito era descubrirme cuando estaba en el Celta”, confesó él mismo.
Si el Rayo supuso su despertar, el Swansea se convirtió en su explosión. Michael Laudrup confió a Ángel Rangel, Chico Flores, Pablo Hernández y Michu la espina dorsal del equipo. Al asturiano le acompañaron una lluvia de goles (22 a lo largo de su primera campaña) que viralizaron el hashtag #NiceToMichu, su inclusión en los onces ideales de la Premier, la conquista de la Capital One (con diana suya al Bradford en la final)... Y por fin, la llamada con la Roja ante Bielorrusia. Por entonces, no barruntaba que los nubarrones de las lesiones en los tobillos habían llegado para quedarse. En verano de 2014 salió cedido al Nápoles para recuperarse de dicha lesión... Operaciones. Dolor. Frustración. Ellos fueron entonces sus compañeros de viaje y propiciaron su rescisión de contrato con el Swansea en invierno de 2015. Michu se aferró a su última oportunidad y jugó a las órdenes de su hermano en el Langreo, de Tercera. Los goles le perseguían, marcó once, pero también el dolor. Dolor y más dolor.
El asturiano colgó las botas en el mismo lugar donde se las calzó. Oviedo. Tres dianas para su última temporada en activo, la 16-17. El 25 de julio de 2017 anunció su prematura retirada, a los 31 años, admitiendo que forzó “más de la cuenta”. Los médicos le habían recomendado parar y, aunque él dejó el fútbol, el fútbol no le dejó a él. Se sacó el máster de dirección deportiva y también el título de entrenador. Cambió los terrenos de juego por los despachos y, de momento, le tiran más que los banquillos. Ha trabajado al frente de la secretaría técnica del Langreo, del Oviedo y actualmente del Burgos, donde fue uno de los ‘culpables’ del ascenso a Segunda y su buen rendimiento en la categoría de plata.
Michu, la inspiración de Haaland
“Ibrahimovic, Cristiano y Michu”. Ellos fueron la inspiración de Haaland, tal y como confesó la estrella del City y de Noruega, el rival de España este sábado (La Rosaleda, 20:45 horas). El delantero estaba llamado a ser la gran atracción del duelo, pero una lesión en la ingle le obligó a abandonar la concentración en Marbella. Su nombre y el de Michu ya están unidos para siempre. Haaland empezó a etiquetar a su ídolo en sus primeras publicaciones de Instagram y demostró su admiración celebrando uno de sus goles con la selección noruega con el mismo gesto que años atrás hacía Michu, llevándose la mano a la oreja. “Estaba dedicado a los haters. Siempre salen cuando te va regular, pero si marcas no escuchas a nadie rajar de ti”, explicó el asturiano. Ambos jugadores se conocieron y el español le regaló una camiseta. Fue un momento mágico para el maestro y su alumno privilegiado. “Es un honor. Es mucho mejor que yo”, reconoció entre risas el mediapunta.
La cita para el intercambio de obsequios tuvo lugar en Alemania. Michu le entregó una zamarra del Burgos y Haaland, una del Borussia. “Me alegro por el impacto que está teniendo en la Premier. Va a ser una estrella si no lo es ya. Mbappé y él reinarán como en su día lo hicieron Messi y Cristiano. Marcará una época en el fútbol mundial”, aventuró el director deportivo burgalés en la SER, que lamentó no tenerle todavía en LaLiga. Algo que sucederá. Considera que sólo es cuestión de tiempo, porque... “A Haaland le gusta España. Veranea en nuestro país”. Michu bromea con ficharle para el Burgos, donde se ha ganado el cariño de la gente y ha llegado a ser el pregonero de las Fiestas de San Pedro y San Pablo. En las calles. Las que nunca le olvidan...