Prohibido fallar
El Real Zaragoza recibe en La Romareda al Burgos, aspirante al ‘playoff’, con todas las alarmas encendidas. El juvenil Pau Sans apunta esta vez a titular en el equipo aragonés.
Con las alarmas otra vez encendidas, el Real Zaragoza afronta esta tarde la visita del Burgos, séptimo clasificado y aspirante por méritos propios al ‘playoff’, con la imperiosa necesidad de firmar una victoria que le aleje del descenso y restaure cierta tranquilidad en un equipo que se ha vuelto a meter en serios problemas. No hay finales en febrero, pero al Zaragoza, que ha encajado siete goles en las dos últimas jornadas, se le está agotando su colchón con el cuarto por la cola y todo lo que no sea ganar avivaría un fuego peligrosísimo.
Éste es el primero de los ocho partidos que le quedan al Zaragoza en La Romareda, donde no se ha hecho fuerte en todo el campeonato y no ha sumado ni la mitad de los puntos en disputa, un dato que refleja la magnitud de su drama en esta décima temporada consecutiva en Segunda División. El Burgos no ha podido aún con el equipo aragonés en su vuelta a la categoría de plata -una derrota y dos empates-, pero es el tercer mejor visitante y únicamente ha encajado siete goles lejos de El Plantío, lo que no invita, precisamente, a ninguna confianza.
El Zaragoza se cayó con todo el equipo en Málaga y Fran Escribá no se anduvo con contemplaciones el lunes por la noche en la sala de prensa de La Rosaleda -”Llevamos dos jornadas en las que no hemos competido nada absolutamente”-, ni mucho menos en su encierro de hora y media del miércoles con sus futbolistas para analizar con crudeza una deriva muy preocupante. Veremos qué consecuencias tienen las palabras del técnico en el once titular frente al Burgos, pero seguro que habrá cambios, empezando por el juvenil Pau Sans, que puede formar, esta vez sí, pareja de ataque junto a Giuliano. Es segura la vuelta de Zapater, mientras Luna, Francés y Fuentes tienen opciones de entrar en una defensa que ha hecho aguas como pocas veces antes. A Iván Azón, por su parte, no se le espera hasta dentro de cuatro jornadas.
Por su parte, los de Julián Calero no se quieren desenganchar de la lucha por la promoción de ascenso. El técnico blanquinegro pierde a dos de sus fijos, como Grego Sierra, en el centro de la zaga, y Elgezabal, en el centro del campo, además del delantero Castel, que tampoco llega a tiempo de recuperarse de una fascitis plantar.
De cualquier manera, el Burgos será fiel a una filosofía que se basa en una potente línea defensiva y en la rapidez en los. Con ese sistema, quizás no el más vistoso, el equipo burgalés se ha mantenido en la lucha por las primeras plazas desde principio de temporada, habiendo encajado únicamente dieciséis goles hasta el momento.
El Burgos estará animado en las gradas de Zaragoza por 400 seguidores que han retirado las entradas que envió el club aragonés.