LEVANTE

Pablo Martínez no duda: “El equipo está al 100% con Javi Calleja”

El centrocampista del Levante analiza para AS la crisis de resultados del conjunto de Orriols y la figura del entrenador, en entredicho: “si hubiese un cambio sería otra vez empezar de cero”.

DAVID GONZALEZ ARENASDiarioAS

Pablo Martínez (Madrid, 1998) respalda firmemente la figura de Javi Calleja, cuestionado por la racha de resultados y con el que el centrocampista madrileño alcanzó su mejor versión antes de romperse el cruzado. A sus 25 años es ya uno de los líderes del vestuario granota y aboga por la estabilidad: “Cada entrenador tiene su manera de trabajar y al final el que sale perjudicado es el grupo. Si hubiese un cambio sería otra vez empezar de cero y costaría”.

¿Cómo se encuentra tras un largo periodo de baja?

A nivel personal me siento bien. Encontrando todavía mi nivel, mi ritmo. Poco a poco creo que voy creciendo más en el juego, tratando de ser más líder en el centro del campo.

En lo colectivo, el equipo pasa por una crisis de resultados.

Es verdad que pasamos por una mala racha. El equipo empezó bien, con cierta solidez defensiva, concedíamos poco y encajábamos menos. Ahora estamos en un momento en el que nos cuesta encontrar ese dominio desde el juego, que es lo que nos gusta. Eso nos ha llevado a esta situación, pero creo que dentro de una temporada es normal que haya altibajos y no tiene que sobrepasarnos la situación ni que nos afecte demasiado. Al final esto es muy largo, el sábado tenemos un partido en casa y pensamos siempre en seguir en nuestra línea, que es la del balón, para tratar de conseguir los tres puntos.

Los problemas además se agudizan en defensa.

Si lo analizamos, nos han penalizado acciones muy puntuales. Un error o una pequeña situación, pero también acciones que no dependen de nosotros, como son las decisiones arbitrales y demás. Eso al final perjudica y también suponen goles. Nos queremos evadir de todo eso para seguir trabajando en nuestro objetivo, que pasa por el día a día y tratar de seguir mejorando con balón para dominar los partidos. En eso estamos, intentando recuperar nuestro juego.

Afrontan un partido clave en la visita del Real Valladolid al Ciutat de València.

Clave, además, en todos los aspectos. Aparte de salir de esa mala racha, al final el Valladolid es buen equipo, que está hecho para estar ahí arriba. Es un partido importante para nosotros porque es en casa y estamos buscando una victoria para resarcirnos después de estos malos resultados. Al final tres puntos te pueden dar ese empujón para volver a mirar hacia arriba.

Da la sensación de que el equipo cae cuando recibe un golpe. (Les han remontado en los últimos cuatro partidos)

Al final es difícil, porque los planteamientos son buenos. En los últimos cuatro partidos nos hemos puesto por delante, eso tiene mucho mérito en esta categoría. Además, creo que el equipo tiene las ideas claras. A raíz de esos fallos, sí que es verdad que nos cuesta reaccionar y vamos un poquito a remolque. Hay que darle una vuelta, ser autocríticos también y saber reaccionar cuando se da una situación adversa, como un gol en contra o una decisión que no nos beneficie. Debemos saber reponernos. Tenemos que ser más fuertes y demostrar que somos capaces de dar la vuelta también nosotros a los encuentros.

¿Cómo se vive dentro del vestuario la cantidad de errores arbitrales en contra?

Cuando no depende de ti sientes un poco de impotencia. Porque son cosas que no puedes controlar, no dependen de ti ni del grupo. Pero cuando son errores individuales o de planteamiento ahí sí que nos duele, porque sabemos que tenemos mucho fútbol y que el Levante tiene que dar lo mejor en cada encuentro.

Lo cierto es que han comenzado a sonar las primeras campanas entorno a la figura de Calleja.

Nosotros estamos muy tranquilos. Confiamos mucho en el míster y en el cuerpo técnico, están haciendo un gran trabajo. Además, es lo que he dicho, en estos últimos partidos te pones por delante en todos, en campos como Butarque dominas el encuentro y por dos fallos que no dependen de nosotros te matan el partido. El otro día una acción un tanto rigurosa te da la vuelta al resultado. Pero, ya te digo, el trabajo de ellos está ahí y se refleja en el juego. El equipo está con ellos, confiamos en el míster y el cuerpo técnico al 100%. El grupo, en ese aspecto, está muy tranquilo.

¿Qué supone un cambio de entrenador en un equipo? En los años que lleva en el primer equipo han pasado por el banquillo seis entrenadores (Paco López, Pereira, Alessio, Nafti, Felipe de forma interina y Calleja).

La verdad que eso para un futbolista son demasiados cambios, muchas ideas. Cada entrenador tiene su manera de trabajar y al final el que sale perjudicado es el grupo. Cuando las ideas las trasladan a la perfección y el grupo las entiende es más fácil trabajar, y es lo que pasa con Javi Calleja y su cuerpo técnico. Al final si hubiese un cambio sería otra vez empezar de cero y costaría.

“Cada entrenador tiene su manera de trabajar y al final el que sale perjudicado es el grupo. Si hubiese un cambio sería otra vez empezar de cero y costaría”.

Pablo Martínez, en AS

Usted que ha apostado por el club con un contrato largo (hasta 2026). ¿Piensa que con tantos bandazos en lo deportivo se puede hacer proyecto?

Yo lo veo complicado. Al final los cambios no sabes por dónde van a salir, hay poco tiempo de reacción. Al final cuando un entrenador llega nuevo lo tiene que hacer todo rápido y no hay margen de maniobra. Creo que sería un error y el grupo confía en el míster.

¿Sería un error abordar un cambio en el banquillo?

A ver, desde mi punto de vista es que yo confío en el míster y creo que es el mejor entrenador que el Levante puede tener a día de hoy. Creo que el equipo trabajo del día a día es espectacular. Sí que es verdad que venimos de un tramo de dudas en los últimos partidos, pero al final la temporada es larga y hace un mes estábamos ahí arriba. Seguimos siendo el mismo equipo, así que espero que vengan los resultados y todo cambiará.

Si ha habido un entrenador que ha apostado por su juego, es Calleja.

Sí, al final él ha sacado mi mejor nivel. Ha estado desde el principio intentando encontrar mi sitio y mi fútbol. Aparte con el tema de la lesión él la verdad que me entendió perfectamente, porque también pasó por un cruzado, y supo cómo manejar en todo momento los plazos. Así que yo trato de devolverle la confianza que tiene en mí con trabajo.

¿Interior o mediocentro?

La verdad que el míster me da esa libertad de venir a recibir y pisar área. La verdad que yo siempre me he considerado mediocentro, pero en esta posición de interior sí que tengo más libertad para poder llegar más al área, descolgarme y hacer daño en posiciones más avanzadas, porque tengo gol. La verdad que me encuentro cómodo.

Hablando de la lesión, la recuperación ha sido espectacular. ¿Se lo imaginaba?

Bueno, me lo imaginaba porque la verdad que hay una cantidad de profesionales aquí que son una maravilla. Tanto fisios, como readaptadores han hecho un trabajo increíble, aparte del que me tocaba a mí porque no deja de ser mi rodilla. Pero, sí, la verdad que hemos ido todos de la mano y ha salido muy bien porque al final cuando todos ponemos de nuestra parte las cosas salen bien.

El jefe de los servicios médicos habló de una “genética privilegiada” en su caso.

Al final somos casi atletas. Necesitas tener un buen físico para este deporte y además eso también ayuda en la recuperación. Sí que es verdad que soy un jugador físico, de ida y vuelta, un box to box, entonces la rodilla es una parte fundamental para mi juego. Había que trabajar duro, serio, y escuchar al que sabe. No era momento de ir por mí cuenta, sino de escuchar al profesional y hacer lo que toca.

La lesión llegó en el mejor momento de su carrera. ¿Siente que fue un hándicap en la lucha por el ascenso?

Sí, a ver, todo el mundo lo vio, creo que estaba en mi mejor momento, el equipo estaba ahí arriba... pero es fútbol, no hay que darle tampoco más vueltas. Hay que buscar, eso sí, el mejor nivel otra vez. Con ese trabajo diario de centrarme en la rodilla y en volver a encontrar mi juego, pero tampoco sin darle muchas vueltas. Al final nunca sabremos si conmigo se hubiese conseguido, pero sí que es verdad que en ese momento estaba dentro del once y estaba dando buen nivel. Nunca lo sabremos.

Calleja llegó a decir que, en su mejor momento, parecía que jugaban con 12.

La verdad que físicamente me encontraba muy bien. Siempre he sido un jugador de recorrer muchos kilómetros... por eso parecía que había uno más sobre el campo. Ahora me toca trabajar para volver a esa versión.

¿Cómo vivió el palo del no ascenso?

Para mí fue el peor momento de mi vida y de mi carrera. Por todo lo que se vivió aquí: por mí, por mi entorno, por la afición... La verdad que fue muy duro. Es de esos palos de los que te cuesta volver a levantarte. De tenerlo en las manos a que en el último segundo se te escape. Es lo bonito y lo feo del fútbol. Hay que vivirlo, hay que aprender y seguir hacia adelante.

Con las salidas de Iborra, del que heredó el ‘10′, o Pepelu, ¿sentía que debía dar un paso al frente?

Sí, estaba claro que tenía que coger responsabilidades y ser importante dentro del grupo y en el campo. Es lo que intento. Día a día trato de volver a ser el Pablo de la temporada pasada. He tratado de coger el timón del centro del campo, del juego, y poquito a poco ir creciendo.

¿Siente que el Levante le ha cambiado la vida?

Sí, por supuesto, siempre lo digo. El Levante es el club que apostó por mí desde el principio en el fútbol profesional, que me dio la oportunidad de debutar en Primera y de estar un año entre los mejores. Me sigue dando mucho: continuidad, esa confianza de poder llevar este escudo... Yo se lo agradezco y se lo agradeceré siempre. Intento corresponder esa confianza con trabajo y mi fútbol.

“El Levante me ha cambiado la vida, siempre lo digo. Es el club que apostó por mí desde el principio en el fútbol profesional”.

Pablo Martínez, para AS

Llega al Levante con 20 años para jugar en el filial y hoy, a sus 25 años, es uno de los referentes del vestuario. No es fácil.

Ha sido un camino duro, porque nadie te regala nada en este mundo. He vivido dos cesiones (Mirandés y Huesca) para seguir creciendo, hacerme futbolista y ya volver aquí para asentarme como tal. Pero hay que seguir trabajando porque tenemos que devolver al Levante donde se merece. Yo siempre estaré agradecido a la que considero que es mi casa.

Llama la atención que saliendo de una Comunidad como Madrid, con tantos equipos de élite (Madrid, Atleti, Getafe, Rayo, Leganés...) nadie le echara el lazo antes y ahora triunfe en Valencia.

Sí, la verdad que fue una situación un poco así extraña como dices. Yo salgo de la cantera del Alcorcón y me salió la oportunidad de venir al Levante. No me lo pensé dos veces. Yo desde fuera veía que era un gran club, una oportunidad para seguir creciendo y menos mal que la cogí.

Yo estaba en Segunda B y pensaba que podía dar el salto. Al final venía a un filial, a una buena ciudad, un buen equipo y ves que hay gente que tiene la oportunidad de saltar al primer equipo. Yo creo que fue una buena decisión venir aquí por todo lo que había detrás, más allá de que el primer equipo estuviera en Primera, porque me trasladaron desde el club que daban oportunidades a la gente de abajo y estaban pendientes de la cantera. Al final todo ha ido rodado.

De un mediocentro más posicional, se ha destapado como un box to box.

Al final cada entrenador tiene su manera de trabajar. Con Tevenet (en el filial) era más mediocentro, acompañado de Bernal (actualmente en el Racing de Ferrol), y una vez subo con Paco (López) me pide otras cosas. Cuando salí cedido a Miranda te das cuenta de que tienes que evolucionar para poder jugar y creo que ese proceso es lo que me ha convertido en un jugador más de ida y vuelta. Más físico, más box to box, de lo que era hace cinco o seis años. Creo que forma parte del fútbol, encontrar tu lugar, y esa progresión es la que me ha llevado a estar hoy aquí.

Siempre he sido un jugador muy dinámico, con buen golpeo y llegada. Sí que es verdad que era de tener mucho el balón y era más posicional en mis inicios en categorías inferiores. Pero cuando llegas a la élite ves el fútbol de verdad y te das cuenta de que ha cambiado mucho la película. Hay que correr, hay que ser mucho más intenso y agresivo. Gracias a Dios cada entrenador que he tenido ha sabido explotar esas cualidades.

Postigo comentaba que sería un error trasladar la presión del ascenso a una plantilla tan joven. ¿Está de acuerdo?

Creo que es un error, porque es ponerte piedras en tu camino. Es algo que no nos ayudó el año pasado y esta temporada no creo que vaya a ser diferente. El objetivo pasa por cada fin de semana seguir mejorando, conseguir resultados de domingo a domingo y eso es lo que nos va a hacer estar arriba.

¿Cuál es la realidad del Levante hoy en día?

Ojalá que el Levante esté peleando por esos puestos de arriba, pero hay que ser realistas. Ahora mismo tenemos que seguir trabajando para encontrar de nuevo nuestro juego y recuperar nuestra fortaleza defensiva y el futuro ya nos dirá dónde está el Levante. Tenemos que ir poco a poco.

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