Mollejo alegra el viaje a su gente

El Real Zaragoza ganó al Villarreal B con una remontada con tintes épicos y un gol en el tiempo de descuento. Mollejo anotó el tanto de la victoria en el tiempo de descuento, para alegría de más de un millar de aficionados llegados desde Aragón hasta La Cerámica, que inauguró los partidos del filial amarillo con una asistencia de 12.000 espectadores.

La primera parte fue para los locales, que desde el primer minuto mostraron mayor interés y predisposición por generar peligro y buscar la portería rival. Los de Miguel Álvarez quisieron la pelota y buscaron lanzar a sus delanteros, jugando con Fer Niño, Millán y Diego Collado como jugadores referentes.

El Real Zaragoza, por su parte, esperaba sus opciones, arriesgando poco y buscando las llegadas de Mollejo y Gueye. Tras dos llegadas de los castellonenses, en la que Millán estuvo cerca del gol tras un córner, llegó el primer gol a los 26 minutos. En una jugada de estrategia, Fer Niño prolongó de cabeza la pelota en el primer palo, para que Carlo Adriano rematará raso llegando desde atrás, un balón al que no pudo llegar Álvarez.

Ese gol premiaba el mejor hacer y la predisposición de los amarillos, que sin llegar a ser un dominio alto, estaban siempre más cerca del área rival. Tras el primer tanto, el Real Zaragoza lo intentó, pero le costó generar peligro ante un Villarreal muy seguro, y que sabía manejar el ritmo del partido. Además, los amarillos sabían salir bien y seguían generando opciones, logrando el 2-0 en una buena jugada, que Fer Niño convertía con un golazo desde la frontal del área.

Con ese gol, se llegaba al descanso con suculenta ventaja local. La segunda parte arrancó movida, ya que si a los cinco minutos pudo aumentar la ventaja Carlo Adriano para los locales con un disparo ajustado; a los cinco minutos eran los aragoneses los que lograban recortar la ventaja local. Un buen pase al espacio para el recién incorporado Iván significaba el primer gol visitante, tras un buen disparo cruzado del punta.

Tras el gol se crecieron los aragoneses, que buscaron apretar arriba y complicar al equipo castellonense con balones a sus puntas. Le costaba llegar al Villarreal, que sufría con las pérdidas en el medio del campo y con las contras de su rival. En una de esas salidas encontró el Zaragoza el empate, un balón a banda con un buen centro de Puche, que Pablo Íñiguez se introducía en su portería.

Un gol que buscaron los visitantes, aunque más por la endeblez defensiva de su rival que por ser claramente mejores. Tras el intercambio de golpes, aunque sin claridad para ninguno de los dos equipos, fue el Zaragoza el que se llevó el partido más allá del 90′, tras aprovechar Mollejo un buen centro y alojar el balón en la escuadra con una buen remate de cabeza. El empate hubiera sido justo... pero el Real Zaragoza nunca dio el partido por perdido y acabó llevándoselo.