MDLF, Butarque regresa al futuro
Miguel, recambio del anhelado Karrikaburu, está encajando mejor que el navarro en Leganés. Sus virtudes recuerdan las del ascenso. Desde entonces el Lega no era, como ahora, segundo.
Se ha inventado el Leganés una suerte de marca corporativa para Miguel de la Fuente, su penúltimo fichaje estival (el último fue Portillo, que llegó libre 19 días después). La noche que anunciaron su regreso, justo con el cierre del mercado, se hicieron eco del mote que le pusieron en el entorno de las redes sociales y comunicaron al más puro estilo Leganés (tunearon una secuencia de ‘Regreso al Futuro’) el retorno de MDLF, que no es otra cosa que las siglas del nombre y primer apellido de este chaval (24 años) de sonrisa perenne, cabeza madurada y gol ya humeante en sus piernas de zancada potente.
Contra el Mirandés, en la última jornada, volvió a ver puerta luciendo el escudo del laurel que ya portó en la 20-21. Un tanto para confirmar su condición de nuevo ídolo blanquiazul. Curioso. Su fichaje relámpago fue recambio de Karrikaburu, pieza deseada durante todo el verano y, sin embargo, parece haber encajado mejor en el estilo de Borja Jiménez que lo que jamás habría hecho el propio Karrika, ahora a la sombra del banquillo en el Alavés, sin el protagonismo que, por ejemplo, le habría dado el Racing, próximo rival hoy (21:00) de los blanquiazules en Butarque (sigue el partido en directo en AS.com) y también club volcado todo el verano en intentar su fichaje.
Un búfalo con puntería
Tan bien ha encajado MDLF (mote que no le gusta mucho, por cierto), que su irrupción en los planes del entrenador del Leganés han sido como los de un búfalo en estampida. Similar a su juego de potencia y velocidad. Intenso, sin respiro. Tras fichar, se estrenó en lista 36 horas después y jugó esa jornada unos minutos en Eibar sin todavía haberse entrenado. Ya en la siguiente fecha, frente al Huesca, compitió de inicio. Ahora parece intocable, aunque está por ver cómo le afectarán las rotaciones de esta semana con tres partidos.
Por el momento, parece que su entrenador no lo moverá de un once en el que puede ejercer de ‘9′, pero también de extremo o segundo punta. Lo tiene todo. También puntería. Luce un 25% de tasa de conversión en gol sin necesidad de tocar muchos balones. Su media es de 19 por partido. En uno de ellos le regaló un gol a Miramón tras una carrera por potencia de 35 metros. Su presión desmedida y esfuerzo constante le hacen ser número áureo del sentimiento pepinero, justo balance entre trabajo y calidad. Entre esfuerzo y clase.
¿Liderato 2.694 días después?
Aquellas virtudes elevaron al Leganés a Primera División hace siete años, los mismos que ha necesitado ahora el equipo para volver a ser segundo. La última vez que los blanquiazules ocuparon esta plaza fue el 4 de junio de 2016, el día que subieron al Olimpo en Miranda, el mismo escenario en el que ganaron el pasado domingo. Cábalas.
De vencer hoy, dormirán la jornada como líderes y con opciones de seguir en lo más alto tras acabar la jornada, algo que no consiguen desde el 15 de mayo de ese 2016. Han pasado 2.694 días. En fútbol, la eternidad. Distancia parecida a la que Borja Jiménez ve el final de esta temporada en la que, insiste, su objetivo es la salvación. Con Arambarri y Miramón tocados y Poveda de vuelta, espera mantener la racha aunque “será imposible seguir así todo el año”.
Un Racing ascendente
Delante, un Racing que llega con la moral también por las nubes, subido a la ola de los buenos resultados, pero con una asignatura pendiente: sumar sus primeros tres puntos lejos de El Sardinero. Por ahora, acumulan dos empates y una derrota. Los de José Alberto cayeron en Cornellà (única derrota de la temporada) y puntuaron en el Martínez Valero y La Romareda. No es mal bagaje. Ahora, en Butarque, bien arropados por la marea racinguista (se espera entrada excelente de los visitantes), esperan arañar algo más para seguir en la zona alta.
No se prevén modificaciones en la alineación del técnico racinguista tras la victoria contra el Albacete. La noticia está en la convocatoria, Jorge Pombo, casi dos meses después, se ha recuperado de su lesión en los isquiotibiales y forma parte de la expedición. La enfermería se ha quedado libre con la salida del maño.