Llegó el momento de Domingo Catoira

Con el ascenso conseguido, sin que haya novedades en la hipotética venta del club, sin conocerse todavía el límite salarial de la próxima temporada, tengo la sensación de que el nombre del verano va a ser el de Domingo Catoira. En sus manos va a estar el éxito o el fracaso deportivo del Real Valladolid. Ahora, en verano, es cuando un director deportivo tiene que demostrar su nivel y lucirse. Si lo hace bien, lo normal es que la temporada sea buena. Si comete errores de consideración se estarán sentando las bases para un nuevo descenso a Segunda División. Y sí, pienso que él puede ser el nombre del verano porque de sus conocimientos de mercado y de sus aciertos vivirá en un futuro el club. De poco vale ir mejorando por dentro y por fuera el estadio sin la colaboración, un año más, del Ayuntamiento de la ciudad. De poco sirve la captación de empresas que colaboren, la gran mayoría, como siempre, de fuera de Valladolid, económicamente con el club. De poco servirá una gran campaña de abonados o la vuelta del escudo de los últimos 60 años. Como Catoira meta la pata aviados vamos.

Y de Catoira, al que no conozco demasiado, si podemos afirmar cosas. La primera, que es un hombre huidizo de los focos al que le gusta trabajar en la sombra y que viene de firmar un gran éxito con el Real Valladolid y un gran desastre con el Espanyol en Primera. Y la segunda que desde que ha llegado a Pucela su porcentaje de acierto está siendo bastante alto. Sylla, Juric, Amath, Biuk, Tarrega… todos ellos jugadores claves en el ascenso a Primera. Ha entrado con buena estrella en Zorrilla, logrando el objetivo que se marcaba en la entrevista de AS. Me dicen que conoce el mercado y sus movimientos, no solo a los futbolistas, de manera excepcional. Esperemos que lo demuestre porque el Valladolid necesita que este verano su director deportivo agudice el ingenio y supla la falta de dinero con un rendimiento desde los despachos a gran nivel. Si Catoira responde y acierta, el camino para que se revierta la situación del club estará preparado.

Ronaldo quiere vender, pero no a cualquier precio. Y es muy posible que decida seguir al frente de la entidad. La gente, como se demostró en las celebraciones del ascenso, está con Ronaldo y lo que le pide es estabilidad deportiva de una vez. Si eso se consigue todo cambiará para bien. El brasileño debería pensar que con Paulo André al frente de todo tenemos dos ascensos y dos descensos en el morral. Quizá debería dar más rienda suelta en la toma de decisiones al director deportivo del club. Sobre todo si confía en él. Y a partir de ahí cimentar bien el club. El Real Valladolid no se puede permitir el lujo de volver a bajar la próxima temporada.

Y a la vez que la afición le pide eso a Ronaldo también ha llegado el momento de comenzar la temporada, otra vez en Primera, con el escudo de siempre y con la ilusión renovada, olvidando las diferencias anteriores y dando un margen de confianza a Presidente, entrenador y jugadores. Pero un margen de confianza de verdad, no de 45 minutos hasta que el equipo encaje un gol. Para seguir en Primera necesitamos al mejor Catoira, a un Ronaldo que no repita errores pasados, a un entrenador acertado e identificado con su afición y a un grupo de jugadores comprometidos y con hambre de triunfo. Pero necesitamos también a una afición que empuje y marque cada tarde el primer gol del partido. Hagamos todos una reflexión sobre lo que nos queremos encontrar en Zorrilla la próxima temporada y sobre hacia donde queremos ir. Todos en la misma dirección facilitará más las cosas. Así lo veo yo.

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