CD Leganés

Las cesiones naufragan en Leganés

El rendimiento de los nueve cedidos en Butarque esta temporada se ha quedado lejos de lo esperado. La falta de minutos ha provocado el malestar de algún club de origen.

DANI SANCHEZDiarioAS

El modelo ya tradicional de cesiones en el Leganés ha sido, en la temporada recién clausurada, fórmula fallida. De los nueve futbolistas a préstamo que contó la plantilla pepinera (Villar, Quintillà, Palencia, Giraudon, Lazar, Ibáñez, Bárcenas, Garcés y Bautista), ninguno se consolidó como titular recurrente o intocable. Tampoco ninguno dio un rendimiento acorde con las expectativas que se generaron a su llegada en un fenómeno que comenzó con Asier Garitano al frente y continúo con Mehdi Nafti en el banquillo.

De hecho, entre los once jugadores con más minutos, sólo dos de ellos, Palencia y Lazar Randjelovic, figuran como jugadores cedidos. El resto son futbolistas propiedad del Leganés. En el caso de Palencia, es cierto que se ha consolidado como el segundo jugador con más minutos del curso sólo por detrás de Javi Hernández (3.500 frente a 2.778), pero el catalán perdió el puesto en medio de la temporada en detrimento de un Allan Nyom que acabó jugando en la segunda vuelta con más frecuencia que este ex del Barça. A Randjelovic le sucedió algo parecido: inició dando la sorpresa con un rendimiento elevado, pero acabó en el ostracismo de la grada pese a sus cinco goles.

La paradoja de Villar

En este registro, hubo casos llamativos, como Iván Villar, que aterrizó en Butarque procedente del Celta de Vigo como subcampeón olímpico y ha acabado saliendo por la puerta de atrás, sin espacio ni para entrar en lista por falta de confianza de su entrenador. Su ostracismo fue una de las primeras decisiones que tomó Nafti y aunque luego le devolvió de nuevo la titularidad tras un partidazo en Copa ante la Real Sociedad, el naufragio de Burgos (4-0) se lo llevó por delante. En Vigo no están muy contentos con el rol que ha tenido. Incluso se barajó la opción de un retorno para buscarle nuevo destino, pero el Leganés no dio su brazo a torcer.

El caso de los delanteros

Bautista (sólo dos goles) o Borja Garcés (cinco, pero tres en las últimas dos jornadas) también representaron casos de cedidos de los que se esperaba mucho, pero acabaron lejos de las expectativas. Incluso en el caso de este último, protagonizó quizá el episodio más agitado del curso, cuando Garitano lo acusó de grave indisciplina por ausentarse de un entrenamiento previo a la disputa del partido ante el Tenerife.

Nafti gestionó el caso concediéndole un indulto que aprovechó pronto (dos goles), pero acabó difuminándose hasta que ahora, en el final de temporada, retornó a su mejor versión con tres goles en las últimas dos jornadas. Pese a todo, en el Atlético de Madrid esperaban que el futbolista hubiera tenido más presencia. También le pasa algo similar al Villarreal con Quintillà (sólo 980 minutos).

Casos especiales

Caminos diferentes siguieron otros casos. Por ejemplo, Bárcenas sí que ha sido jugador valorado por sus entrenadores en Leganés, pero las constantes convocatorias con Panamá para disputar partidos con su selección restaron continuidad al extremo. Giraudon, por su parte, llegó a Butarque para ayudar por la lesión de Bruno, pero apenas gozó de continuidad. Ibáñez también tuvo problemas para encontrar su hueco en una decisión, la de acabar en Butarque, muy personal. El Tenerife lo quería con opción de compra en caso de ascenso, pero el chaval insistió en Leganés aun incluso contra el deseo de su club, de Osasuna. Tercera etapa al sur de Madrid que se truncó por las lesiones.

Ahora está por ver si el más que presumible cambio de dueños en el Leganés también mutará las decisiones vinculadas a los préstamos y si se sigue abogando por las cesiones como fórmula recurrente de refuerzo, o se opta por fichar jugadores en propiedad como nueva seña de identidad del proyecto blanquiazul.

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