REAL VALLADOLID

La evolución del Pucela del 4-1-4-1 a un posicionamiento medio de 2-3-2-3

El Real Valladolid de Pezzolano muestra un rigor táctico llamativo en Huesca sólo roto por los cambios en el segundo tiempo.

Las formaciones de los equipos, las figuras o los dibujos suelen marcar la idea de los equipos para jugar un partido, pero quien los hace buenos son los jugadores dentro del campo con sus acciones. De esta manera, el Real Valladolid esta temporada ha probado con 1-5-3-2, 1-5-4-1, 1-4-4-2, 1-4-3-3 y, por supuesto, 1-4-1-4-1, como ocurrió en Huesca y en los últimos encuentros. Esa es la idea inicial.

Sin embargo, echando un vistazo al posicionamiento medio de los jugadores al final de la primera parte en El Alcoraz, antes del cambio de Lucas Rosa por Escudero, se observa un dibujo diferente, pero que sorprende por la simetría tras 45 minutos de juego. De esta manera se observa una figura, que diría Pezzolano, con un 1-2-3-2-3, donde los dos centrales están abiertos, los laterales forman la siguiente línea con Juric, mientras que Monchu y Meseguer harían la tercera y Moro e Iván Sánchez sumarían la última línea con Sylla.

Formación media de la primera parte.

Este posicionamiento medio nos habla, primero, de un gran trabajo táctico asimilado por los jugadores, con vocación de ataque, al tiempo que supone una cuestión estructural con ayudas y posicionamientos para neutralizar acciones rivales y saltar a sus respectivos pares, y después lo que dicen los datos del Real Valladolid por encima de las percepciones. Sorprendentemente, Escudero y Torres están más separados que Boyomo y Luis Pérez, mientras que Moro, pese a que ayudó mucho al lateral zurdo ante la dupla Gerard Valentín-Juanjo Nieto se desplegó en su posición en ataque, mientras que Monchu y Meseguer estuvieron más cerca de Sylla de lo que parece.

Con los cambios, esta figura tan simétrica se desvirtúa porque si Lucas Rosa fue una gota de agua de Escudero en el lateral izquierdo y Malsa lo fue, con otro rol, de Iván Sánchez, cuando entraron otros jugadores, el dibujo cambió. Es evidente que Gustavo Henrique, como tercer central, varió la formación del equipo, como lo hizo César de la Hoz como mediocentro posicional, aunque el más llamativo fue la participación de Kenedy, quien parece ser más anárquico tácticamente, aunque se puede explicar por su intención de ser el primero en ir a la presión.

Formación final del Real Valladolid.

Con todos estos datos, el Real Valladolid ganó, disparó más que su rival, 11 veces, cinco de ellas entre los tres palos, mientras que los locales tiraron 10, dos a portería. Además, tuvo más posesión, un 57%, frente al 43%, e impidió que su rival pudiera correr al contragolpe, ya que los oscenses sólo pudieron hacer sus transiciones en una sola ocasión.

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