LAS PALMAS

La encrucijada de Óscar Clemente

El fino centrocampista de Las Palmas afronta su último año de contrato. En Málaga abrió el marcador y, en ausencia de Jonathan Viera, fue de los mejores.

Las Palmas
MARIANO POZO

Al alba liguera, con los equipos asentándose y el mercado en plena ebullición, constantes sus movimientos sin importar clubes y despachos hasta el día de su cierre, el 1 de septiembre, llega la hora de ganarse el puesto. Quedan 40 jornadas y el tiempo es oro del que no se cuenta, y en esas anda metido Óscar Clemente.

El fino centrocampista tinerfeño, que llegó a Gran Canaria libre de cargas en el pandémico verano de 2020 procedente del filial del Atlético de Madrid, se encuentra inmerso en la última de las tres temporadas de contrato que firmó con Las Palmas. Parece imposible tener más competencia que él para ganarse el puesto (Viera, Loiodice, Fabio, incluso Moleiro), aunque de momento parece estar aprovechando el tiempo.

Suplente, como tantas veces, en el debut liguero, apenas dispuso de 20 minutos de juego tras entrar el partido contra el Zaragoza en el 70 sustituyendo a Moleiro. Sin embargo, ante la baja de última hora de Viera para afrontar el partido de Málaga, fue la primera opción de García Pimienta para sustituir al capitán de Las Palmas, y la apuesta no le pudo salir mejor al entrenador barcelonés.

Ocurrió que el propio Clemente fue el encargado de inaugurar el marcador, excelente toque decisivo a un balón que tocó en Reina antes de transformarse en el 0-1 al filo del descanso, gol dedicado a su amigo Kirian. Ya en la segunda parte, tranquilo como le dejó el Málaga, error fatal el del equipo de Guede aquel de dejar tocar libremente a Las Palmas donde más le gusta, en el centro del campo, empezó a sentirse a gusto meciendo la pelota junto a Loiodice y Moleiro, con Mfulu de escoba por detrás, lo que desarboló completamente al Málaga.

Sumó así Clemente su primer gol de la temporada, el segundo que suma su cuenta desde que aterrizara en Las Palmas. El anterior llegó el curso pasado, en el que dispuso de 944 minutos en 21 partidos, en el descalabro de Fuenlabrada (3-2), que le costó el puesto a Pepe Mel.

En el segundo tiempo coronó su excelente partido, dejándose ver y siendo más protagonista que nunca, con una excelente asistencia a Cardona en la jugada del 0-2, en la que Las Palmas apenas necesitó cinco toques de balón, incluido uno de Valles, para firmar el principio del fin del Málaga. Exhausto como estaba, poco después le cedió su puesto a Benito Ramírez.

Hasta el momento, en los 81 minutos de juego de los que ha dispuesto en estas dos primeras jornadas de liga, Clemente acumula un gol y una asistencia, ambos en La Rosaleda. Ante los problemas musculares de Viera que ya le impidieron jugar en Málaga, su titularidad en el partido contra el Andorra no parece admitir debate si continúa la ausencia del 21.

Es tiempo de reivindicarse para un futbolista que vive su propia encrucijada. Nunca llegó a ser de los predilectos de Pepe Mel, su anterior entrenador en Las Palmas, acaso muy irregular en su rendimiento el propio Clemente. Tampoco ha sido de uno de los pretorianos de García Pimienta. Ahora, con el escaparate de Málaga, toca ganar protagonismo y el tan difícil puesto en el equipo de un futbolista que, el curso pasado, acumuló un porcentaje positivo del 83,19% de los 476 pases que intentó, importantísimo aval para un equipo donde dominar la posesión de balón parece ser de ley.

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