Jairo, el zurdo que no pudo ser profeta en su tierra

Jairo Izquierdo es el claro ejemplo del futbolista que debe cargar su maleta y marcharse de casa para demostrar sus habilidades y cosechar éxitos. Regresa al Rodríguez López una vez más con otra camiseta, sin disimular su cariño por lo blanquiazul, pero con la idea de darle al Cartagena la segunda victoria de la temporada (sigue el partido en directo en AS.com).

Criado en Valle Guerra, pueblo de la costa lagunera, fue allí donde empezó a jugar al fútbol y a enseñar sus condiciones. Bajito, zurdo y habilidoso llegó a la cadena de filiales del Tenerife para cumplir su sueño de ser futbolista. Pero le tocó una época difícil, donde los canteranos no triunfaban en la Isla y tras apenas unas pocas oportunidades (19 partidos y solo uno completo), se fue.

Ya en el Murcia había demostrado su valía y lo confirmó en el Extremadura, con el que ascendió a Segunda División en 2018 coincidiendo con Enric Gallego. El Cádiz de Álvaro Cervera le echó el ojo y se lo llevó. Allí se dio el gusto de debutar en la máxima categoría unos años después.

Y hace dos temporadas, los caprichos del fútbol quisieron que Jairo integrara el Girona de Michel -hoy líder en Primera-, que logró regresar a la élite en el Rodríguez López a costa de un Tenerife que con el empate ascendía. Tras el 1-3 fue posiblemente el único tinerfeño que aquel día no tenía el corazón roto.

Ahora vuelve una vez más, pero con una situación muy diferente ya que su Cartagena marcha colista y no termina de sacar la cabeza. Visita a un Tenerife igual de herido (por resultados y lesiones), pero mucho mejor clasificado y al que le urge ganar también. Quien tenga la mente más fría tendrá premio.

Garitano deberá meterle mano una vez más a su once por la plaga de bajas. La gran duda está en conformar el ataque donde los canteranos Teto, Jesús, Alassan y Ángel (quien ha estado entre algodones toda la semana), serían los elegidos. Además, varios futbolistas del ‘B’ completarán una convocatoria en la que hay hasta nueve ausencias.

Calero, por su parte, lo ha intentado todo: ha cambiado a jugadores cada semana y ha modificado el sistema, pero nada. Cuatro puntos de 27 posibles bajo su mando, con cero victorias. Ahora, para hacerlo más complicado, no podrá contar con Alfredo Ortuño, su máximo goleador. Iván Ayllón, que optaba a sustituirle, se quedó para jugar con el filial y coger minutos tras varias semanas lesionado.