Iñigo Vicente las fabrica, Peque se las come
Probablemente después de un doblete y de que se erija como máximo goleador de la categoría, Peque merecería abanderar ‘El Alargue’ del Racing 2-2 Real Oviedo, pero si queremos hablar de fútbol, y del partido, debo empezar la casa por el tejado: por Iñigo Vicente.
Ayer le trasladé a José Alberto una inquietud que me generó el partido. Partiendo de la base de que fue un divertidísimo partido de fútbol, en el que realmente pasaron cosas, me fui con la sensación de que o Iñigo Vicente encendía la varita o no había quien prendiera las luces.
El entrenador del Racing, al yo preguntarle sobre si faltó fútbol cuando no la tocaba el 10, me explicó que “no sé que equipo de categoría hace 5, 6 o 7 ocasiones de gol claras cada partido, yo no estoy de acuerdo en que nos falte fútbol”. Y estoy de acuerdo, pero porque en todas esas está Iñigo Vicente por medio.
El primer gol de Peque llega precedido de una acción en la que Vicente se cambia de banda, entra hacia el área y ahí asiste a Peque por mediación de Sangalli. En la falta señalada por el VAR, la que Luengo le hizo a Arana, otra vez el 10 dejó mano a mano a Sangalli con Leo Román. Y no sólo eso, el balón que recibe Morante antes de sufrir penalty era también pase del de Derio.
Y los portero paran
Este Racing es puro rock and roll. Y eso tiene riesgos. No sólo era inimaginable en verano el posición en la tabla que ocupa el equipo de José Alberto (7º, a 2 del Play Off), tampoco la aportación goleadora (sólo por detrás del Eibar). Eso, lógicamente, hace que también se descubran más en defensa.
Ha pasado en la mayoría de los partidos, pero el Racing tiene un gran guardián para su portón: Jokin Ezkieta. El meta navarro volvió a ser fundamental ayer contra el Real Oviedo, deteniendo acciones que bien podían haber costado una derrota.
Pero no sólo Jokin, ayer Leo Román también hizo un gran partido. La mano que le sacó a Sangalli en el segundo tiempo, cuando todo parecía embocado a irse al fondo de la red, es de portero de mucha categoría.
La que pudo liar...
El primer gol del Racing esconde una curiosa intrahistoria. Cuando todos los focos apuntaban al pase de Iñigo Vicente, al taconazo de Sangalli y la definición certera de Peque, había un invitado inesperado a la fiesta del gol: un espontáneo. Y que no estaba en las mejores condiciones.
Las redes sociales han hecho viral un vídeo, grabado desde Tribuna Este donde se ve a un individuo que salta al campo desde la Preferencia Norte y chuta un balón que se había quedado sobre la línea de banda. No llevó mucha fuerza, ni tampoco dirección, pero casi se cuela en el área en el momento que Peque define ante Leo Román.
No hubo problema porque esa pelota no interfirió en el juego y por tanto el gol fue perfectamente legal. Si llega a haber ido en dirección a la jugada, Caparrós Hernández debería haber parado el partido, y muy seguramente haberle entregado la pelota al portero del Real Oviedo con el mecanismo de 'balón a tierra' por estar en el área. Menos mal.
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