Hogar, incómodo hogar
El Leganés, el cuarto peor local de la categoría (apenas 5 puntos de 18 posibles) recibe a un Almería lanzado, con hambre de ascenso al que Butarque le recuerda a su última promoción a Primera.
Hogar: dícese de casa o domicilio, define la RAE. El diccionario pepinero añade: lugar incómodo para jugar al fútbol. Al menos esta temporada. Al menos para este Leganés. No debería serlo. Porque en tu morada, reza esta norma no escrita, uno tiende a crecerse. A sentirse mejor. A acumular más puntos para hacer del tópico, realidad, y transformar ese espacio, ese hogar, en un fortín. Al Leganés le ocurre al contrario. De forastero ejerce como titán y en la Avenida de los Once Leones, como equipo menor. Sólo ha conseguido de local 5 de los 18 puntos que se han disputado en su territorio y fuera acumula 13 de 24. Bagaje pobre que le hace ser el 4º peor local de la categoría. Y el Almería (18:30, sigue el partido en directo en AS.com) no invita al optimismo.
Razones le sobran al equipo de Rubi para infundir más que respeto al sur de la capital. Paco López enunciaba unos cuantos motivos en la previa, con gesto serio y voz grave. Como quien recita una maldición. “Nos enfrentamos a uno de los mejores equipos de la categoría, con un gran entrenador y un equipo hecho para ascender. Han ido de menos a más, tienen un potencial tremendo arriba y hacen gol con mucha facilidad” comentó poco antes de pedir comunión al público con el equipo. Los pitos se han convertido en habitual banda sonora de Butarque.
Hay más porqués para temer al Almería. Como que los rojiblancos suman ocho duelos consecutivos sin perder, que le ganaron 3-0 al Cádiz en la última jornada o que sólo un punto les separa del liderato, eso sí, con un partido menos. Falta por disputarse los 45 minutos aplazados ante el Ceuta en el Alfonso Murube. Al descanso aquello iba 0-0. De terminar así, irían en cabeza. Si ganan, además sacarían dos puntos de ventaja al segundo.
Aquella noche de mayo de 2022
Además, Butarque le mola a un Almería que, pese a no haber ganado nunca en Leganés, (cuatro empates, cuatro derrotas) logró allí su último ascenso a Primera: 2-2 en 2022 en una noche de transistores. Era el 29 de mayo. Y el estadio madrileño parecía una sucursal de Los Juegos del Mediterráneo.
Ese domingo de cierre de campeonato el Eibar también pinchó siete kilómetros más al sur, en Alcorcón (perdió 1-0) y facilitó la promoción directa de los andaluces, además, como campeones. Hermosa evocación de tiempos mejores que, a golpe de una inversión potente, pretenden ahora revivir los indálicos. Se supone que el Leganés tiene las mismas intenciones, pero ni el proyecto, ni la plantilla imitan las expectativas del bloque andaluz. Y eso que el Lega es un recién descendido de Primera con – en teoría – recursos de sobra. Contrastes.
Quizá es por eso que el Leganés es el equipo que menos jugadores titulares ha usado en Segunda este curso: sólo 18. Puede que la plantilla no de más que para recurrir recurrentemente a un bloque conocido que, para este duelo, recupera a Miguel de la Fuente y Enric Franquesa. Los dos apuntan al banquillo después de problemas físicos que siguen lastrando a Figueredo y tienen en el aire a Guirao y Millán.
Noticias relacionadas
Paco López podría repetir el once que ganó con mucha solvencia al Ceuta. Rubi no puede contar con Chumi y Melamed por lesión y Lopy por sanción. Al menos recupera tres internacionales de golpe (Iribarne, Perovic, Dzodic) y al veterano Baptistao. Alex Muñoz puede ser la novedad del once. Baba, por el que el Leganés mantiene un contencioso con el Mallorca (le reclama el 50% del valor de su traspaso), también podría jugar de inicio en el hogar de un Leganés necesitado de calor local. El fútbol y sus vaivenes.
¡Tus opiniones importan! Comenta en los artículos y suscríbete gratis a nuestra newsletter y a las alertas informativas en la App o el canal de WhatsApp. ¿Buscas licenciar contenido? Haz clic aquí