Gabri Martínez, el artista del regate que enamora a Anduva

Los grandes mitos siempre permanecen en la memoria del colectivo. Y en Miranda nadie olvida la figura de Pablo Infante. Un jugador diferente al resto, capaz de desmontar a la defensa a base de regates imposibles y de un fútbol vertical que siempre buscaba hacer daño ante la portería contraria. El extremo burgalés marcó una época como jabato porque regateadores en el fútbol moderno quedan pocos y, cada vez más, tienden a desaparecer.

Pablo levantó a la hinchada rojilla de sus asientos en innumerables ocasiones. Un legado que inició en Tercera División en su estreno ante el Becerril, en la temporada 2005-06, con una diana desde el centro del campo que quedó grabada en el recuerdo, como aquellas noches coperas que tan buenos momentos dejaron en el mirandesismo.

Es difícil ver sobre el césped a futbolistas con ese desparpajo que hacen del regate un arte, pero en Anduva han encontrado un nuevo ídolo que ha vuelto a dejar con la boca abierta a los aficionados. Gabri Martínez es el nuevo Pablo Infante del Mirandés. Un jugador que reta de manera constante a su par, un jugador que demuestra hambre en cada acción y que no le teme a nada, ni a nadie. “Me gusta mucho el uno contra uno, hacer muchos desmarques y todo lo que esté en mi mano para ayudar al equipo”. Así se define el extremo nacido en el pequeño municipio barcelonés de San Fost de Campsentelles.

Criado en una familia de clase obrera, Gabri comenzó a jugar al fútbol en el club local para después formar parte de la cantera del FC Barcelona desde categoría alevín. De ahí pasó al Damm, una de las escuelas más reconocidas de la ciudad condal. Su progresión no pasó desapercibida y el Girona apostó de lleno por hacerse con sus servicios en edad cadete. Con el cuadro blanquirrojo debutó en la categoría de Plata, justo el año de su retorno a Primera: “Admiro mucho a Mbappé. Miro muchos vídeos suyos y también de Dembelé. Eso hizo que en los partidos me atreviera y fuera probando diferentes cosas. En los entrenamientos también lo hago. Es lo que me sale del cuerpo. Mi manera de jugar es así. Seguiré siendo como soy y ya está”.

Su entorno está siendo clave desde que comenzó a dar los primeros pasos con el balón en los pies: “Mi familia y mis amigos están muy contentos conmigo. No sabían que iba a empezar tan bien y se lo agradezco. Como veis casi siempre vienen a los partidos. Me están animando. Las cosas van muy bien, pero hay que ir partido a partido y seguir trabajando en la misma línea y no bajar”. Por el momento, Gabri Martínez ya suma cinco dianas y tres asistencias en la categoría de Plata. “Es desequilibrante, encara en el uno contra uno y no se arruga. Tiene mucho futuro por delante y eso también será algo beneficioso para el Mirandés que tiene muy buen ojo para detectar talento joven y no es algo fácil”, augura el gran mito rojillo, Pablo Infante.

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