Fontán catapulta a los albinegros

Hay muchas maneras de ir a por la victoria y la del FC Cartagena de Julián Calero es una de ellas. No tiene la posesión, no encierra al rival en su portería, ni lo somete con el balón, pero le funciona. Todo lo contrario que a su rival de hoy, un FC Andorra que mereció seguramente más en la ciudad portuaria pero se va de la misma con la salvación cuesta arriba. Mientras, los albinegros dan un paso importante, no definitivo hacia la permanencia. Mínimo se mantendrá la renta con el descenso, cinco puntos, y la aumenta con los de Eder Sarabia, ahora a nueve. Mucho tiene que cambiar las cosas para que los andorranos consigan dar caza a los de Calero.

Con mucho ritmo arrancó el partido, tanto que en el minuto dos ya había tenido el FC Cartagena la primera oportunidad del encuentro. Fue un remate de cabeza de Musto tras un saque de esquina. Ratti sacó una mano espectacular. Era el aviso de lo que iba a pasar más tarde. Porque si algo domina el equipo de Calero es la estrategia.

El susto hizo espabilar al FC Andorra, que poco a poco se fue haciendo con el control. Eso sí, había un ida y vuelta con sensación de peligro en las dos áreas a pesar de no contar con ocasiones claras. A la media hora, dos muy buenas para los visitantes. La primera, un potente chut de Pombo que hizo un extraño a Lizoain, al que dio tiempo a tocar un esférico que acabó estrellándose en el larguero. El rechace le cayó a Pampín, que con un tiro mal ejecutado dio una gran asistencia a Scheidler. El atacante desvió el intento de disparo, atajado en línea de gol por Lizoain.

Estaba acomodándose el FC Andorra en la recta final y pasó lo que le suele pasar a los equipos que viven una situación como la suya, que todo detalle juega en contra. Es lo mismo que le ocurría antes al FC Cartagena, que tiene la fortuna de su lado. Pidieron falta los de Eder Sarabia, también el entrenador, una falta en la salida de balón, no la consideró González Esteban y la jugada acabó en saque de esquina. La puso Andy y Fontán, más listo que su marcador, consiguió el 1-0. Así acabó la primera parte.

Acoso sin derribo

No tuvo la recompensa del gol el FC Andorra, que durante gran parte de la segunda mitad dominó el partido. Incluso, durante esos momentos, impidió que el FC Cartagena saliese de su campo. Con Pombo como líder, las ocasiones no paraban de producirse. La más clara, para Iker Benito. Era más difícil fallar que marcar. Un centro de Pombo no acertó a introducirlo en la portería el extremo, con todo a favor en el segundo palo. Estaba sólo, pero la mandó fuera.

Los locales estaban pertrechados atrás, no podían quitarle el balón al oponente y sólo esperaban una contra o un fallo, que no llegaba. Bover lo intentó de saque de esquina, pero repelió Lizoain cuando el balón cogía portería. Un minuto después, un centro de Pombo lo remató alto Scheidler en las inmediaciones del área pequeña. El atacante también pudo hacer el empate en la acción posterior, con un disparo potente que no encontró portería.

Calero introdujo cambios, de nuevo el doble lateral, y a partir de ahí se sufrió menos, pero se sufrió. Pombo, por enésima vez, lo intentó. Ahora con un chut que salió cerca del palo. La última para los andorranos la evitó Alcalá. Pase perfecto de Pombo que dejaba en un mano a mano a Karrikaburu con Lizoain y en el último momento el central despejó.

Y lo que son las cosas, en la recta final, Ortuño pudo evitar el nerviosismo del añadido. El atacante mandó al larguero el balón con un zurdazo. Victoria clave para el FC Cartagena, cada vez más cerca de lograr lo que parecía imposible, la salvación.

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