Fernando, el último superviviente
El portero murciano debutó en La Romareda después de estar a la sombra de Luis Maximiano durante la pasada temporada. Es el único jugador que queda en la plantilla de la etapa pre-Turki.
Fernando Martínez Rubio es un chico que hace 34 años nació en Murcia y que, al igual que Clark Kent y Superman alternaban su personalidad con solo unas gafas, el simple hecho de enfundarse unos guantes de portero le convierten en Fernando I de Almería. Fernando Martínez es el icono más importante dentro del vestuario de la UD Almería, y lo ha conseguido desde el silencio, la prudencia y un discreto segundo plano con el que ha deslumbrado por su infinita y ejemplar profesionalidad.
El 5 de julio de 2017 fichaba por el Almería procedente del UCAM de Murcia. El club rojiblanco necesitaba completar la nómina de porteros para una campaña difícil, y lo incorporó como acompañante de otro mito con René Román. Antes de llegar al Mediterráneo, nunca había conseguido la continuidad deseada para un arquero. Siempre dentro de la comunidad murciana, militó en el Sangonera antes de firmar por el R. Murcia con 20 años.
En sus dos temporadas de pimentonero no llegó a debutar puesto que Alberto Cifuentes le tenía bloqueado el paso, lo que propició una cesión al UCAM en la 12/13. Con 22 años jugó 10 partidos con los universitarios para regresar a La Condomina. Al año siguiente dos partidos en Segunda B y un encuentro copero ante el Hércules. En la temporada 14/15, los números mejoraron para llegar a los 20 encuentros para abrir y cerrar el curso, hasta llegar a la 15/16, su mejor campaña hasta el momento, con 37 partidos más dos de la Fase de Ascenso a Segunda División.
Ese rendimiento le llevo a dar, por fin, el salto a Segunda División en las filas del UCAM que, a diferencia del R. Murcia, sí había conseguido el ascenso al fútbol profesional ese curso. Solo estuvo una temporada en los azules puesto que en el inicio del mercado de fichajes del ejercicio 17/18, Alfonso García Gabarrón lo incorporaba al que, a la postre, se ha convertido en el club de su vida.
A diferencia del calendario actual, la Copa del Rey afrontaba sus primeras eliminatorias en la parte muy inicial del campeonato y, su primer y único partido de rojiblanco se produjo ante el Cádiz el 5 de septiembre de 2017 con una derrota en Carranza. Suplente de René ese año y el siguiente, tuvo que esperar hasta la jornada 17 de la campaña 19/20 para Guti optara por un relevo en la portería e invirtiera los roles entre los dos amigos ‘enguantados’. Fue esa la primera temporada de la nueva propiedad y las exigencias y perspectivas habían cambiado radicalmente.
La presión pasó a ser compañera de viaje permanente, hasta la fecha, y en ese terreno, Fernando Martínez inició su camino hacia la carismática figura que es hoy. Disputó 24 partidos, con actuaciones recordadas en la grada, pero ese digito se redujo a solo 15 al año siguiente por la llegada de Giorgi Makaridze. El georgiano le relegó a un segundo plano, otra vez, bajo la nueva filosofía del club de fichajes internacionales de proyección. Pero todo cambio en la ida del playoff de ascenso a Primera División. El Girona sentenció la eliminatoria semifinal en los cinco minutos inicial de la confrontación y el encuentro de vuelta fue solo un ejercicio de orgullo, con el murciano relevando a Makaridze. Rubi había llegado al club un mes antes.
La campaña del ascenso y del título de Campeón de Segunda División, tuvo en la figura de Fernando Martínez a uno de los héroes de la gesta, y eso le llevo a bautizarlo con Fernando I de Almería. La mejor temporada de su carrera ha sido la 21/22 disputando 41 de los 42 partidos del torneo, con 33 goles encajados y 16 porterías a cero. Con 32 años, el 14 de agosto de 2022, hacía su debut en Primera División… ante el Real Madrid en el ‘Power Horse’. Por delante 37 partidos (solo se perdió el encuentro ante el Villarreal en casa), y 3.285 minutos acumulados para ser el jugador más utilizado por el técnico de Vilassar de Mar.
Pero como la vida deportiva de Fernando nunca ha sido cómoda, el club quiso dar el salto de calidad prometido y se embarcó en una aventura cuyo peaje aún se está pagando. Luis Maximiano llegó cedido del Lazio y, de nuevo, Fernando ocupaba su sitio en el banquillo, espacio que solo abandono en 4 ocasiones (jornadas 10, 11, 37 y 38).
La continuidad de las piezas del anterior curso, la inversión de 8 millones de euros por Luis Maximiano y su apuesta en el mercado por retenerlo como pieza básica, dejaba al ‘portero discreto’ en su rol de hombre de club.
En La Romareda se ha iniciado un nuevo camino debido a las molestias del portero portugués sufridas en el último entrenamiento. La actuación de Fernando en Zaragoza volvió a estar a la altura y ahora solo que por resolver… ¿repetirá el jueves? La afición lo tiene claro y, aunque su “valor ‘bursátil” no haga girar la cabeza a los ‘brokers’, Fernando I de Almería es el único superviviente de la etapa humilde del club y eso le hace entender perfectamente qué es lo que está en juego.
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