TENERIFE

¡Feliz centenario, Tete!

El Tenerife festeja sus cien años de vida. Diez décadas en las que el club vivió desde la gloria de jugar la UEFA hasta el infierno de la Tercera División.

Juan Garcia Cruz

El Tenerife se suma hoy a ese nutrido grupo de clubes centenarios que tiene el fútbol español. Los blanquiazules festejan este 8 de agosto sus primeros cien años de vida. Hubo dudas sobre la fecha real de su creación (hay quien afirma que fue en 1912), pero desde 1922 echó a andar cosechando alegrías y tristezas y enganchando poco a poco a más y más aficionados década tras década.

1922-1932. Nace una ilusión

Diez años antes, el Sporting Tenerife empezó a participar en las Ligas locales, pero las deudas lo llevaron a su desaparición. Entonces, un 8 de agosto de 1922, en el centro de dependientes de Santa Cruz, se sentaron las bases del actual Club Deportivo Tenerife. Varios jóvenes entusiastas se pusieron al frente de la renovada institución siendo Mario García Cames el primer presidente. En 1925 se inauguró el Heliodoro con el nombre de Stadium y con capacidad inicial para 7.000 espectadores con un amistoso ante el Marino de Gran Canaria (2-1).

1932-1942. Primer ídolo

El mítico Ángel Arocha, el primer tinerfeño en jugar en la selección nacional, murió durante la Guerra Civil, en el frente de Belaguer, en 1938. Con 17 años había debutado en el Tenerife con el que anotó 73 goles en 77 partidos, lo que despertó el interés por el Barcelona, con el que jugó 210 encuentros. Luego ascendería a Primera con el Atlético de Madrid. En 1934, el Tenerife obtuvo su primera victoria en categoría nacional al derrotar el Hércules (2-3) por la Copa del Generalísimo. Hizo de local en Murcia. Ese mismo año, el Everton inglés realizó una gira por la isla.

1942-1952. Incendio arrasador

En la madrugada del 18 de abril de 1945 se produjo uno de los hechos más tristes de la historia del club: un voraz incendio destruyó la sede de la calle Castillo. No hubo que lamentar vidas humanas, pero se perdieron documentos de incalculable valor histórico y hasta los trofeos que por entonces se habían conseguido fueron devorados por las llamas que fueron combatidas cuatro horas después de haberse iniciado el fuego, en los bajos del edificio. En marzo de 1950 falleció el presidente Heliodoro Rodríguez López quien le daría, tiempo después, su nombre al estadio.

1952-1962. Primera vez

A lo largo de esta década llegaron los dos primeros ascensos de categoría. En 1953, tras varios intentos frustrados, el Tenerife aterrizó en Segunda División después de ganarle al Orihuela en la Promoción (perdió 2-1 en la ida, pero goleó 3-0 en la vuelta). Y casi diez años después, los blanquiazules lograron pisar la Primera División, cuando en 1961 consumaron el sueño en Almendralejo de la mano de Heriberto Herrera. Sin embargo, la alegría solo duraría una temporada ya que con seis victorias en la élite, acabaron colistas y descendieron de categoría.

1962-1972. Molina, un mito

Vino entonces una época complicada, a pesar de haber tenido opciones de regresar a la máxima categoría (1966). Debido a la reestructuración del fútbol español, en 1968, los tinerfeños cayeron a la Tercera División donde jugaron con el nombre de Tenerife Atlético durante tres temporadas. En sus filas ya militaba el zaguero Alberto Molina, quien se convertiría en el futbolista con más partidos en la historia del club, con 413 presencias, a pesar de sufrir una grave lesión en la temporada 67/68. El grancanario completó 13 temporadas en la entidad. Nadie todavía ha podido alcanzarle.

1972-1982. Gesta copera

Durante estos diez años, un Tenerife apremiado por las deudas, deambuló en Segunda División hasta que en 1978 descendió a Segunda B, donde estuvo cinco años, el período más largo de su centenaria historia. Eso sí, antes de esa debacle, se dio el lujo de eliminar al Real Madrid de la Copa del Rey en el mismísimo Santiago Bernabéu. Fue en 1976. Con goles de García Murcia e Illán (que ese curso anotaría 19 dianas), los insulares ganaron 2-0 en la ida, mientras que en la vuelta aguantaron las embestidas del equipo entrenado por Miljanovic, perdieron 1-0 y se clasificaron a cuartos de final.

1982-1992. Antes y después

El rumbo del club empezó a cambiar el 20 de junio de 1986 con la llegada de Javier Pérez Pérez a la presidencia. El dirigente palmero se hizo cargo con la entidad en Segunda B y lo colocó en Europa. En su primer año de mandato, con una base de jugadores canarios y con Martín Marrero de entrenador, volvió a Segunda y en 1989, casi tres décadas después, logró devolver al Tenerife a Primera División después de una recordada Promoción ante el Betis. De la mano de Benito Joanet, se ganó en la ida por 4-0, cayendo en la vuelta por la mínima para, así, tocar el cielo con las manos.

1992-2002. La gloria

La época gloriosa del club se vivió entre estos diez inolvidables años. Con el club consolidado en Primera División, los blanquiazules llegaron a clasificarse por dos veces a la Copa de la UEFA. Es recordada la de 1993 porque fue ante el Real Madrid en la última jornada repitiendo lo del campeonato anterior: victoria y título para el Barcelona. En su primera intervención europea, los de Jorge Valdano fueron eliminados por la Juventus en octavos, mientras que en 1997, con Heynckes en el banquillo, el equipo se quedó a las puertas de la final tras caer ante el Schalke 04, que acabaría como campeón del certamen.

2002-2012. Adiós a la élite

Los viejos buenos tiempos pasaron y el club volvió a Segunda, su hábitat histórico (la actual es la 46º temporada). Sin embargo, la llegada de José Luis Oltra recuperó la ilusión del tinerfeñismo que vio como la vuelta a Primera en 2009 fue posible, aunque solo duró una temporada. El gol de Dani Kome en Montilivi desató la apoteosis en la Isla que disfrutó de su –hasta ahora- último ascenso a la máxima categoría. En 2002, por otra parte, se colocó la primera piedra de la Ciudad Deportiva y en febrero de 2006 llegaba al mando el actual presidente de la entidad, Miguel Concepción.

2012-2022. Finales perdidas

No ha tenido suerte el Tenerife estos últimos años con las finales ya que ha perdido tres de las cuatro que jugó: la primera de ellas contra la Ponferradina, en 2012, para volver a Segunda. Al curso siguiente, empero, vencería en L’Hospitalet para regresar al fútbol profesional de la mano de Álvaro Cervera. Las más dolorosas, sin embargo, fueron las otras dos ya que tanto en 2017 (ante el Getafe) como este pasado campeonato (en casa contra el Girona) se quedó a las puertas del ascenso a Primera División. Hubiera sido la mejor manera de celebrar este centenario blanquiazul.

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