El Real Valladolid se reivindica

No tira la toalla el equipo de Pezzolano. Muchos cuchillos afilados se tuvieron que guardar anoche tras el buen encuentro firmado por el Real Valladolid ante el Racing. La alineación, con Anuar, De la Hoz y Meseguer encendió muchas alarmas. A todos nos sorprendió. La ausencia de Juric y de Moro era difícil de comprender. Pero los hechos dieron totalmente la razón al entrenador. Anuar fue, de largo, el mejor del partido. Meseguer recuperó infinidad de balones y anotó dos goles. De la Hoz cumplió. Poco más que decir. Pezzolano sabía lo que hacía. El entrenador tiene más información que nadie de lo que pasa en el equipo y de cómo está cada jugador. Sabe lo que quiere y lo que necesita. A veces se equivoca y otras acierta, como todos los entrenadores. Ayer acertó y lo hizo bien. Justo es reconocérselo aunque algunos nunca lo harán . Le tienen puesta la cruz y no hay vuelta atrás. El tiempo dirá si el uruguayo podrá ganar la batalla final. Ojalá lo consiga.

Puede, y debe, haber un antes y un después de este partido. Se ha roto la racha de malos resultados y se firmó uno de los mejores encuentros de la temporada. Vimos a un Valladolid intenso, con ritmo, ambicioso y ofensivo. Había como una necesidad especial de acabar con la crisis que tantos fantasmas estaba alimentando. Y creo que influyó todo. Las palabras de Ronaldo del viernes en la Cadena SER, que han tenido una enorme repercusión, pidiendo apoyo y unión. La pancarta pensada por los empleados del club, demostrando que detrás de los que vemos cada domingo en el campo hay muchas personas que viven y quieren a la institución y que ponen de su parte todo lo que pueden. Y el apoyo de la grada que está animando al equipo de manera incondicional, siendo consciente de que a todo el mundo le apetece ver ascender al Valladolid y de que remando juntos será más fácil. Todo ayudó. Y el equipo respondió. La rabia con la que se celebró la victoria al final en el circulo central, con jugadores, técnico y ayudantes juntos, me recordó a lo que pasó el año del ascenso con Sergio en aquel partido perdido en Zaragoza antes de jugar el playoff. Y enfrente, un Racing superado y unos seguidores cántabros, que en algún caso, dieron un ejemplo lamentable destrozando sillas del estadio y demostrando la necesidad de que este tipo de gente desaparezca de una vez de los campos de fútbol. Esperemos que antiviolencia actúe y detecte a los infractores para que sean castigados como se merecen.

Y, por delante, una semana intensa que nos deja dos citas claves a las que el Real Valladolid no puede faltar. La primera el cierre del mercado el jueves por la noche. A ver que es lo que puede inventarse Catoira para no dejar al equipo cojo para lo que queda de Liga. Un central y un hombre de ataque parecen la prioridades. Y después, el sábado, el partido de Leganés, ante el líder. Sin duda una prueba de fuego que si se supera será la ratificación de todo lo visto ante el Racing.

No se trata de lanzar las campanas al vuelo por un partido. Para nada. Se trata de seguir el ejemplo de lo vivido ayer. Plantilla hay y estoy convencido de que con Pezzolano al frente se puede lograr. Vamos a darle a este grupo toda la confianza y apoyo posibles. Queda mucha Liga y estamos a tiempo de todo. El premio final es tan importante que pienso que merece la pena intentarlo.

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