El Leganés, ‘líder’ al parón

El Leganés se marcha al parón navideño (los pepineros no tienen Copa, cayeron ante el Gernika en la primera fase) convertido en ‘líder’ de su eclosión optimista, ésa que comenzó anclado al pozo. Desde que el equipo blanquiazul pisó la última plaza como colista, tras la derrota de la jornada 8 ante el Albacete, no ha habido otro club con mejor rendimiento que el de Imanol Idiakez y sus muchachos. A saber: 26 puntos de 39 puntos, 18 goles a favor y 11 en contra.

Sólo el Levante, único equipo casualmente ante el que han caído los blanquiazules en este periodo (2-1 y con los granota pidiendo la hora) tiene registros similares (26 puntos también) aunque peor balance goleador: 14 a favor y 7 en contra. Con +7, en una hipotética clasificación el Leganés estaría por encima por haber sido más goleador que el conjunto que entrena Calleja.

Solucionar los problemas dentro

Sea como fuere, cábalas aparte, la realidad es que el rendimiento redentor del Lega tras caer ante el Albacete es llamativo. Al sur de la capital, casi histórico. Un resurgir que se basa en lo deportivo, pero también en lo anímico. Sus protagonistas admiten que esa jornada matinal en Butarque, en el que seguramente fue el peor partido del curso, se revolvieron cosas en el vestuario que generaron el efecto rebote.

“De puertas para adentro aquí han pasado muchas cosas. Es normal. En la jornada 9 llevábamos 4 puntos… Es jodido gestionar algo así”, admitía a AS Juan Muñoz sobre aquellos días. “El día del Albacete fue punto de inflexión. El equipo se dio cuenta de que habíamos agachado la cabeza. Así no se puede funcionar. Demuestra la autocrítica e inteligencia de los jugadores. Ya desde Cartagena el espíritu del equipo ha cambiado”, ratificaba Idiakez en la previa de Zaragoza.

Personas antes que fichajes

Capítulos de tensión interna afrontadas para enfocarlas hacia lo positivo, con el apoyo de un psicólogo (Carlos Rey) en la rutina diaria y la percepción de una unión del bloque ha evitado grietas profundas. Donde antes se buscaban líderes individuales (la escena del final ante el Albacete, sin una cabeza que acercarse a dar explicaciones a la afición fue paradigmática), emerge la fuerza de un bloque sólido en el que todos se sienten importantes. Ahora la palabra más repetida en el conjunto blanquiazul es equipo. Un mantra que incluso condiciona la política de fichajes.

“Estamos tratando de mejorar, teniendo claro que a veces cambiar no es mejorar. Vamos a tener mucho cuidado en lo que se incorpore. Que sume. No que reste. Es clave el futbolista y la persona que entre en este grupo que funciona bien. Que tenga hábitos en la línea que tenemos”, insiste con frecuencia el mismo Idiakez. Su idea la comparten en el club. No se quiere fichar futbolistas que rompan este buen clima, ése que ha sido clave para eyectar al Leganés al ‘liderato’ de la liga de su resurrección.