El Leganés aprende a empatar para mantenerse en la cúspide

El Leganés se ha transformado en una llamativa paradoja. Los pepineros, campeones de invierno tras resistir en la primera posición durante ya diez jornadas consecutivas, no logran ganar. Curioso para cualquier líder. Porque los pepineros han cerrado 2023 con seis fechas engarzadas sin lograr ni un solo triunfo. La última la consiguieron el 10 de noviembre ante el Levante en Butarque (2-1). Sucede que, pese a tan bajo dato, también es casi inexistente el de derrotas. De hecho, en las últimas trece han perdido sólo un partido en Liga. Aprender a empatar le ha servido al conjunto de Borja Jiménez para mantenerse en la cúspide.

Y el verbo es ése, aprender. Porque hasta el 7 de octubre, en la décima jornada del campeonato, el Leganés no sabía lo que era igualar un partido frente a un rival. Hasta entonces o ganaba (seis partidos) o perdía (tres derrotas). Pero contra el Oviedo en Butarque, los blanquiazules sumaron su primera ‘equis’ del campeonato. Llegó, por cierto, después de la anterior derrota que se le recuerda a los pepineros, la que sufrieron en Burgos (1-0).

Desde aquel duelo en El Plantío el Lega inició esta racha de trece jornadas con solo otro partido de Liga derrotado por un rival. Fue el Zaragoza el encargado de conseguirlo. El balance: seis victorias (todas consecutivas, por cierto), seis empates y ese choque de La Romareda, también como el de Burgos, por 1-0. También es llamativo que todos los cuatro encuentros que el Lega ha perdido esta temporada ha sido por ese mismo marcador, por 1-0.

“Tenemos algo diferente”

“Tenemos algo diferente que nos hace no perder y competir cuando todo parece de espaldas. Nos levantamos. Tenemos que valorarlo. Perdemos poco”, decía Borja Jiménez tras el 1-1 de Butarque ante el Tenerife, un duelo que, por juego y sensaciones, parecía perdido hasta que Sergio González hizo la igualada en el 83′.

“Ahora sabemos la realidad de la categoría. Es complicado ganar. Hay que intentar prolongar los buenos momentos y en los menos buenos, no perder. Es lo positivo. Hemos vuelto a jugar contra un equipo de la zona alta y no nos han ganado, pese a que parecía que íbamos a perder”, comentaba para cerrar esa comparecencia que se produjo poco después de la de Asier Garitano, ahora entrenador del Tenerife y leyenda del Leganés que bien sabe la importancia de empatar para lograr un ascenso.

El valor de empatar en un ascenso

En la temporada 2015-2016, con el de Bergara al frente, el Leganés subió a Primera haciendo de las igualadas, especialmente al inicio de curso, uno de sus recursos más útiles. Suma un total de 14 empates que, junto con las 20 victorias, le permitió acumular en todo el curso sólo 8 derrotas. Esos 14 empates, por cierto, se produjeron casi todos en la primera mitad del campeonato.

Llegó a acumular 10 hasta el ecuador de la temporada. Suficiente para, cuando llegó el empujón de buenos resultados, auparse a la segunda plaza. Ahora el efecto está siendo un poco el contrario y tras un inicio espectacular, están siendo precisamente esos empates los que mantienen a flote a un Leganés que, eso sí, vive ocupado en la necesidad de recuperar la senda de la victoria. De lo contrario, seguir arriba, será complejo.

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