El Espanyol rema y se queda en la orilla

‘Somos el Espanyol y esta es nuestra vida’ reza uno de los lemas de la entidad perica. Y lo que es, sin duda, es una montaña rusa de emociones. No hay grises. Ante el Eibar se pasó del ostracismo y la ira a un éxtasis de alegría y, por último, a la incredulidad. Y todo al son de un Javi Puado que, con su doblete, remontó el 0-1 de Bautista y, en el minuto 98, se hizo el tanto en propia portería que dejó sin el triunfo a un Espanyol que lo mereció. El Eibar, que fue de más a muchísimo menos, no supo contener a Braithwaite, que forzó el penalti del 2-1, ni, por momentos, a un Espanyol que con viento a favor rema como nadie. Pero el fútbol fue cruel con los pericos. Los de Etxeberria mantienen su estatus de equipo de ascenso directo.

Lo cierto es que el momento del Espanyol, tras dos derrotas seguidas en Liga, pedía cambios y Luis García agitó su defensa para empezar. Dejó en el banquillo a jugadores como Óscar Gil y Cabrera y apostó por dar entrada a Sergi Gómez en el lateral derecho; Víctor Ruiz (debutó como titular esta temporada) y Gragera de centrales; y Edu Expósito, en la medular, con Aguado para intentar ‘sorprender’ al Eibar. En la conferencia de prensa previa al duelo comentó que un planteamiento suicida es aquel que no se trabaja durante la semana, así que éste no lo debió ser. Pero el golpe de realidad fue tremendo porque, en el minuto 6, Bautista firmó el 0-1. Aketxe encontró un oasis en la espalda de Aguado y filtró un pase hacia el delantero, que tuvo bastante con dos toques para zafarse de Víctor Ruiz y con un tiro potente superó a Pacheco. La afición perica no tardó en impacientarse y es que los minutos siguientes estuvieron repletos de posesión, aunque sin verticalidad ni veneno. Es más, Luca Zidane ni apareció bajo el foco.

Todo fue bastante plano hasta que en el minuto 35 el duelo entró en una nueva dimensión. Caótica. Bautista firmó el 0-2 en su segundo disparo a portería y la impaciencia de la afición del Espanyol pasó a ser ira. Hubo cánticos de “fuera, fuera” y un sector dedicó “esta camiseta, no la merecéis”. Aunque, el VAR se encargó de ‘ayudar’ a los de Luis García y anuló este segundo tanto por fuera de juego de Bautista. Se celebró como un gol en el Stage Front Stadium y el Eibar, entonces, se fue hacia abajo. Empujado, también, por el despertar de un Espanyol que estuvo más fino. Y claro, con la pegada de este equipo perico, imposible no crear peligro. Hubo premio. Avisó Puado en el minuto 42, Luza Zidane se lució con una parada portentosa, y mató en el 47′. Jofre hizo una gran acción por la banda derecha y su pase atrás lo empujó a gol el pichichi de Segunda (lleva ocho tantos este curso). 1-1, felicidad y volver a empezar. Eso sí, antes del descanso aún hubo tiempo para una acción polémica. Stoichkov cayó dentro del área tras un encontronazo con Gragera y sus quejas no fueron atendidas, primero, por el árbitro ni, después, por el VAR.

El ritmo, en la segunda mitad, no decayó y el problema fue que se llevó por delante a Víctor Ruiz. En la primera jugada, en una carrera con Bautista, se fue al suelo por una lesión muscular. Pero ello no hizo mella en ninguno de los dos y ni mucho menos en un Braithwaite que quería desquitarse del penalti fallado la pasada jornada. En el 55′ demostró, con calidad y ganas, los estragos que puede hacer en las defensas rivales y se inventó una jugada que dejó por el camino a Berrocal y una vez se adentró en el área provocó el penalti que le hizo Zidane. La responsabilidad de la pena máxima pasó a Puado y no falló.

El Espanyol sonrió y siguió aprovechando el viento a favor para continuar secando a un Eibar que no estaba nada a gusto sobre el terreno de juego. Aketxe no apareció y Stoichkov no disfrutó de balones aprovechables. Los pericos fueron a más y, en el minuto 75, Cabrera firmó una acción que levantó a los espectadores de sus asientos. Robó el balón en campo propio, corrió al espacio y, tras el pase de Pere Milla, le puso un balón perfecto a Puado, que no supo aprovecharlo para firmar su hat-trick y sentenciar el duelo. Y claro, el final es historia, dolorosa para Puado. Su doblete se quedó en un punto tras hacerse el 2-2 en propia. Los blanquiazules que iban a celebrar una remontada de ascenso directo se quedan en la orilla. Según cómo finalice la jornada, podría salir incluso de los puestos de playoff.

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