ALMERÍA
El Almería encuentra el camino
Rubi supo sacar el orgullo de sus jugadores para lograr, de forma épica, la primera victoria en casa. Pozo sentenció con su gol y volvió a sonreír tras año y medio en el que ha necesitado ayuda externa.
La última victoria del Almería ante su afición fue un set (6-1) que le hizo al Cádiz en la última jornada del pasado curso. Los dos equipos se fueron de la manita a Segunda con más pena que gloria. Previamente a ese encuentro, había que remontarse a mayo de 2022, frente al Mallorca, para que la parroquia rojiblanca se fuera a casa con una sonrisa. Y en todo este tiempo, hasta ayer, la casilla de triunfos locales anhelaba tener una noche que recordar.
Era difícil que el equipo presentara una actuación peor que en el Ciudad de Valencia, pero el riesgo de repetirlo estaba ahí. La semana había sido dura. En la oficina del cuerpo técnico se estaban barajando distintas alternativas para poner soluciones, mientras que en el vestuario se habían puesto todas las cartas sobre la mesa para mostrar todos los pecados cometidos. E incluso poniéndole nombres y apellidos. Se preveía revolución, pero fue algo menos dolosa para los futbolistas.
Rubi no quería señalar a nadie, ni que quedara marcado ante la afición, y quizá por ello optó por mantener a Luis Maximiano en el arco, pero sí apostó por recuperar a Bruno Langa para el lateral. En cualquier caso, el gran y acertado cambio llegó con la presencia de Baba y Lopy en el centro del campo. Nadie habría imaginado que esa pareja pudiera funcionar algún día, pero ayer ocurrió. Y lo más importante, presentaron sus credenciales a ser la clave en la solidez de un centro del campo de cristal, hasta el momento. También hubo una modificación táctica con el cambio al 4-4-2, mientras jugó con 11, claro. Pero es un territorio a explorar con continuidad.
Sin embargo, si hay que ponerle nombre a uno de los cambios más extremos en la tarde ayer, es el de Alejandro Pozo. El lateral sevillano, titular indiscutible en el ascenso a Primera con Rubi, se diluyó como azucarillo la pasada temporada hasta caer en el ostracismo de una afición que le dio la espalda. El jugador lo pasó muy mal durante el verano y así lo habló con el entrenador: “Se juntó todo el año pasado. No ganábamos, no jugué lo que me hubiera gustado, no di el rendimiento y eso me llevó a pasarlo realmente mal. Terminas perdiendo confianza, aunque luchas por ser fuerte. Cuando llegué en pretemporada hablé con Rubi y le expliqué la situación porque estaba bastante mal. Desde el principio me dijo que me intentaría ayudar y yo se lo agradezco muchísimo. He necesitado ayuda externa, pero he conseguido dar un paso adelante a nivel mental y necesitaba un partido así”.
Pozo se sinceró en la sala de prensa, tras el partido ante el Burgos, llegando a reconocer que se emocionó al conseguir el gol. “Cuando he marcado me han dado ganas de llorar. Ha sido todo muy duro, en lo individual y en lo colectivo. Necesitaba un partido así porque, me puede salir un partido mejor o peor, pero siempre intento darlo todo en el campo. Estoy muy contento por mi familia, que lo ha pasado mal y siento felicidad por el equipo, por haber conseguido este triunfo ante nuestra gente. Lo he pasado mal y no quiero darle más vueltas, pero lo primero que he pensado es en mi familia”.
El triunfo ha dado alas al equipo que, por vez primera esta temporada, se ha sentido ganador. “El equipo se tiene que concienciar de que somos buenos jugadores. Hemos perdido partidos, pero somos buenos y necesitamos esa confianza. Ante el Burgos se ha visto. Con uno menos hemos estado más de 50 minutos y hemos sido capaces de mantener la portería a cero. Es un empujón para todo el grupo. Al acabar el partido todos nos hemos abrazado en el vestuario. Es importante que el grupo esté unido, esa es la actitud que tenemos que dar”.
Ahora el equipo tendrá dos días de descanso antes de regresar el miércoles a los entrenamientos para preparar la doble cita a domicilio ante Oviedo y Zaragoza. Con la victoria liberadora frente al Burgos, el equipo intentará que la sonrisa le acompañe a partir de ahora.
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