El Alavés castiga con una romentada el paso atrás del Lugo

Lugo y Alavés jugaron varios partidos en uno. El de un Lugo valiente que empequeñeció al Alavés. El segundo, el de un Alavés que aceptó el castigo y se creció hasta darle la vuelta al partido. El tercero, cuando el Lugo quiso dar un último tirón con más corazón que efectividad y el último, en una tangana que dice muy poco de sus protagonistas. Todos los jugadores quieren jugar en Primera pero alguno demuestra a veces que con sus comportamientos, especialmente en la victoria, están muy lejos de esa categoría.

Empezó mucho mejor el Lugo que el Alavés. Los locales supieron leer rápidamente donde estaban las debilidades y encadenaron ocasiones en los primeros minutos, aprovechando una alarmante falta de rigor defensivo de los vascos. Menudearon las ocasiones albivermellas a través de Chris Ramos, Barreiro, Cuéllar y Xavi Torres hasta que al cuarto de hora el propio Ramos remataba de cabeza a gol un buen centro tras jugada individual de Cuéllar. El gol hacía justicia a lo visto pero también sirvió para que el Alavés despertase, en parte por la obligación del marcador y en parte por el paso atrás del Lugo. Así se hicieron con el control del partido y de las ocasiones los babazorros, que tuvieron el empate en los pies de Miguel De La Fuente y Salva Sevilla, pero sin puntería. El Lugo, cómodo defendiendo en bloque bajo, llegó con ventaja al descanso.

El Alavés salió con todo desde el vestuario, y embotelló al Lugo desde el inicio de la segunda parte. A los diez minutos Guridi aprovechó la salida de un corner para estrellar el balón en el palo local cuando ya se cantaba el gol. A los veinte, Tenaglia también remató al palo. Faltaba media hora y el Lugo ya entraba en modo supervivencia, hundido en su área y buscando alguna contra. El gol visitante era cuestión de tiempo, y lo hizo Taichi que tuvo tiempo a controlar y fusilar dentro del área albivermella. El campo estaba inclinado hacia la portería de Whalley y Tenaglia aprovechó un centro lateral para firmar el segundo. A partir de ahí, mucho ruido y pocas nueces. El Alavés detuvo el partido y el Lugo no supo, ni pudo, reactivarlo. El Alavés se afianza en la zona alta de la clasificación y el Lugo continúa mostrándose frágil en su estadio, donde ha perdido dos de los tres partidos que ha jugado.