Diego García se basta él solo para superar al Burgos

El Leganés sigue firme en su carrera hacia el regreso a Primera División cuatro años después. Y ni las bajas ni la falta de fichajes le van a impedir a la afición pepinera soñar con el ascenso. Esta vez venció en Butarque al Burgos gracias a un doblete de Diego García, que se disfrazó de Miguel de la Fuente (recuperado, tuvo minutos al final) para darle la victoria a su equipo.

El Burgos empezó dominando el partido. Tenía el balón y, con una buena presión, apenas dejaba respirar al Leganés que, sin embargo, no se mostraba especialmente agobiado. Porque los del Borja Jiménez saben que su fuerte está en su seguridad defensiva y en los ataques rápidos. Con esa receta crearon ocasiones. Nyon marcó un gol anulado por fuera de juego y Caro detuvo un cabezazo centrado de Diego García. Pero en la tercera ocasión, los pepineros no fallaron. El delantero cazó un balón suelto de Ureña para batir a Caro. Y cinco minutos después llegó el 2-0, otra vez de Diego García, tras un saque de esquina. Este tanto llegó con cierta polémica, porque el nueve del Leganés empuja a su defensor justo antes del remate. Sin embargo, ni Galech Apezteguía ni el VAR entraron a apreciar la acción.

En 20 minutos, el Leganés había marcado dos goles y le habían anulado otro a pesar del dominio del balón del Burgos. Esa eficacia sacó del partido a los visitantes, que estuvieron groguis durante varios minutos en los que los locales crearon oportunidades para ampliar aún más el marcador. Pasado ese tiempo de desconexión, el Burgos se rearmó de nuevo para tratar de recortar la distancia. Lo buscó mediante centros laterales y disparos lejanos (uno de Atienza puso en bastantes apuros a Diego Conde). Aquí fue cuando apareció la fortaleza de la defensa del Leganés. Pero también le salvó la fortuna en un remate al palo de Sancris y en un gol de Fer Niño anulado por fuera de juego milimétrico.

La segunda parte comenzó más tranquila, sin tantas llegadas, con el Leganés guardando el resultado y el Burgos queriéndolo modificar. En el minuto 56, Ander Martín pudo hacerlo, pero desaprovechó una doble ocasión: en primera instancia no acertó a rematar y en la segunda, Diego Conde le hizo un paradón con los pies. A partir de entonces, el partido tomó el color verde del Burgos. Los de Bolo apretaron, insistieron y movieron bien el balón en busca de alguna grieta en la zaga local. Pero nada, era imposible. Bolo redobló su apuesta ofensiva metiendo en el campo a Edu Espiau. Ni por esas.

Fue una segunda parte de quiero y no puedo (o no me dejan) del Burgos. Los últimos minutos solo sirvieron para vivir el regreso de Miguel tras seis semanas de baja por su operación de menisco. Una vuelta que refuerza la confianza del Leganés en el ascenso. Como ocurre con el Girona en Primera, lo del Lega no es casualidad. Su juego y su seguridad defensiva merecen culminar en un alegrón histórico.

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