Demasiado respeto en un partido tedioso

El juego control se ha impuesto en El Plantío con dos equipos más pendientes de mantener su portería a cero que de buscar la contraria. Dominaron los de Sarabia, pero el Burgos dispuso en la primera mitad de las mejores ocasiones del encuentro. Los dos equipos jugaron a anularse en vez de imponerse a su rival. El Andorra fue fiel a sus principios y desde el primer minuto quiso controlar el juego con mucha posesión, pero también con mucha lentitud en sus acciones. El Burgos esperaba a su rival para intentar robar algún balón que le permitiera llegar ala portería de Dani con peligro, pero sabía guardar su territorio. El encuentro, muy lento y tedioso aburría a las gradas blanquinegras. Os locales con varios zarpazos ponían la sal al encuentro, mientras que los de Sarabia mantenían una posesión superior al setenta por ciento, pero sin poder disparar a puerta.

El Burgos pudo adelantarse en el marcador con un remate de cabeza de Curro en el minuto 27 que se fue cerca del poste izquierdo de la portería andorrana y el propio delantero andaluz remató alto un rechace de la defensa en el minuto 38. Un minuto más tarde Álex Sancris sirvió un balón en el segundo palo a Dani Ojeda, pero su remate se fue demasiado cruzado. El Andorra buscaba constantemente a Lobete para poder generar el juego ofensivo, pero estuvo bien vigilado por Borja y los locales encontraba en Sancris por la banda derecha sus mejores opciones. Al descanso aburrimiento y empate sin goles.

La segunda mitad transcurrió por los mismos derroteros que la primera. El Andorra acumulaba posesión con una salida lenta del balón y los locales esperaban el fallo de su adversario, pero con menos llegadas que en el primer acto. Lo más reseñable fue un gol anulado a Curro Sánchez por fuera de juego de Dani Ojeda y otro disparo del delantero andaluz desde fuera del área que se marchó a la derecha de Dani. El Andorra tuvo en un disparo de Samper su mejor ocasión, pero la defensa burgalesa envió a córner.

Los dos equipos trataban de anularse y no querían desproteger su portería sin que expusieran más de lo necesario. A medida que pasaban los minutos, el Burgos incapaz de crear peligro, no quiso ver peligrar su imbatibilidad en El Plantío y el Andorra daba por bueno un punto que rompe la sequía fuera de casa. La peor parte de las llevaron los más de ocho mil espectadores que sufrieron el peor partido de la temporada.

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