Real Oviedo

Borja Sánchez se despide del Oviedo: “Ha sido una etapa de ensueño”

El atacante se va cedido al club León, del mismo dueño que los azules

ELOY ALONSODiarioAS

Borja Sánchez ya es oficialmente futbolista del club León mexicano. El canterano del Oviedo se ha acogido a una cláusula en su contrato por la que podía seguir su carrera en el fútbol azteca. León pertenece al mismo dueño que el Oviedo. La salida del media punta, aunque no se ha especificado, se produce en forma de cesión, según informa el diario asturiano La Nueva España, aunque la intención por las partes es que se repita la fórmula durante las tres próximas temporadas.

El Oviedo pierde a uno de los futbolistas más desequilibrantes en su ataque, aunque había tenido problemas para encajar en los férreos sistemas de Álvaro Cervera, con el que nunca hubo una sintonía total. Además, el club azul ganará dinero en la operación y podrá ampliar su tope salarial.

Para Borja, la salida se debe a un “reto futbolístico y también vital, donde conoceré otro fútbol y otra cultura y donde espero seguir creciendo como persona”, ha explicado en una carta de despedida emitida por el Oviedo en su página web. Además, el atacante ha expresado que “siempre ha sido mi prioridad quedarme aquí, pero sinceramente este año han mostrado mucha más ilusión e interés por mi allá donde voy, y es por eso que decido irme”.

Así ha sido la despedida del canterano en la carta publicada por el Oviedo:

Real Oviedo querido Me despido con el corazón en la mano del club de mi vida. Ha sido una etapa de ensueño. Todo comienza seis años atrás, cuando decido armarme de valor y hacer un punto y a parte en mi carrera para regresar a casa, con la ilusión de hacer algo grande en el equipo de mi ciudad. Antes de abrirme camino en la primera plantilla, me toca empezar con él vetusta. Y tras un año espectacular, rodeado de gente de la casa, logramos el ansiado ascenso a 2b, donde tras otra temporada épica, quedamos a un puesto del play off a 2 división. Increíble.

Cuando por fin se cumple el objetivo de incorporarme al primer equipo lo vivo con muchísima ilusión, y tras un tremendo aprendizaje y una rápida adaptación, me convierto en una pieza importante y puedo ayudar al equipo a salir de situaciones complicadas en los puestos de descenso. Momentos que sufro y disfruto a partes iguales, como un aficionado más. Son dos temporadas complicadas, llenas de inconvenientes y sucesos de todo tipo, peleando por no descender. Las sacamos adelante a base de orgullo, valor y garra. Jugadores y afición.

Las dos siguientes, opuestas en cuanto a sensaciones. Una, muy buena, en la que honestamente creo que estuvimos muy cerca de ascender. Empatamos a puntos con el Girona, quien logra finalmente el objetivo. Lo tuvimos muy cerca y fue una pena no haber entrado en ese play off. Y esta última, que a pesar de ser en la que más ilusión había depositado, renunciando a ofertas de la más alta categoría, nada sale como esperaba. La acumulación de lesiones a nivel personal y también en toda la plantilla, lo convierte en un año extremadamente complicado. En él atravesé los peores momentos de mi carrera, y el ánimo y cariño recibido en esos momentos grises lo agradeceré siempre.

Tan sólo rescato con orgullo el haber dado todo lo que estaba en mi mano para, estando lejos de mi mejor nivel, haber ayudado al equipo en la racha de victorias del tramo final de temporada cuando las cosas estaban feas. Y aunque ya era demasiado tarde por el mal comienzo, también nos acercamos a la sexta plaza. Me siento muy afortunado de haber podido vivir ocho derbis, partidos únicos para el recuerdo en los que el ambiente es inigualable.

No conocimos derrota. No hay duda de que esa espina del último año, y la de no haber ascendido me quedarán clavadas para siempre. Sólo espero que mis 138 partidos, 14 goles, 16 asistencias, y mi comportamiento dentro y fuera del campo hayan ayudado y representado de la mejor manera los valores del Oviedismo, pues así me he esforzado en que sea.

No tengo palabras para agradecer a toda la gente que trabaja en el club, hemos sido una familia, y ellos , que saben quiénes son, son medio escudo. Gracias a cada uno de mis compañeros porque cada año hemos forjado un vestuario unido del que me he sentido orgulloso de pertenecer. Agradecer también a todos los cuerpos técnicos por haberme hecho crecer cada año. Especialmente a aquellos que más confiaron en mí y más me tendieron la mano en momentos complicados. Y por supuesto, a la afición, por todo el esfuerzo, la fé y el cariño mostrado. Porque sin vosotros nada tendría sentido. Sois el aliento y el motor de todo esto, y los que llevaréis al Oviedo tan alto como merece.

No dudéis que volveremos, pero no dudéis que ya estamos, y que somos el Real Oviedo. Siempre ha sido mi prioridad quedarme aquí, pero sinceramente este año han mostrado mucha más ilusión e interés por mí allá donde voy, y es por eso que decido irme. Me espera por delante un reto futbolístico y también vital, donde conoceré otro fútbol y otra cultura y donde espero seguir creciendo como persona.

Por mi parte estoy seguro de que volveré, porque si no es para vestirme de corto, será para sentarme en mi asiento en el Carlos Tartiere como un oviedista más. A veces cuesta mirar hacia delante cuando dejas atrás aquello que amas, pero la vida es corta y hay que vivirla. Afronto esta nueva etapa con nostalgia pero con una mochila de grandes recuerdos que llevo conmigo. Os voy a echar mucho de menos.

A Oviedo, club y ciudad, os amo.

GRACIAS Y HALA OVIEDO. SIEMPRE”

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