Bolo se reconcilia con la afición

No llegó la sangre al río, pero los ánimos estaban caldeados en El Plantío tras la mala primera parte del encuentro disputado el domingo ante el Alcorcón. Los alfareros se fueron al descanso con dos goles de ventaja superando al Burgos en todas las facetas del juego. Por primera vez en la temporada, al retirarse los jugadores al vestuario se oyeron los primeros pitos desde la grada hacia un equipo que iba camino de sufrir su primera derrota de la campaña.

Sin embargo, todo cambió en la segunda mitad con los cuatro goles que el Burgos marcó en 17 minutos para acumular la sexta victoria esta temporada en El Plantío. Los burgaleses aún no han perdido en casa y han sumado los 20 puntos que tiene en su casillero en su estadio, circunstancia que les convierte en el mejor local, con una unidad más que Real Valladolid y Leganés.

Con todo, el encuentro tuvo su momento de tensión cuando Jon Pérez Bolo, tras la consecución del tercer gol de su equipo, obra de Elgezabal, se giró a la grada hacia donde se encontraba un aficionado que se había pasado toda la primera parte recriminando al técnico vizcaíno el bajo rendimiento de su equipo. Tras finalizar el choque y con la intermediación del director deportivo, Michu, entrenador y aficionado acercaron posturas y sellaron la situación con un abrazo.

Para la afición local el extraordinario rendimiento del equipo burgalés en El Plantío no es suficiente para hacer olvidar las siete decepciones que ha sufrido fuera de casa. El equipo blanquinegro se afianza como el mejor local, pero también se asienta como el equipo que peor rendimiento está ofreciendo en los desplazamientos, donde aún no ha sumado ni un solo punto. El domingo llegará una nueva prueba de fuego con la visita al Racing de Ferrol, equipo revelación, que tampoco ha perdido hasta el momento en casa, donde ha sumado cuatro victorias y tres empates.

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