Al Zaragoza le sale todo

Dejó dicho Ángelito Labruna, gloria eterna del River Plate, que la suerte en el fútbol no existe, que la suerte es que te toque la lotería. Pero lo cierto es que sea suerte, fortuna, ventura o estrella, el Real Zaragoza tiene el santo de cara en este inicio del campeonato y le sale todo. Sufrió de lo lindo en Cartagonova, donde nunca había ganado, pero se trajo una nueva victoria, la quinta consecutiva, que le mantiene en lo más alto de la clasificación, superando su mejor comienzo de una temporada en Segunda División. No jugó bien el equipo aragonés, sometido durante casi toda la segunda parte y al que le tiraron tres postes, pero supo sufrir y volvió a dominar las dos áreas, especialmente la propia, con un Mouriño espléndido y un Jair colosal, así que quizá la suerte, si es que existe en el fútbol, le sonrío porque hizo lo sustancial, lo importante, lo eficaz.

Escribá movió todas las líneas e introdujo hasta cuatro novedades en su alineación, pasando de su 4-4-2 habitual a un 4-2-3-1: el uruguayo Mouriño, que tuvo un gran debut con la camiseta del Zaragoza, y Manu Vallejo relevaron a los Sub-21 Francés e Iván Azón, Toni Moya reemplazó a Francho, hasta ahora indiscutible, y Bermejo ocupó la banda derecha en perjuicio de Valera, actuando Maikel Mesa de mediapunta por detrás de Bakis.

El Cartagena, un rival con más méritos que puntos, le metió al partido desde el primer minuto intensidad, ritmo y centros al área, pero el Real Zaragoza respondió con la confianza y seguridad del equipo con estrella. Ortuño, siempre con la caña preparada, dio el primer aviso, con un disparo flojo junto al poste, pero el que abrió el marcador fue el Zaragoza. Al cuarto de hora, y tras un saque de esquina propiciado por un paradón de Marc Martínez a disparo de Manu Vallejo, Nieto se aprovechó de una desatención defensiva para ponerle un balón de oro al propio Manu Vallejo, que, a la media vuelta, no tuvo más que empujar la pelota a un metro de la portería.

Pero todo cambió en un minuto: Nieto, hasta entonces impecable, se fue lesionado con una rotura fibrilar que puede tenerle varias jornadas de baja y en la acción posterior el Cartagena acabó empatando con un obús de Arnáu Solá desde fuera del área que sorprendió a Cristian Álvarez, quizá tapado. Y ahí se acabó una imbatibilidad de 392 minutos.

Sin embargo, el Zaragoza se encuentra en estado de gracia y apenas seis minutos después, un centro de Bermejo lo acabó clavando en su propia portería el central Alcalá. Un gol de verdadera desgracia para el Cartagena. La suerte o lo que sea aún le echaría otra mano al Zaragoza cuando Alcalá, en un intento por resarcirse, cabeceó a la cruceta en el descuento de la primera parte.

El Cartagena apretó de lo lindo tras el descanso, aprovechando especialmente la debilidad defensiva de Fran Gámez y Bermejo en la banda derecha, pero Jair, un auténtico valladar, conjuró con su firmeza, y la colaboración de Mouriño, todos los ataques locales. Pese a todo, el Zaragoza tuvo la sentencia en el minuto 59, cuando el portero le negó a Bakis un gol de bandera, y acabó remachando su triunfo en el descuento cuando Marc Martínez le regaló el 1-3 a Mollejo.

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