Relatos del Camp Nou (XII): Tarradellas preside un Clásico
En una España viviendo sus primeros pasos en la Transición, la tensión entre Núñez y Luis de Carlos era tal, que provocó que el President de la Generalitat, Josep Tarradellas, impusiera la concordia.
El Clásico del 10 de febrero de 1980, tuvo una previa difícil Tanto, que tuvo que intervenir como mediador entre ambas instituciones el President de la Generalitat, Josep Tarradellas, que había regresado del exilio hacía dos años y medio.
Josep Lluís Núñez presidía el Barcelona y en sus primeros años de mandato se caracterizó por una agresividad contra el Madrid que no era habitual. Núñez, sin los complejos de sus predecesores atacaba al Madrid por los ingresos de la televisión (exclusivos del club blanco) y por el trato arbitral. El Madrid, con Bernabéu recientemente fallecido, lo presidía Luis de Carlos, un hombre de perfil conciliador. Tanto, que viajó a Basilea a apoyar al Barcelona en la final de la Recopa con una insignia y una bufanda del blaugrana.
La tensión previa al partido fue tal, que De Carlos rompió relaciones con el Barça y en esa época, eso podía tener consecuencias. Tarradellas tomó el toro por los cuernos, el lunes antes del partido presidió el consejo directivo del Barça, el martes citó a ambos presidentes en el Palau de la Generalitat y el domingo presidió un partido en el que Cunnigham dio un recital y el árbitro se comió dos penaltis. Uno a Serrat y otro por manos de Sabido. Al final del partido, Tarradellas le reconoció a Núñez: “Teníais razón, son mala gente”. y le invitó a cenar.