Relatos del Camp Nou (III): Remontada y noche mágica con la grada medío vacía
El Barça de Michel cayó por 3-0 en Inglaterra ante el equipo de un joven Robson. La afición, enfadada no confió en el equipo, pero Johan Cruyff le dio la vuelta a la eliminatoria ante sólo 24.000 espectadores.
Mucho se ha escrito de las noches mágicas del Camp Nou, remontadas europeas que se han mitificado como la lograda ante el Anderlecht en el 78 o el Göteborg en el 85 o ante el Ipswich Town en octavos de la Copa de la UEFA 77-78. Ese partido, puede que sea la noche mágica, remontada o llamenlo como quieran más peculiar de la historia, pues esta vez, el público no fue el motor del equipo. El soci del Barça estaba tan enfadado con los suyos por su marcha en La Liga y por el resultado de la ida que apenas acudieron al Camp Nou a ver lo que sería un milagro 24.000 espectadores que fueron testigos privilegiados de un partido memorable.
El modesto Ipswich era en aquel momento el equipo sorpresa en Inglaterra con un equipo en el que destacaban jugadores que llegarían a la selección como Mills, Mariner, Talbott o Osborne, que entrenaba un joven técnico: Bobby Robson.
En Portman Road, el equipo de Michels cayó por 3-0 y nadie daba un duro por la remontada en una lluviosa noche de diciembre que dejó casi desiertas las gradas del Camp Nou. Pero ahí estaba Cruyff para liderar al equipo (marcó hasta de cabeza a la salida de un córner) para llevar el partido a los penaltis donde el portero Pello Artola se ganó el apodo de Sant Artola gloriós.