Raúl García: “No pasa por mi cabeza que este es mi último año”

El encuentro tiene lugar en la Cervecera El Puerto, local del Puerto Deportivo de Getxo. Raúl García (Pamplona, 36 años) habla con la profundidad de un veterano curtido en mil batallas y sin tapujos. Lo que piensa lo dice, y siempre a la cara. Era odiado por San Mamés y ahora mismo el estadio bilbaíno se rinde a su entrega sin límites. Acaba contrato y quiere seguir. Tiene cuerda para más. Abre su corazón a AS, desmenuza el partido de esta noche en La Catedral ante el Real Madrid y nos acompaña en un paseo por la playa de Ereaga, en Neguri, cercana a su residencia, para posar para las fotos. Es un paisaje idílico, un remanso de paz, ajeno a las batallas que protagoniza cada jornada en pos de la victoria. Se imagina ya viviendo aquí cuando cuelgue las botas., de

Partido en Copa ante el Valencia. ¿Afán de revancha?

Estamos viendo que los equipos ahora dan más importancia a la Copa, ya no hay tantas sorpresas como al principio y el cruce era complicado tocase quien tocase. Nos toca el Valencia, fuera de casa, pero confiamos en que el equipo esté bien y si es así, tenemos nuestras opciones de sacarlo adelante.

En estos tres años se han mostrado casi infalibles en el torneo del KO.

Las estadísticas solo sirven para mirarlas, no para sacar conclusiones que crees que van a condicionar el futuro. Cuando son negativas, también intentamos restarle importancia. Es verdad que el equipo afronta los partidos de una manera que le sirven para sacarlos adelante.

Otra noticia reciente es la renovación de Villalibre. ¿Le gusta que siga?

Se nos suele olvidar que no es fácil la élite. Una cosa es competir y llegar y otra, el paso siguiente, el de asentarse. Asier es un tipo excepcional, tengo muy buena relación con él y todo lo bueno que le venga, se lo merece. Me alegro de que siga. No ha tenido la continuidad para demostrar lo que puede hacer.

Vamos con usted. En lo que le queda de carrera, que parece que no es mucho. ¿Qué quiere hacer?

Hay que asumirlo, los años pasan, la época de acabar una carrera llega y está más cerca. Me llena ir a entrenar, el día a día, estar muy cerca de los jóvenes, porque cuando yo empezaba, lo hicieron conmigo y eso me sirvió para mucho. E intento ayudarles desde mi conocimiento y experiencia. No se trata de decirles qué hay que hacer sino dar consejos que he vivido y me han servido. A partir de ahí, soy competitivo por naturaleza, no me conformo con nada, nunca estoy contento si no juego, quiero competir, estar al servicio del entrenador.

Tiene una Supercopa en Bilbao, ¿quizá la guinda podría ser una Copa o lo ve imposible?

No, son realidades que están ahí, como lo es saber la dificultad que tiene. Hemos estado cerca. El equipo ha hecho méritos suficientes para haber conseguido alguna. Seguimos trabajando para ello. No hay que hablar de la palabra fracaso. Prefiero intentarlo mil veces aunque pueda decepcionarme que desistir.

Es un ‘animal’ competitivo, los de su perfil llevan mal la suplencia.

Hay que ver a qué se le llama ‘llevar mal la suplencia’. Para mí eso sería quejarse, no entrenar bien o aceptarla como algo normal y no hacer nada por cambiarlo. Soy de los que piensan que te toca vivir diferentes momentos y debes ayudar desde el sitio que te corresponda. La experiencia te hace ver que hay que relativizarlo todo. Entreno al máximo para cuando me toque jugar diez minutos o como titular. Ese es el primer paso para poder tener esos minutos que todo futbolista quiere. Hay que aceptarlo, entendiendo que el entrenador quiere lo mejor para el equipo.

Llega el Madrid. ¿Un excolchonero se sobremotiva en casos de estos?

Cualquiera que vea cómo celebro los goles... da igual el rival que tenga delante, todos son iguales. En el fútbol se habla demasiado sin tener conocimiento, Marcar supone una alegría enorme, un momento de euforia tras el trabajo de la semana que no se ve. Hablamos de uno de los mejores equipos del mundo y cuanta más dificultad hay en tu trabajo, más te alegras. Eso, al margen de la rivalidad de la que que tanto se habla.

Aquella expulsión ante ellos en 2020, en Valdebebas, la primera roja en Liga como león en 180 partidos, muy rápida por faltas a Modric y Kroos, fue uno de sus pocos errores como jugador del Athletic.

No, yo cometo muchos errores. El primer paso para corregirlos es ser consciente de ellos. Me gusta buscar la perfección inexistente, pero sé que es imposible. Tengo muchas imperfecciones, pero soy de los que siempre reconocen las cosas y no me cuesta nada pedir perdón si lo tengo que hacer. Y en situaciones de esas, lo hago.

¡Así nunca será feliz plenamente! Ya lo suele comentar.

Con lo de que no puedo ser feliz siendo así me refiero a que ser tan responsable muchas veces me impide disfrutar más. Soy muy feliz con lo que hago, disfruto con mi trabajo y es la manera para lograr lo que he ido logrando.

Fue un boom aquella frase de que estaría encantado de que le suban los impuestos si van a lo que deben. Seguro que no lo dijo para hacer populismo.

Tal cual. Es difícil muchas veces en una entrevista transmitir todo lo que piensas. En una frase, cada uno puede interpretarla de la manera que quiera, cogiendo lo positivo o viendo algo negativo. Soy futbolista, me siento afortunado por ello, desde que empecé, he intentado ser lo que mis padres me enseñaron. Digas lo que digas, tendrás a gente a favor y otra en contra. Sé que puedo hacer muchas cosas más para que haya igualdad social. Me gusta que el mundo sea lo más justo posible. Si yo vivo en una buena situación económica, ¿por qué no intentar ayudar a los demás? Lees críticas y se van por el lado que quieren. Solo trato de ser una persona normal y entiendo muchas situaciones, porque empatizo con la gente, o lo intento.

Hay gente que no puede pagar una entrada o un carnet para ver el fútbol, su gran pasión. ¿Eso no le remueve por dentro?

Por eso decía lo de los impuestos. Pero no se trata de si digo que no me importa pagar más impuestos, yo me refería a saber a dónde van, que lleguen a la gente que verdaderamente lo necesita. No es fácil, los que tienen que hacerlo son otros, pero podían ser más justos en la toma de decisiones para que la gente pueda vivir mejor.

Habla de que los médicos y profesores, por poner dos ejemplos, son más importantes que los futbolistas, pero ustedes pueden sacar a mucha gente de la depresión momentáneamente.

Cuando hablo de eso, de médicos, bomberos o profesores, por poner tres ejemplos, me refiero a la utilidad que aportan a la sociedad. Yo soy consciente de lo que aporto a nivel de felicidad a la gente por el hecho de ser futbolista y que te vean. Muchas veces somos un espejo. Somos un espectáculo que sirve a mucha gente para liberarla de sus pensamientos. Lo que trataba de enfocar era por ese lado.

También suele incidir en que no vende humo, ¿hay jugadores que sí lo hacen?

Muchísimos. Los futbolistas somos el reflejo de la sociedad, pero el foco que tenemos es tan grande... En cualquier trabajo hay egoístas, sinvergüenzas y esforzados trabajadores. Pasa en todos los lados. En el fútbol hay mucha gente que piensa solo en sí misma, te dice una cosa sabiendo que no es así, solo para se hable de ellos... lo que pasa es que se dimensiona tanto que se habla de los futbolistas de una manera en la que no me siento identificado. Con esto no quiero decir que no haya otra gente así, la hay. Pero hay que conocer siempre a la persona.

¿A veces se obsesiona tanto con el fútbol que se lo lleva a casa y cargan los que no deben?

Eso era así antes, más cuando estaba solo con mi mujer. Más que pagarlo con ella, me quedaba triste, apagado, el fútbol tiene esa parte de soledad. Vives los momentos complicados solo. Ser padre me ayudó a llegar a casa y olvidarme de mi trabajo, dar el tiempo que se merece a mi familia. Ellos también viven esos momentos complicados y no se merecen pasarlo como muchas veces se lo hacemos pasar.

Reina las tuvo tiesas con Vinicius, que está en todos los líos. Ese perfil le tiene que irritar a gente como usted, un profesional sin tantas ‘florituras’ y gesticulaciones.

Ni los buenos son tan buenos ni los malos, tan malos. Hay que ponerse en situación. Hace tiempo tuve una conversación sobre cómo viene la gente hoy en día, no solo en el fútbol, en todos los ámbitos. Hay un momento en el que te das cuenta de que o te adaptas o estás todo el día sin entender nada. Dicho esto, soy de los de antes, del fútbol de antes y los compañeros de antes y te tienes que adaptar a lo que viene. Soy más de pensar en el trabajo y la dedicación fuera de los focos, pero hay que respetar a todos.

Todos admiran a Ancelotti, ¿se suma a esa corriente?

El trato con él siempre ha sido muy respetuoso. Nos saludamos con educación. Está realizando un gran trabajo y no se le está dando importancia porque pasa desapercibido y esa es una de las grandes bazas de una persona.

Hagamos un inciso con su querido Atleti. Aquel equipo con su ‘hermano’ Gabi, Adrián, Courtois, Juanfran... estaba en otra dimensión.

El vestuario que teníamos en aquella época es muy difícil de conseguir, por mucho que se busque. A nivel de competencia y relaciones humanas, es complicado igualarlo.

Otra vez se cuestiona a Simeone.

El futbol tiene muy poca memoria. Las críticas a un entrenador que ha estado tanto tiempo, allí o en cualquier otro lado... en el fútbol se piensa poco en los proyectos, carece de paciencia y solo se vive del resultado. Un entrenador que ha hecho todo lo que ha hecho el Cholo en el Atleti se merece un respeto. Si las cosas no salen, tendrán que buscar soluciones o el día de mañana otro entrenador, pero desde la confianza, no desde la desconfianza que estamos viendo últimamente. Todo ha cambiado mucho desde que yo llegué hasta ahora a nivel de vestuario, pero esta falta de memoria no es justa y hay que ser más agradecido.

Es de los que bendice los malos momentos, porque aprende de ellos. Suena duro.

Los momentos buenos pasan muy rápido, y los malos duran mucho. Ahí es el instante de aprender. Más que aprender, se trata de llevarte cosas para que no vuelvan a suceder o lo lleves de otra manera. La gente de fuera no es consciente de lo que es una situación jodida para un futbolista, parece que lo tenemos todo, que vives bien y haces lo que te gusta. Es difícil explicar lo que es estar en una situación complicada. No digo que esto no pase en el trabajo de la gente, no podemos comparar. Yo hablo de lo que vivo. Esos instantes te hacen recapacitar mucho y apoyarte en gente que está ahí. Ves la que está de verdad y la que no. Por eso siempre digo que los momentos duros son los que más te ayudan para aprender lo que más tienes que coger.

Acaba contrato, no me niegue que no se ve un año más.

Siempre lo he dicho. Hablaré de dejarlo cuando vea que no puedo o no voy.

Como dice De Marcos.

Si. Pero ahora mismo me siento muy bien, disfruto entrenando y cada vez que me toca jugar, siento que aún estoy aportando. Soy consciente de que a veces no saldré de inicio y deberé ayudar desde otra posición. Me veo con esas ganas, esa ilusión de seguir, y no pasa por mi cabeza que este es el último año de mi carrera. Trato de devolver el cariño y la confianza que se me dio desde el principio.

Completó en el Atleti ocho temporadas, más un partido casi anecdótico en la novena, y esta es la octava en Bilbao. Puede ser el sitio en el que más tiempo esté. ¡Aquí, que no le podían ni ver!

Me queda poco para superar en partidos lo que hice en Madrid (329 como colchonero y 316 como león). Vine convencido de que el cambio era lo mejor para mí. Sabia el pensamiento que tenía mucha gente, pero soy una persona que intenta convencer desde el trabajo y las respuestas donde tengo que darlas. Y así sigo intentándolo. Por eso quiero seguir, no tengo en la cabeza otra cosa.

Estando a su lado, no es ese ogro que muchos ven en usted.

Siempre hablo mucho, pero nunca he pasado la línea del respeto. Me gustaría que preguntaran a los árbitros sobre mi relación con ellos y os sorprendería su respuesta. Tienen un trabajo supercomplicado. Cuando las cosas no salen bien muchas veces se enfocan en ellos, pero son personas. Tengo amigos en el Comité de Árbitros y les respeto como a cualquier compañero de profesión.