“Probé en el Madrid, pero el Barça era mejor opción”

Sin tapujos ni pelos en la lengua, Ansu Fati ha mostrado su lado más personal en una entrevista concedida a France Football. El joven delantero ha hecho un repaso acerca de su carrera deportiva, desde sus orígenes hasta llegar a lo más alto. Ahora, el ariete de 20 años se ha asentado con creces en la primera plantilla de un Barcelona que, tiene en Ansu, un diamante en bruto sobre el que gira, junto a Pedri y Gavi, el proyecto de futuro del club azulgrana.

Primeros pasos en Guinea-Bissau: “Empecé a jugar en la calle con mis primos a los 3 años. En Guinea-Bissau, los niños tienen esa libertad casi desde que comienzan a caminar. Recuerdo que mi madre me llamó cuando la cena estaba lista. Solíamos jugar descalzos. Los que tenían un poco más de medios tenían sandalias de plástico. ¡Cogíamos calcetines que enrollamos entre nosotros para hacer una pelota! De vez en cuando conseguíamos recuperar una pelota de goma, pero, cuando estábamos disparando en una cosa afilada, estaba terminado.

Interés del Real Madrid: “Participé en competiciones de fútbol sala por toda España con Peloteros. Ganamos un torneo en Madrid, donde estaba el Atlético, Real Madrid, Getafe... Antes de fichar por el Barça, probé en el Real Madrid. En ese momento, el club no tenía residencia para alojar a sus jugadores jóvenes. Después de discutirlo con mi padre, decidimos que el Barça era la mejor opción, con La Masia, tanto para el fútbol como para mi educación”.

Formación en La Masía: “Recuerdo ver La Masia de fondo, poco antes de llegar a Barcelona. Cuanto más nos acercábamos, más nervioso me sentía. Al principio, no estaba seguro de querer venir y, después de una semana, ¡no quería irme! Llegué en 2012, justo después de la inauguración de la nueva Masia, cuando el club estaba en lo más alto. Las instalaciones eran muy modernas. Había una sala de juegos con tenis de mesa, billar... Cosas que nunca había visto antes. Ha sido una experiencia increíble vivir en La Masia y trabajar con entrenadores excepcionales. Participé en torneos de fútbol sala, donde había que regatear mucho. En ese momento, me gustaba hacer sombreros, flip-flap.... Pero Marc Serra, mi primer entrenador en La Masia, me hizo comprender rápidamente en qué club había aterrizado y que, durante los partidos, tenía que respetar a mis rivales. También me animó a marcar más goles y a no hacer más este tipo de gestos”.

Debut con el Barcelona: “Esa semana no dormí mucho, estaba muy estresado. ¡Había soñado con este momento durante años y todo se estaba volviendo realidad tan rápido! Me había imaginado tantas veces jugando en el Camp Nou y marcando un gol allí. En el túnel, antes del calentamiento (contra el Betis), Jordi Alba me cogió del hombro para que entráramos juntos al césped. Que un jugador como él te apoye en ese momento, es hermoso. Estaba nervioso, pero me ayudó a relajarme. Entonces, estar en el vestuario con todos estos extraordinarios jugadores es una sensación única. Cuando el míster me dijo que fuera a calentar, mi corazón comenzó a latir muy fuerte y los espectadores que estaban cerca del banquillo me aplaudieron. ¡Al momento de ingresar al partido, sentí que todavía estaba soñando! Mi vida cambió entonces”.

Relación y gesto con Leo Messi: “Tras el partido de mi debut ante el Betis, Leo nos esperó en el vestuario para felicitarnos por la victoria. Cuando llegué, para mi sorpresa, ¡me tomó en sus brazos! El fotógrafo del equipo nos tomó una foto a los dos y luego Leo la subió a su Instagram. Con todos los seguidores que tiene, por supuesto, a muchas personas les gustó la imagen y comenzaron a seguirme. Después de eso, recibí millones de notificaciones en mi móvil, fue una locura. Nunca olvidaré este gesto y le estaré eternamente agradecido. Que un jugador de su talla haga eso es algo muy importante para mí. Guardo la foto preciosamente en casa, para siempre. Recuerdo que Ronaldinho lo apoyó un poco de la misma manera cuando comenzó. Hizo lo mismo conmigo. Esta fue una verdadera fuente de motivación adicional para mí”.

Llamada de ‘La Roja’: ”Cuando Luis Enrique me llamó por primera vez, en agosto de 2020, estaba de vacaciones en Portugal con mi amigo Marc. Salíamos del hotel para ir a pasar el día a la playa y yo lo esperaba en el coche. De repente, salió saludando y gritando: “¡Ansu, no, no, no!” Al principio no entendía nada, pero después hice la conexión con una discusión que habíamos tenido el día anterior y entendí de qué se trataba. Con Marc hablamos de fútbol todo el rato, pero la verdad es que no esperaba que me convocaran en ese momento. De repente, tuve que acortar mis vacaciones de verano, pero como era para ir a la selección, ¡no fue un problema!”.