Xabi zanja el caso Vinicius

La contundente victoria del Madrid en San Mamés vuelve a instalar el estado de felicidad en el equipo… y también en Vinicius. El jugador ha vuelto a recuperar la sonrisa en los tres últimos partidos en los que Xabi le ha dado una nueva posición en el campo, como delantero junto a Mbappé, y partiendo, como le gusta, desde la izquierda, pero jugando más arriba. Un rol que le ata mucho menos en defensa y que el jugador siente que es más acorde con el estatus de atacante feroz que se ha ganado en las últimas temporadas, en las que ha sido decisivo para la conquista de las dos últimas Champions y que, en el fondo, le han valido para ser el actual The Best.

Xabi ha conseguido zanjar el caso Vinicius, el principal escollo que se había encontrado en el vestuario desde su llegada al Real Madrid. El brasileño vuelve a sentir que su fútbol encaja a la perfección en el sistema de juego y aunque eso no cambie nada de cara a su futuro en la entidad, pues realmente tiene un sentimiento de amor por el Real Madrid que facilitará la renovando de su contrato, sí que es cierto que si hubiera continuado la fricción que se produjo hace unas fechas, esa situación habría hecho más difícil que se llegara a un acuerdo.

Ha sido una secuencia de tres partidos jugando más arriba en la que Vinicius ha respondido a ese nuevo rol a la perfección. Primero, ante Olympiacos, Xabi dispuso un trivote de músculo (Tchouameni, Valverde y Camavinga) en un partido que tanto él como Mbappé pudieron disfrutar por el mucho espacio que tenían por delante. Vini dio dos asistencias para el póker de Kylian. Luego, ante el Girona, a pesar del empate, también se vio al Vinicius de siempre. Fue el que más remató (7) por encima incluso de Mbappé (5), y si el francés generó un 0,98 de rango en expected goals, el brasileño no se quedó atrás con un 0,79. Y por último, en La Catedral, ya con el 4-4-2 que sienta al equipo como un guante, el ex del Flamengo remató a por cuatro veces, tantas como Mbappé, y sólo le faltó el gol para completar una gran noche. Jugar más arriba y menos atado le sienta bien, y Vini se siente liberado por ello.

Es precisamente esa secuencia de tres partidos lo que ha devuelto a Vini la sonrisa. Lejos quedan ya los tiempos de tensión entre entrenador y jugador. Vinicius lo escenificó en La Catedral dando un sentido abrazo a Xabi Alonso. El futbolista estaba deseando que todo se calmase porque siente que tiene un peso importante en el vestuario y quiere que el proyecto salga adelante. Y su caso se da definitivamente por zanjado después del pico de tensión que se vivió tras explotar cuando el tolosarra le cambió en el Clásico en el 75, por las quejas airadas del jugador, y de que luego este no incluyera al técnico en su comunicado de perdón. Entonces, Vini estaba muy nervioso porque sentía que su fútbol no era del agrado del técnico. No en vano, había sido suplente en cuatro partidos de 13 y sólo había jugado completos tres. Y a eso se unía que la obligación de replegar tanto hacia atrás le impedía brillar arriba.

La situación fue tan tensa que Vini, en su peor momento, se planteó un futuro lejos del Madrid si la situación persistía. Pero tal y como informó AS, ese fuego se apagó pronto, y ahora Real Madrid y Vinicius están convencidos de que su renovación llegará a buen puerto cuando dentro de poco, ya en 2026, se retomen las conversaciones. Vinicius ha recuperado la sonrisa con la nueva posición de delantero que Xabi ha ideado para él. Y siente que encaja más en el sistema y en el proyecto. Su caso, está cerrado.

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