LAS PALMAS - REAL MADRID

‘Vallestegen’, el centrocampista con guantes

La vocación de Álvaro Valles nace de su padre, guardameta aficionado y mentor durante años. Un portero que sale del barro y mira a las estrellas: “Su gran sueño es la Selección”.

Carlos Diaz-RecioDiarioAS

No goza del impacto mediático de otros jugadores, pero resulta indudable que Álvaro Valles (Sevilla, 1997) es una de las grandes revelaciones de la Liga. Sus datos entre palos son asombrosos. Según Wyscout, plataforma de análisis, es el portero con más pases completados por partido y mayor porcentaje de paradas (82,65%) de las cinco grandes ligas europeas. Además, ocupa el tercer lugar en goles evitados y el cuarto en acciones defensivas con acierto. Su influencia en el buen rendimiento de Las Palmas es gigantesca y su progresión, deslumbrante.

Su vocación por la portería la incubó desde muy pequeño. Su padre, Javier, dedicado a la hostelería, era guardameta a nivel aficionado y Álvaro le acompañaba a los partidos. Aquellas tardes en la grada, con los ojos como platos y el corazón dando saltos, alimentaron su sueño. Su primer equipo fue el Círculo Don Bosco, un pequeño club sevillano. De allí, con 8 años, pasó al Nervión y meses más tarde al Sevilla, donde creció en todos los sentidos durante tres temporadas mientras imaginaba ser Casillas o Buffon, sus dos grandes referentes.

Su padre, admirador de Arconada, se sacó el título de entrenador para contribuir a avivar el fuego de la ilusión de aquel joven con gran proyección. Durante dos años moldeó con esmero y paciencia la figura de un chico que fue creciendo hasta llegar a medir 1,92. El destino y su evolución lo llevaron al Betis primero y a Las Palmas después. En 2018 llegó a Gran Canaria, donde tuvo que asumir el rol de suplente en el filial de Josep Martínez, un diamante que acabó fichando por el Leipzig y que ahora juega en el Genoa italiano. “Álvaro siempre iba de tapado durante su etapa de formación. Nunca fue convocado por la selección sevillana o andaluza. Pasaba inadvertido, pero siempre acababa ganándose el puesto. De todas formas, jamás imaginé que podría llegar a Primera División”, comenta su padre.

Apodo: “Vallestegen”

Su magnífico juego de pies, seña de identidad de Valles (sin tilde), lo empezó a forjar desde que tuvo sus primeras botas. “Yo le inculcaba que tenía que utilizar bien ambas piernas y lo hacía fenomenal. Con 15 años ya ponía saques al pie de sus compañeros. Por eso le apodaron ‘Vallestegen’, porque tenía la misma virtud que el portero alemán del Barça”, recuerda Javier.

En casa de la familia no se pierden ningún partido suyo. Su madre, María José, que le premia con su exquisita carne en salsa con patatas cuando vuelve a casa, sus hermanos Javier y Paula, su abuela Encarni y el resto de la tropa forman el club de fans del niño que se convirtió en gigante y al que todos sueñan ver con una camiseta algún día: “Jugar con la Selección sería lo máximo para él y para nosotros. Es un gran deseo”, aseguran en su entorno.

Álvaro Valles festeja con Las Palmas.CHEMA DIAZDIARIO AS

Rodolfo Orife, su agente desde hace once años, destaca “su estabilidad mental tanto en lo bueno como en lo malo. Es muy fuerte en ese sentido. Le da normalidad a todo. Cuando me llamó hace un año diciendo que se había lesionado el menisco estaba yo más hundido que él”. Su estado de forma le lleva a ser un jugador muy cotizado. “Estamos recibiendo muchas llamadas de todas partes interesándose por su situación, pero vamos paso a paso. Tiene contrato hasta 2025 y está feliz en la isla. En el futuro veremos qué pasa. Yo, desde luego, lo veo para un grande, pero el mercado tiene sus propias leyes”, comenta Orife.

Palabra de Pepe Mel

Pepe Mel coincidió con él durante su estancia en el Betis y, años después, le hizo debutar como profesional en Segunda División con Las Palmas. “Es un guardameta que transmite tranquilidad y tiene un juego fantástico con los pies. Realmente parece un centrocampista con guantes. Ayuda muchísimo en la salida de balón y empieza a construir el ataque del equipo desde atrás aportando un gran apoyo a los centrales. Aparte de eso, obviamente, tiene gran colocación y reflejos”, apunta el técnico madrileño, que añade un parecido y un objetivo: “Por cualidades diría que se parece a Ter Stegen y lo veo ya preparado para ir a la Selección, que es un gran sueño para él”.

Antonella, su hija nacida hace un año, se ha convertido en una nueva motivación para un portero que salió del barro y mira hacia las estrellas mientras sueña con escuchar algún día el himno de su país en el campo con la camiseta de La Roja sobre sus hombros.

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