Un Simeone se cuela en la fiesta liguera del Real Madrid

Al Madrid le pilla el partido bajándose de Cibeles y al Alavés subido en la nube de la permanencia. Faltará emoción, pero sobrará felicidad en la noche en que el campeón ofrecerá la copa, recibida casi clandestinamente el domingo en Valdebebas, al público del Bernabéu. En cualquier caso, el partido tiene su aquel. La afición blanca tendrá la oportunidad de examinar a Rafa Marín, que en verano estará en su primera plantilla tras su erasmus en Vitoria, y Joselu se enfrentará al equipo en el que pasó tres temporadas. Un gol suyo supuso el segundo y último triunfo del Alavés ante el Madrid como visitante. Sucedió en 2020, en Valdebebas y sin público causa de la pandemia. La otra victoria vitoriana llegó hace 24 años. Aquel Alavés de Mané se impuso por 0-1 con un gol de Azkoitia. Un año después llegaría a la final de la Copa de la UEFA.

El choque tiene un punto de derbi, desde Luis García Plaza a Samu Omorodion pasando por Giuliano Simeone (sigue el partido en directo en As.com). El técnico madrileño estudió en el Colegio Amorós del barrio de Carabanchel, de clara filiación rojiblanca, y entró en la cantera del Atlético en infantiles. Recorrió todas las categorías hasta el primer filial. Omar Pastoriza llegó a convocarle con el primer equipo en un partido ante el Barça y otro ante el Madrid, pero nunca llegó a debutar. No alcanzó la élite, pasó por varios equipos modestos (Yeclano, Rayo B, Talavera, Benidorm) y le retiró una lesión a los 27 años. Como entrenador se inició en varios clubes de la zona mediterránea, ascendió a Primera al Levante y a partir de ahí despegó su carrera: Getafe, Villarreal, Mallorca y experiencias en Emiratos Árabes, China y Arabia Saudí. Sin embargo, en ningún sitio ha sido tan feliz como en el Alavés, al que ascendió el curso pasado y ha mantenido en este. “Somos el equipo con el límite salarial más bajo. Por eso, estas son de las temporadas de las que más orgulloso me siento”.

El partido también es especial para Giuliano Simeone, criado en la cantera atlética. En su último año en el filial hizo 25 goles y la temporada pasada fue cedido al Zaragoza, con un rendimiento notable. En esta dio el salto a Primera, pero en un amistoso de agosto sufrió una fractura de peroné que le hizo perderse toda la primera vuelta. Tampoco jugaba mucho en la segunda (119 minutos) hasta que se enfrentó al Atlético. Su gran actuación le llevó a la titularidad en los tres partidos siguientes, en los que se apuntó una asistencia y un gol. El Alavés pretende tenerle otro año. Hoy, el Cholito pondrá el morbo en el Bernabéu.

Samu, de revelación a suplente

Samu Omorodion, también de propiedad atlética (pagó los seis millones de cláusula al Granada tras el primer partido de Liga), ha recorrido el camino inverso. Aún es el pichichi del equipo, con nueve tantos, después de un arranque de temporada espectacular que le llevó a la selección española Sub-21, pero su estrella ha ido apagándose hasta el punto de que se ha visto fuera del once inicial en los últimos cuatro partidos. El veterano Kike García le ha quitado el sitio.

También tiene su lado madridista el Alavés en Antonio Blanco, que llegó a jugar cuatro partidos con Zidane y dos con Ancelotti, y en Rafa Marín, que en junio pasará a formar parte de la plantilla blanca tras haber superado con nota su cesión al Alavés. Ha jugado 33 partidos esta temporada, 27 como titular, y con 21 años el club blanco le ve como una magnífica opción como cuarto central. Sevillano, estuvo dos temporadas en la cantera del Sevilla, pero en 2016, con solo 14 años, se decidió por el Madrid. Antes de salir al Alavés pretendió una cesión a algún equipo de Primera, pero el club siempre dio prioridad al Castilla hasta que el pasado verano decidió foguearle al máximo nivel.

El Madrid plantea el partido en clave Wembley y, a día de hoy, solo hay dos dudas reales: el portero y la pareja de Rüdiger en el centro de la defensa. La tercera incógnita la despejó ayer Ancelotti al confesar que Tchouameni tiene muy difícil llegar a tiempo para la final, lo que eleva a Camavinga a la categoría de titularísimo en Londres. Así que en los tres partidos que restan tendrán que seguir pasando revista Courtois y Militao, dos pilares recién salidos de graves lesiones de rodilla. Courtois lleva dos partidos de muy poca exigencia y no lo jugará todo porque si finalmente no está listo, tampoco parece conveniente que Lunin llegue a la final con varias semanas sin competir. Militao, en cambio, será el jugador más utilizado de aquí al cierre de Liga. Ancelotti no le pondría si la final fuese mañana, pero le encantaría pensar lo contrario el 1 de junio. No hay que olvidar que comenzó el curso como primer central.

Plan Wembley

En cualquier caso, hoy volverán los titulares, aquellos que descansaron en Granada, probablemente pararán el fin de semana frente al Villarreal, después de tres días de asueto concedidos por el técnico, y regresarán de nuevo para el ensayo general de la final ante el Betis. Ese es el mismo patrón que siguió Ancelotti hace dos años, en vísperas de jugarse el título contra el Liverpool. El Madrid también acabó la Liga frente al Betis y el italiano puso aquel día a nueve de los once que estuvieron en la gran cita. La única novedad en la lista es el mediocentro canterano Mario Martín.

En el Alavés, en cambio, Luis García le dará la vuelta al once. Anunció un mínimo de cinco modificaciones, aunque no cambiará la idea del juego directo que predica: es el equipo que menos posesión tiene en la Liga (41%) y el segundo que más centros registra.

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