Un Madrid sin Benzema frente a un Sevilla en cuadro

Hace menos de un año, un Sevilla feliz llegaba segundo al Bernabéu con la apariencia de ser la principal amenaza del Madrid en la Liga (solo cuatro puntos les separaban). Hoy repite escenario en circunstancias notablemente más adversas: decimosegundo, sin los dos centrales de referencia del curso pasado, con la herida del despido de Lopetegui sin cicatrizar y con una alarmante concentración de bajas en defensa (sigue el partido en directo en AS.com). Un mal momento para visitar a un Madrid imparable que en diez días ha celebrado su clasificación en la Champions, un triunfo en el Clásico y un liderato en solitario. Hoy, además, recupera a Courtois después de seis partidos de baja, pero pierde a Benzema, que entró en la lista pese a sus molestias, pero se cayó del cartel este mismo domingo. Sufre “fatiga muscular en el cuádriceps de la pierna izquierda”, según el parte médico. El francés, que ya se perdió el duelo ante el Getafe por el mismo motivo, tampoco jugará ante el Leipzig.

Isco y Sampaoli son los letreros luminosos del choque. El malagueño jugó en el Madrid nueve temporadas que empezaron bien y acabaron en casi nada. Llegó al club como jugador internacional y flamante Golden Boy a la vez que Ancelotti, que en aquellos dos primeros años le puso como titular en 77 partidos. En su última campaña, también con el italiano, se quedó en tres. Pasó de promediar más de 3.000 minutos por curso a no llegar a 400. Hacía mucho tiempo que el Madrid lo daba por amortizado.

Lopetegui creyó que merecía una segunda oportunidad y consiguió que el Sevilla lo incorporara en medio de una ola de entusiasmo. En un verano de ventas dolorosas, su llegada ilusionó a la afición. Diez mil espectadores festejaron su presentación y tanto Lopetegui como Sampaoli le han considerado imprescindible. Ha jugado todos los partidos desde que llegó menos el primero y ha dado dos asistencias, aunque, como en el Madrid, ha ido de más a menos.

El bielsista flexible

El segundo foco del encuentro es Jorge Sampaoli, el bielsista moderado. El actual técnico del Sevilla recorría muchos kilómetros para ver a entrenar a Bielsa cuando este dirigía en las divisiones inferiores argentinas. De él tomó el método y lo domó. “Sampaoli no es discípulo mío, porque es mejor que yo. Una de las virtudes de un entrenador es la flexibilidad, no enamorarse de su propia idea. Yo no he cedido en esa idea y Sampaoli sí porque su poder de adaptación es mayor”, dijo una vez Bielsa.

Sampaoli dirigió al Sevilla una temporada hace seis años. Debutó entonces ante el Madrid y perdió. Fue en la Supercopa de Europa. Ya no queda nadie de aquella plantilla, que el año anterior había ganado con Emery la Europa League. El argentino jugó cinco veces ante el Madrid en ese curso y solo pudo ganarle en el Pizjuán en la Liga.

Ahora dispone de un equipo peor armado. El club vendió en verano a Diego Carlos y Koundé, los dos futbolistas que más minutos habían disputado el curso pasado, y a Ocampos, el delantero más utilizado. Los repuestos no han estado al mismo nivel, especialmente en ataque: Dolberg aún no ha marcado y Januzaj no ha jugado un minuto en Liga (49′ en Champions repartidos en tres encuentros son su balance provisional). Con Sampaoli ha subido en un punto la agresividad del equipo, pero ha sido incapaz de ganar en cuatro partidos. El argentino no ha repetido alineación y ha probado, sin éxito, con un punta por partido: Dolberg, En Nesyri, Lamela y Mir. Ninguno de ellos marcó como ariete. Sin embargo, el problema no está solo en el ataque. Al Bernabéu llega muy mermado en defensa. Esta semana se confirmó que Nianzou será baja hasta el próximo año, Rekik sigue recuperándose, está sancionado Salas, Fernando sale de una mononucleosis vírica y no llega, tampoco Acuña, y Marcao entró en la lista con alfileres. Así que Gudelj, al que Sampaoli ha colocado como centrocampista en sus cuatro partidos, tendrá que jugar como central.

Será, pues, un Sevilla con menos argumentos que en temporadas anteriores, especialmente en su retaguardia. Así lo atestiguan los datos: recibe cuatro disparos más por partido que el curso pasado. También ha perdido cuatro puntos de posesión.

Regresan Mendy y Tchouameni

El Madrid está en el polo opuesto: 28 puntos de 30 posibles, un liderato solido y un relevo generacional que ha cuajado. Valverde marcó en Elche su sexto gol de la temporada, la misma cifra que en sus cuatro temporadas anteriores de blanco. Rodrygo, mitad titular, mitad suplente, ya ha superado la mitad de goles y asistencias que se apuntó el curso pasado. Hoy tendrá que jugar de nueve por la baja de última hora de Benzema. A cambio, después de seis partidos ausente por una ciática, regresa Courtois con el premio Yashin bajo el brazo. Lunin ha cubierto bien su ausencia (cuatro goles en seis partidos), pero el belga es un refuerzo de lujo para el líder.

Ancelotti tocará poco el equipo que jugó en Elche. Regresarán, posiblemente, Mendy y Tchouameni y Valverde jugará en la banda, con Rodrygo en punta. La gran rotación se espera en Leipzig, con el equipo clasificado para octavos y la bala de la última jornada ante el Celtic para asegurar la primera plaza del grupo.