VALENCIA - REAL MADRID | SIQUEIRA
Siqueira: “Tras ganarle al Real Madrid, llamé a mi padre y decidí retirarme”
El exjugador del Valencia dejó el fútbol a los 30 años. En Mestalla vivió un calvario por las lesiones. “Yo llegaba casi cojo a los partidos antes de jugar”, afirma a AS.
Guilherme Madalena Siqueira (Florianópolis, 1986) podría estar jugando todavía al fútbol si hubiese apurado su carrera. Sin embargo, una grave lesión en el tobillo le hizo colgar las botas con solo 30 años. Curiosamente, el lateral brasileño tomó la decisión después de ganarle al Real Madrid en Mestalla, en 2017. Ese día, tras la victoria y con Mestalla al rojo vivo, llamó a su padre para decirle que no podía más. Ahora, vive en Brasil, donde es representante de jugadores junto al exmadridista Savio Bortolini. Siquiera dejó mal sabor de boca en el Valencia, con el que jugó 26 partidos en un año y medio. Antes, hizo carrera en el Udinese, Granada, Benfica y Atlético. Siqueria, como ha contado mil veces, también llegó a firmar un contrato de tres temporadas por el Real Madrid. Pero un problema burocrático se lo impidió. Con naturalidad y responsabilidad por no haber cumplido en Mestalla, repasa con AS su carrera.
Vive en su Brasil natal. ¿Qué es de su vida?
Tengo negocios con Savio Bortolini y representamos a jugadores jóvenes. En Brasil es una locura por los futbolistas interesantes que hay, pero buscamos mezclar la capacidad técnica que tienen los brasileños con lo que se enseña en Europa. Me refiero a la parte mental porque hay muchos jugadores con técnica y calidad, pero les falta esa parcela profesional. No es una tarea fácil, pero Savio y yo hemos estado mucho tiempo en Europa y queremos trasladarles a esos chicos lo que hemos aprendido.
¿Por qué es tan complicado?
Lo que pasa aquí no ocurre en Europa. En Brasil, por cuestiones económicas, necesitan que el hijo sea futbolista. La cosa se complica porque hay una presión por parte de la familia. Los representantes tenemos que intentar que los padres ejerzan como tal y dejen al hijo disfrutar. Hemos visto muchos jugadores que no han querido seguir jugando por la presión familiar. Pero es verdad que aquí todos los días los niños nacen queriendo ser Neymar, Vinicuis, Rodrygo...
¿Qué nos cuenta de Endrick?
Si miras la edad y lo que ha hecho, es una locura. Además, tiene mucho margen de crecimiento. Va a madurar mucho. Aquí, con 17 años, ya ha demostrado que está preparado. El Madrid ha hecho un fichaje muy acertado, como el Barça con Vitor Roque. Ambos demuestran una madurez en el campo que asusta. Pero tengo curiosidad por ver a Endrick en Europa, en el Madrid y con Ancelotti. Va a crecer mucho.
“Lo de Endrick, a su edad, es una locura. El Madrid ha hecho un fichaje muy acertado”
Volvamos a su carrera. Tiene ahora 37 años... Y se retiró a los ¡30!
Para que se haga una idea. A día de hoy, no puedo jugar al fútbol con los amigos ni hacer ningún deporte de impacto. Lo único que hago es bici o nadar. Tengo una lesión en el cartílago importante desde los 18 años, cuando llegué a Italia. Cuando estaba en el Valencia intenté entrenar y jugar pero la lesión ya estaba bastante avanzada. Empeoré mucho y se ha ido agravando. Pero el tobillo me ha dado mucho y no me puedo quejar. Es verdad que cuando me retiré todavía me podrían quedar cinco o siete años a gran nivel, pero el ‘hombre de arriba’ no quiso que fuese así. Aunque no fue fácil dejarlo a los 30 años, mentalmente lo superé y estoy muy bien.
Y estando así, ¿cómo firmó por el Valencia?
Me gustaría hablar con cada aficionado del Valencia, uno por uno, si pudiera. La gente en Valencia no conoció bien al Siqueira profesional. Yo nunca he sido polémico y siempre me vieron con buena cara en los vestuarios. Mi rendimiento en el Valencia fue por debajo de lo esperado, pero si el aficionado supiese lo que hice por entrenar y jugar cada domingo, me reconocería el esfuerzo y me respetaría un poco más. Yo llegué al Valencia después de competir en el Atlético. Pero en mi primera semana, tras firmar y pasar el reconocimiento médico, sufro un esguince de tobillo en el entrenamiento. Pocos días despuès, había un partido contra el Betis y no le quise decir nada a los médicos ni al entrenador para no quedarme en casa. Me fui con un dolor increíble. De hecho, en el minuto 40 tuve que pedir el cambio. A partir de ahí, empezaron los problemas. Yo hacía hasta tres sesiones al día con el Valencia por recuperarme y ayudar al club. También entendía que la entidad necesitaba ganar y el aficionado quería rendimiento. Yo no pude estar al nivel, pero nunca me faltaron las ganas de ayudar y siempre me preocupé por el club. Sólo la gente del Valencia y mis compañeros aquel año saben lo que pasé con infiltraciones, tratamientos... Pero no podía luchar contra mi cuerpo. Me hubiese gustado que mi paso por el Valencia fuese diferente.
¿Salió llorando alguna vez de Paterna?
La gente no sabe lo que pasé en casa con mi familia aquel año y medio. Hubo un partido que lo cambió todo y dije que lo tenía que dejar porque no disfrutaba y mi salud estaba en juego. Aquel partido fue contra el Madrid y ganamos 2-1 en Mestalla. Voro era el entrenador y sacó a Gayà de lateral izquierdo y a Nani de extremo. Yo me quedé en el banquillo y al no salir de inicio no me infiltré, que es lo que hacía antes de cada partido para poder jugar. Imagínese, yo llegaba a Mestalla casi cojeando por el dolor antes de jugar. Luego, me infiltraba y se me quitaba. Pero en ese partido no lo hice y antes del descanso, Nani se lesionó. Voro me dijo que saliese y jugué con un dolor impresionante. Ganamos al Madrid, la afición estaba eufórica y yo no estaba disfrutando. No era feliz. Ese día, nada más salir de Mestalla, llamé a mi padre y le dije que no podía seguir porque mi día a día estaba siendo difícil y no disfrutaba.
También le pilló un año complicado con Voro, Prandelli...
Yo llegué en enero de 2016. La plantilla era competitiva pero no dimos la talla. Yo no pude estar al nivel que jugué en el Granada, Benfica y Atlético. Me muero de pena porque el Valencia es un club impresionante y perfecto para rendir. No di la talla. Antes le decía que intenté ayudar en todo y cuando estaba Prandelli yo hacía casi de segundo entrenador porque hablaba italiano. Le ayudaba en los vídeos, las charlas... Junto con Mario Suárez, que también hablaba italiano, le ayudamos.
“Me muero de pena porque el Valencia era un club perfecto para rendir”
De su época solo queda Gayà...
José se identifica con el club y con la ciudad. Es un chico muy serio y se merece todo lo que le está pasando. Para mí, ya es una leyenda del Valencia. Siempre ha dado la cara por el escudo y se lo ha currado.
No hay entrevista que le hagan en el que se le cuestione sobre su fichaje frustrado por el Madrid...
Empezamos por el Atlético, que está en mi corazón y es un privilegio poder decir que estuve en un club tan grande. Pero dos años antes, tuve una historia con el Madrid. Fue una locura aquel último día de mercado. Después de tres años en el Granada, sabía que había un interés del Madrid. Me dijeron que la operación no sería fácil, ni rápida porque tenía que salir Coentrao. También hubo interés del Liverpool, pero lo rechacé porque quise esperar al Madrid. Lo del Benfica estaba en la mesa porque le gustaba a su presidente. Después de hacer la pretemporada con el Granada, el primer partido de Liga fue en Los Cármenes y ante el Madrid. Me pasó una anécdota curiosa y para que vea que se hablaba mucho en esa época de mi llegada al Madrid. Yo no jugué ese partido, pero en el túnel, hablé con Marcelo y me dijo si iba a firmar o no. Por detrás, pasó Cristiano y me preguntó lo mismo. Le hice una broma y le dije que si salía su paisano, podría salir. Al siguiente partido, Ancelotti dijo en rueda de prensa que la plantilla estaba cerrada, que no habría ni llegadas ni salidas. Pero el último día, en el que yo no tenía nada y me iba a quedar en el Granada, me llamó mi representante para decirme que el Benfica me quería cedido. Cogí un avión y embarcando me llamaron Quique Pina y mi agente. Los dos me dijeron que Coentrao salía y que iba a firmar en el Madrid. Nada más aterrizar en Lisboa, en un despacho en el que había fax, firmé mi contrato y ya era jugador del Madrid. Era tarde ya y todos estábamos felices, pero llamó José Ángel Sánchez y me dijo que la documentación de Coentrao y el Manchester no había llegado a tiempo y que no podía hacerse. José Ángel Sánchez me dijo que me volviese a Granada y que firmábamos un precontrato para enero. Le dije que no. Estaba en Lisboa y firmé con el Benfica. Lo tuve todo hecho con el Madrid, salario y años. Iba a jugar tres años de blanco.
¿Le dio muchas vueltas a eso?
Para nada. En el Benfica ganamos los tres títulos nacionales y jugamos la final de la Europa League. Conocí a Jorge Jesus y al club. De hecho, me arrepentí más de no haber firmado más temporadas con el Benfica y que por no haber ido al Madrid. Antes se lo decía. Aunque mi carrera se acabó pronto, agradezco haber jugado en el Atlético, Benfica, Granada y Valencia y haber estado a un paso del Madrid.