ATLÉTICO

Saúl vuelve a ser jugador del Atleti

El ilicitano vuelve a describirse como rojiblanco en su biografía en redes sociales. “Le veré el viernes en la boda y me contará qué tal en el Chelsea”, dice Cerezo.

Saúl vuelve a ser jugador del Atlético. Y lo que parece una perogrullada en realidad tiene su aquel. Porque aunque su cesión con el Chelsea termina el 30 de junio, en la biografía en sus redes sociales, el ilicitano se define como jugador rojiblanco. El equipo inglés ha desaparecido. Lo hizo justo después de las 19:03 de ayer (hora curiosa, año de la fundación del club rojiblanco, seguro que casualidad no es) anunciara su despedida de allí. La cesión no ha salido como se esperaba. “Pedí entrenar en mi posición y el Cholo y Miguel Ángel pensaron que lo mejor era que me fuera”, declaraba el futbolista en la madrugada del 1 de septiembre de 2021 en el canal de Ibai Llanos, justo cuando el mercado de verano acababa de cerrarse, con su cesión al Chelsea certificada. Otra liga, otro idioma, la sensación de que se había perdido en las dos últimas temporadas en el Atlético en alguno de sus viajes a la defensa y al lateral izquierdo que se engarzaban en su cabeza pesando como plomo.

Pero su historia en el Chelsea vino de nalgas. Titular en el primer partido posible, la 4ª jornada, nada más aterrizar, ante el Aston Villa, jugó 45 minutos y se le vio lento y errático. Tuchel le cambió al descanso. El entrenador nunca pareció recuperar la confianza en él. Su paso por el Chelsea ha sido más bien testimonial: 1.209 minutos, con 475 en la Premier (poco más del doble de los 200 que jugó en el Atlético en las tres jornadas de LaLiga 21-22 en las que estuvo, 200′) y 159 en la Champions. El futbolista que durante años y años fue el más utilizado por el Cholo. Quizá se entrenara en su posición en Londres, pero había dejado de jugar, de contar. Terminó jugando en el lugar del que huyó: el lateral izquierdo.

El beneplácito de Cerezo

Con 27 años (serán 28 en noviembre), Saúl regresa al Atleti después de un Erasmus fallido y mascando el ejemplo Carrasco: el suyo en China le hizo mejor. Rojiblanco en la distancia, siempre pendiente de los días, partidos importantes, siempre ahí su ánimo su tuit, el de un jugador que se jugó la salud (el golpe que recibió en Leverkusen en el riñón en 2015) por ese escudo que lleva tatuado en el brazo. Ahora le toca, casi, volver a empezar. Un Atleti que le recibirá de brazos abiertos. Lo dijo el propio Cerezo ayer en Onda Madrid. “Saúl está en Madrid, se incorpora a la disciplina del equipo con sus compañeros y el viernes se casa, así que le veré en la boda y me contará cómo lo ha pasado allí en el Chelsea”. Quizá la mayor parte del tiempo deseando ya esto: sólo volver.

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