Sant Adrià, 21 años y una fotografía para la historia

Hay números redondos, como los diez años, las bodas de plata (25) o de oro (50). Para el Espanyol no hay guarismo más especial que el 21 desde que aquel fatídico 8 de agosto de 2009 falleciera Dani Jarque. Y en estos 21 años de la inauguración de la Ciudad Deportiva de Sant Adrià, la fábrica de talentos, el club varió la presentación del fútbol base con una fotografía para la historia. Todos los equipos del club formaron un número 21 en el centro del campo que lo inmortalizó una cámara instalada en un dron. “Hace muchos años que pasó pero su huella (la de Jarque) siempre está presente. Es importante transmitir los valores que él tenía. El brazalete da fuerza, el que lo lleva sabe que lleva una responsabilidad”, comentó Mágico Díaz, ex representante del eterno 21.

Con la presencia de Sergi Darder, Joselu Mato, Sergi Gómez y Javi Puado (que asume la cuarta capitanía en detrimento de Leandro Cabrera), también de Adriana Martín o la capitana Cristina Baudet del equipo femenino, los equipos desfilaron ante la mirada de los padres, que poblaron las gradas del campo principal. Los representantes de los primeros equipos le hicieron la entrega del brazalete de capitán con el número 21. También desfiló el equipo del RCDE Special, que participa en la Liga Genuine. El CEO del club, Mao Ye, comentó que “la cantera siempre fue la insignia del club. Quiero aprovechar para agradecer a las familias, sois una parte muy importante. Formamos grandes jugadores, pero también personas con valores pericos”. Justo en ese momento apareció Dani Sánchez Llibre para elogiar al ayuntamiento de Sant Adrià y lanzar una pequeño deseo: “Me gustaría ver al primer equipo más arriba”.

El momento de la presentación del fútbol base llega en un momento de escaso protagonismo de la cantera en el primer equipo, ya sea por las circunstancias de las lesiones (Adrià Pedrosa o Rubén Sánchez) como por el poco arraigo en las alineaciones de Diego Martínez. Solamente Sergi Darder y Javi Puado asoman por el equipo inicial, con menos protagonismo para jugadores como Nico Melamed, Pol Lozano, Omar El Hilali, Joan Garcia o Simo Keddari.

Del debut de Tamudo al “futuro brillante” de Mateo

El primer protagonista en aparecer en la veraniega tarde de octubre de Sant Adrià fue Raúl Tamudo, el icono perico de los últimos 30 años, máximo goleador en la Liga del club blanquiazul. El de Santa Coloma, que llegó de niño al Espanyol, es el paradigma de canterano que llega al primer equipo y se convierte en una estrella. “Hace 30 años era uno de ellos. No había ni ciudad deportiva. El Espanyol fue mi vida y me ha formado como persona, como ahora sigue formando a otros niños. Quiero decirles que disfruten, que defienden con el alma esta camiseta. Es el mejor club del mundo para cumplir su sueño”. Dijo el ahora miembro de la dirección deportiva perica, quien recordó su debut en Primera en el Rico Pérez de Alicante ante el Hércules: “No se puede describir, se juntan muchas cosas. Piensas en el sacrificio tuyo y de tus padres. Estás muy nervioso, es una recompensa a todos los años que has estado en muchos campos”.

Las leyendas se forjan gracias también al trabajo de los entrenadores y de los responsables deportivos. En este caso le tocó participar a Luis Vicente Mateo, coordinador de fútbol base, quien llegó en el verano de 2020 de la mano de Francisco Rufete. “El presente es magnífico, es una cantera admirable. El futuro es brillante, creo que somos una de las mejores de Europa. Es un privilegio estar aquí. El Espanyol representa algo más que un escudo. El objetivo es llegar a la elite y conseguir los mayores éxitos posibles”, comentó. También el Femenino se une a esos objetivos, como explicó la directiva y ex jugadora Dolors Ribalta: “Llevamos más de 50 años de historia del fútbol femenino, somos un club pionero, con mucha historia y queremos recuperar la autoestima. El primer equipo femenino peleará al máximo”, dijo, asumiendo las dificultades que están pasando en la segunda división.