Rodrygo, reinvención forzosa
Con Valverde inamovible y Ancelotti orientado al 4-4-2, el brasileño ‘rascará’ minutos como falso nueve y en la banda izquierda. Otra vez, a buscar entrar en el once...
Lo dicen muchos que lo ven desde dentro y parece una evidencia. “Una vez ganas un título, al día siguiente el Real Madrid ya está pensando en cómo ganar el siguiente”. Por eso no sorprende en el club que Rodrygo, el héroe de la noche del City, quizá el momento de la Decimocuarta, tenga que empezar de nuevo a buscar cómo entrar en el once blanco en este inicio de campaña. Una reinvención forzosa.
La presencia de Fede Valverde se ha vuelto indispensable para Ancelotti y eso hace que el sistema empiece a ser cada vez más un 4-4-2 a efectos prácticos, sin un tridente ofensivo puro donde Rodrygo encaja desde la derecha. Esa posición ahora mismo ha perdido relevancia: el brasileño se está preparando desde la gira en Los Ángeles para poder ser también útil en banda izquierda (la de Vinicius, pero también la suya en el Santos) y aprovechar un factor que le favorece. Hazard da muestras de no poder hacerse cargo del papel de falso nueve que se le ha buscado para intentar recuperar una versión productiva del belga y Rodry sabe lo que es jugar ahí. Desde la temporada pasada y por consejo de varios pesos pesados del vestuario se está mostrando más agresivo cara al gol. Su final de temporada pasada (siete dianas entre abril y mayo) le avalan.
Rodrygo lo ha asumido con naturalidad. Porque sabe que de una manera u otra será el primer atacante en contar a la hora de las rotaciones o desde el banquillo y porque la confianza que le está demostrando el club en su trabajo es inmensa. Junto a Vinicius y Militao, y sin ser tan titular habitual como ellos, será uno de los siguientes en firmar su renovación, en su caso hasta 2028. Un espaldarazo en toda regla.
Para Rodrygo, a diferencia de con Hazard, no parece un obstáculo preocupante. Tampoco su situación emocional, muy distinta a la de otro compañero competidor en su posición como es Marco Asensio. El balear está mentalmente más fuera que dentro; el 21 madridista sí se ve en el futuro del Madrid.
Tiene el acicate del Mundial, muy en el aire
Rodrygo tiene un impulso extra para exprimir cada minuto que vaya recibiendo de Carletto. El brasileño quiere quemar los últimos cartuchos para recibir una llamada de Tite para el Mundial. Estuvo en la penúltima convocatoria de la canarinha y aunque fue suplente en dos partidos y en el tercero no jugó, en uno de ellos tuvo 8 minutos para mostrar sus dientes con un gol a Paraguay. La competencia es feroz, pero Rodrygo está de momento en esa órbita de futbolistas que pueden ganarse el billete. De momento la ventaja en esa posición, la de extremo derecho, la tienen el culé Raphinha y el siguiente en el escalafón es Antony (Ajax). Por la izquierda, Vinicius, con Gabriel Martinelli (Arsenal) también apretando. Mucho talento y la mayoría del mismo perfil que Rodrygo, es decir, jóvenes menores de 23 años, habilidosos y con gol. A ellos se añaden jugadores para el frente de ataque con capacidad de caer a banda, como Neymar y Coutinho. Una misión difícil, pero no imposible aún para Rodrygo.