Raphinha, de rodillas por el Barça
Como hizo en Leeds, el brasileño dio la vuelta de rodillas a un Camp Nou vacío el sábado para celebrar la Liga. Lo hizo con el pelo teñido de azulgrana.
Raphinha se agarra al Barça. Pese a estar en la lista de posibles traspasos con vistas a la próxima temporada (su marcha antes de la entrada en el club de Deco evitaría especulaciones sobre conflicto de intereses), el brasileño ha dejado claro que quiere continuar de azulgrana y lo demuestra con gestos. Este sábado tuvo dos. El primero, aparecer con el pelo pintado de azulgrana para celebrar el título de Liga. A lo Araújo, que ya había hecho lo mismo, su look sorprendió a todos y pareció todo un guiño a su voluntad, que es continuar. El otro tuvo que ver más con una liturgia personal. Con el Camp Nou ya vacío después de las celebraciones por el título, Raphinha dio la vuelta al campo de rodillas, como ya había hecho en el Leeds para celebrar la permanencia.
Raphinha ha cumplido en su primera temporada en el Barça. Ha jugado con regularidad, lo que significa que no ha tenido lesiones, y sus cifras han sido óptimas. Ha marcado 10 goles y ha dado 12 asistencias en 47 partidos. Es un futbolista competitivo, aunque también tiene sus asteriscos. Como pudo comprobarse contra la Real, en una acción de pérdida de balón que casi acaba en gol txuri-urdin, no se siente cómodo jugando por la izquierda. Ni de extremo ni en esa posición famosa del cuadrado que utiliza Xavi. Eso condiciona mucho el plan del entrenador, porque el único lugar en el que rinde con extrema satisfacción es el puesto de extremo derecho. Y ahí, el titular es Dembélé.
Xavi no quiere desprenderse de él y ha pedido que continúe, pero el Barça necesita dinero para reforzar posiciones que sí requieren de alguien que sea titular (lateral derecho, pivote). La marcha de Raphinha permitiría seguir manteniendo un titular como Dembélé. La operación no parece sencilla. Primero, porque el jugador no está amortizado (le cuesta unos 25 millones de euros al Barça, cantidad resultante de la suma entre trocear el precio de su traspaso por los años de contrato que tiene y sumarle la ficha). Y segundo, porque el futbolista no tiene ganas de moverse del Barça.