‘Quarterback’ Kroos
En la semana que la NFL confirmó que irá al Bernabéu, el alemán mostró su excelencia. Solo falló un pase de más de 60. Alternativa para romper al Leipzig.
Tras la semana en la que la NFL tuvo su partido más importante, la Super Bowl, y Mahomes se coronó como el mejor mariscal de campo, Toni Kroos decidió explicar al público del Bernabéu, anunciada como nueva sede de uno de los partidos internacionales de esta liga en 2025, cuáles son las funciones de un quarterback en el football llevándoselo al balompié.
El alemán impartió una clase maestra de dirección de juego en un partido de vital transcendencia ante el Girona (4-0) que deja al Real Madrid con LaLiga de cara. Los focos fueron para Vinicius (que marcó uno, dio otro e intervino directamente en los otros dos) o Bellingham, que hizo dos tantos. Ellos remataron una victoria capital para los intereses madridistas que Kroos se encargó de construir desde la mitad del campo. Su mejor nivel apareció en un compromiso clave de la temporada y justo antes de la ida frente al RB Leipzig en los octavos de final de la Champions League, otro de los partidos marcados en rojo en el calendario del Real Madrid.
El “cuarto mejor” para Ancelotti alimentó al primero, Vinicius, al segundo, Bellingham y al tercero, Rodrygo, que amenazaban al Girona por delante de su posición y además, dio vuelo a Camavinga y Valverde hacia arriba. Ellos, como contraprestación, ponían los kilómetros y el trabajo defensivo necesario para que Toni se limitara a la dirección. El plan de Carlo, que además le cubrió las espaldas con Tchouameni, salió a la perfección y desbarató el de Míchel, que sufría desde la grada del Bernabéu.
El alemán tenía la tarea de desarmar con balón la peligrosa presión del Girona. Ancelotti lo colocó como pivote organizador y cumplió a la perfección. Kroos recibía y lanzaba pases milimétricos desde el centro a las bandas. Un cambio de juego, otro, otro, uno más. El ‘toc’ seco tras golpear en largo en busca de Lucas, Vinicius o Mendy resonaba de manera repetida. Como un bajista o un baterista, él llevaba el ritmo y hacía que todo sonara como debía. En un Madrid que fue ‘rock’ atrás parando a uno de los mejores ataques de LaLiga y ‘roll’ arriba goleando con talento individual, Kroos sostenía la actuación y ponía todo al servicio del talento de los ‘solistas’. El cuarto mejor, sí, pero imprescindible para descifrar el resultado obtenido en el Bernabéu ante su inmediato perseguidor.
Su hoja de pases deja un solo borrón en un toque en corto en su campo y una masa de flechas largas y verdes de pases largos acertados. El alemán lanzó multitud de envíos elevados de más de 30 metros que, a pesar de su dificultad, no erró ni una sola vez firmando 13 de 13 en este apartado según datos ofrecidos por BeSoccer Pro. En general, de 64 pases en todo el encuentro acertó en prácticamente todas las ocasiones. Una precisión del 96,8 % que solo fue superada por jugadores que intervinieron mucho menos que él, ya que dispuso del balón hasta 69 veces para enhebrar el fútbol de los blancos.
El ‘8′ firmó un encuentro por encima de su media (promedio de acciones por 90 minutos). Según los datos ofrecidos por BeSoccer, Kroos dio menos pases de los que suele, pero lo hizo con más acierto (96,8 completados ante el Girona por 94,8 % de media), dio más y mejores pases largos (13 por 10,5 y 100 % frente a 82,4% de acierto) y además, su única pérdida mejora su media de cinco balones errados por los 5.1 errores que promedia por 90 minutos.
Unas estadísticas de efectividad y peso dentro del juego que bien valdrían un MVP. Si bien la distinción oficial no fue para él, la ovación del Bernabéu cuando dejó su hueco a Luka Modric y el reconocimiento de Ancelotti fueron su particular galardón. Aunque la NFL aún no ha aterrizado en la capital, el Real Madrid sí tiene su quarterback. Y es de élite. Así lo dicen sus registros desde esta posición a nivel global. En tres encuentros en los que Ancelotti ha apostado por él en esta posición, los blancos se han impuesto a Alavés, Cádiz y Girona sumando ocho goles a favor.
Ante el RB Leipzig, el Real Madrid se encontrará un equipo que intenta sacar mucho rédito de una primera presión intensa que, si no acaba en recuperación, llevará al conjunto alemán a agruparse en bloque y tapar todos los huecos posibles. El ‘8′ será una de las alternativas de Ancelotti para dar claridad a una salida de balón que apunta a ser complicada y una fase posterior en la que el talento para los envíos del alemán podría romper el entramado defensivo de los de Marco Rose.
Una defensa ‘de cabeza’
Frente al Girona, Ancelotti justificó la presencia de Toni Kroos en esa posición en el once entendiendo que Tchouameni aportaba la altura necesaria para neutralizar el peligro por el juego aéreo que traía Dovybk y encajar al alemán como pivote mejor que como interior. Aunque no era su principal encargo, la cabeza sí fue importante en las tareas defensivas de Toni Kroos, pero como ‘CPU’ y no para despejar el balón.
Además de un partido perfecto en ataque, Kroos ganó el 80% de sus duelos, recuperó con dos entradas y apareció con inteligencia para recuperar varios balones. El alemán ‘usó la cabeza’ para anticiparse a algún control largo o mal pase de los futbolistas gironís para también aportar al conjunto blanco en la recuperación del esférico. Una actuación general, que como dijo Carlo en la previa aunque en relación a una posible retirada, demuestra que Kroos es un tipo que tiene “carácter, huevos”, pero que sobre el verde todo nace en su cabeza y viaja hacia sus pies, siempre enfundados en sus características botas blancas. Unas que, a buen seguro, se enfundará este martes en el que podría ser su partido número 145 en la Champions League.