Pacheta mira al Promesas para completar su terna de delanteros

No es Pacheta un entrenador dado a detenerse en los lamentos. Con su optimismo natural, en su primera intervención ante los medios una vez conocido el ‘no fichaje’ de Jovane Cabral, el técnico fue muy claro: “Tengo muchos jugadores de los que puedo tirar”. El técnico, que acostumbra a mirar a la cantera en momentos como el actual, cuando el Real Valladolid se ha quedado solo con Sergio León y Cyle Larin como delanteros natos, ha tirado en varios entrenamientos de esta semana de dos jóvenes conocidos y a los que ya ha hecho debutar: Arroyo y Slavy.

Tendría Pacheta, de hecho, alguna alternativa más, habida cuenta de que la capacidad goleadora es una de las fortalezas del Promesas, que, con 31 tantos, es el equipo que más ha hecho de su grupo de Segunda RFEF y el quinto que más ha anotado de la categoría. En sus filas cuenta con cuatro futbolistas con cinco goles o más: el mencionado Arroyo, Chuki, a quien hizo referencia en la citada rueda de prensa, Pozo e Iván Cédric, máximo ‘cañonero’, con siete tantos. No está entre ellos Slavy, cuya temporada está siendo gris, lo que no es óbice para poder apostar por él.

El delantero hispano-búlgaro acumula apenas dos tantos en 982 minutos, 17 menos de los que jugó la pasada campaña, cuando marcó cuatro. A pesar de este bagaje un tanto escaso, se trata de un futbolista al que Pacheta ya tuvo bajo su abrigo durante algunos meses durante el curso pasado, cuando le hizo debutar en Segunda División. Es, no obstante, un ariete único en sus condiciones, el de mayor capacidad de referenciar dentro del área, de proteger el balón y descargar hacia otros compañeros, merced a su imponente físico.

Esto, que también puede hacer Larin, aunque ha demostrado habilidades diferentes y mayores en sus primeros partidos como blanquivioleta, le convierte en alternativa tanto como su pasado goleador, puesto que como juvenil Slavy fue uno de los máximos artilleros de la categoría. Aunque atrás quedaron esos tiempos, antes y después de la lesión, lo cierto es que si algo ha demostrado Pacheta es su capacidad para sacar jugo a futbolistas con un foco menor del que pone sobre ellos, como se ha visto con Fresneda, a quien sacó del División de Honor.

Quizás más de un habitual a Los Anexos se pueda sorprender, no obstante, teniendo en cuenta que el gol le pertenece esta temporada a Iván Cédric, autor de siete perforaciones con el filial. El atacante de origen camerunés está siendo una de las sensaciones, gracias a su potencia y voracidad para buscar portería, cuestiones que expone de otro modo, como ‘nueve’ puro, pero partiendo de una menor altura sobre el campo. No en vano, aunque comparte alguna condición con Slavy, es en el desmarque de ruptura y las acciones de potencia donde mejor se desenvuelve.

El tercero en discordia es, curiosamente, el más joven de los tres y quien acumula más minutos con el primer plantel, un Roberto Arroyo que se aparta del perfil de delantero claro, que habiéndose desenvuelto durante años en esta posición, es más un segundo punta o, en los últimos tiempos, un atacante de banda con querencia interior. Su hiperactividad, que a veces le juega alguna mala pasada en forma de amonestación, encaja en la intensidad que demanda Pacheta a sus hombres y ya sabe lo que es marcar gol a su servicio: durante la pretemporada otoñal ante el Getafe.

Si de ocupar el área se trata, quizás los dos anteriores puedan estar por delante. Sin embargo, como demuestra cada vez que tiene ocasión, no hay defensa a la que no incordie y vive este curso, además, su mejor año goleador, con cinco tantos, que hacen que no se le pueda descartar de la pugna por completar una terna de delanteros para la que, de nuevo, entrenador y club mirarán a la cantera, como hicieron antes con los laterales o con la posición de central.