Pacheta mima a Dali y a Slavy
Los dos canteranos del Real Valladolid trabajan en dinámica del primer equipo debido a las bajas, junto a su compañero Kike Ríos.
El overbooking de piezas con las que contó Pacheta en pretemporada jugó en contra de la cantera del Real Valladolid, que no se vio representada durante la preparación salvo por aquellos jugadores que promocionaban del Promesas por obligación contractual. Sin embargo, el carrusel de bajas con el que viene trabajando el entrenador esta semana ha permitido a asomar a sus órdenes a varios jugadores y podría favorecer el debut en la lista del viernes de Dali y Slavy.
Probablemente, el delantero de origen búlgaro es quien más opciones tiene de entrar de los dos, habida cuenta del dibujo por el que ha optado el técnico recientemente (4-4-2) y de la ausencia de Weissman. Se cumpliría así un reclamo que, tan pronto, ya es viejo: que Borislav Ivaylov aparezca con el primer plantel, después de su rutilante irrupción como juvenil, que le llevó a ser internacional, y de los buenos números que preceden a su promoción al filial.
El atacante llegó en el verano de 2019 a Los Anexos y lo hizo a prueba, una fórmula que quizás sorprenda visto su rendimiento posterior. Venía de hacer seis goles en el Valencia de Liga Nacional y se convirtió en una apuesta de un futuro anticipado: pronto rompió en un goleador rotundo, que temían los rivales y los técnicos de la categoría destacaban entre bambalinas como el mejor de la categoría, capaz de ser diferencial en un grande.
Varios se fijaron pronto en él, tanto nacionales como europeos, lo que llevó a un rápido blindaje por parte de la dirección deportiva de Miguel Ángel Gómez. Su irrupción le permitió hacer su debut con España en la Copa del Atlántico en el mes de enero, después de hacer lo propio con el Promesas a las órdenes de Baraja. Para cuando la pandemia llegó, había marcado 18 goles en 25 partidos, más uno como internacional.
El coronavirus obligó a la suspensión de la División de Honor y cuando el fútbol se retomó, Slavy pasó a preparar el play-off a Segunda con el Promesas. Fue entonces cuando sufrió una grave lesión de cruzado, que le tuvo ocho meses en el dique seco, que pausó su evolución, pero no le quitó el olfato, puesto que al volver asustó a todo el que se le puso por delante al hacer seis goles en 182 minutos, con una media de un hat-trick por partido.
Con esas credenciales, aunque arrastrando una lesión también, dio el paso definitivo al filial con Baptista al frente. Por esta, aunque su apariencia es fuerte, le costó coger el ritmo en el inicio de la presente campaña, aunque ya ha visto puerta en dos ocasiones, ante el Sanse y contra la Cultural Leonesa, ambos de cazagoles: contra los madrileños, aprovechando un rechazo del portero, y contra los leoneses, un rebote previo en su propio cuerpo.
Los difíciles inicios de Dalisson
El sobrenombre del delantero aragonés está remarcado en rojo como uno de los jugadores de mayor potencial de Los Anexos, como lo estaba en su día el de Dalisson de Almeida, con quien Pacheta está mostrándose muy atento también en los entrenamientos de esta semana. Su caso como jugador blanquivioleta es mayor: su vínculo con el Real Valladolid comenzó en 2015, aunque lo cierto es que no tuvo un inicio sencillo.
En ese mismo 2015, siendo todavía cadete, debutó como juvenil en el segundo equipo, pero no pudo tener continuidad debido a unos problemas burocráticos derivados de una difícil situación familiar desenquistada por José Prieto 'Cata', entonces director de la cantera, que se involucró hasta el extremo a fin de desbloquear dicha coyuntura. Después de varios meses sin competir, volvió en 2017 y lo hizo brillando.
Dos años después, en enero de 2019, debutó con el Promesas, si bien cuando le tocó dar el salto al fútbol sénior lo hizo siendo cedido al Escobedo de la Tercera División de Cantabria, de donde provino (concretamente del Textil Escudo). Pese a que en ese trato se corría el riesgo de que se le pudiera perder la pista, se confió en él y se aprovechó el convenio con el Tordesillas, con el que fue licenciado, aunque apenas llegó a debutar.
Y fue así porque Baraja apostó por Dali y por su capacidad de desatascar partidos, merced a su técnica y desequilibrio, que le llevaron a disputar una veintena de encuentros en Segunda B antes de asentarse definitivamente en el filial este curso, en el que ha comenzado siendo titular con Julio Baptista. Como Slavy, marcó un gol al Sanse, siendo ellos dos, junto a Paulo Vitor, los únicos anotadores del filial tras seis jornadas.
Kike Ríos, el más habitual
Si las diferentes bajas en la parcela ofensiva pueden provocar la convocatoria de los canteranos, del conjunto de Primera RFEF podría repetir un tercero, Kike Ríos, que ya ha sido parte de tres listas, aunque sin llegar a debutar. La sanción de Diogo Queirós, la lesión de Joaquín y la evolución de las recuperaciones de El Yamiq y Javi Sánchez podrían mantenerlo por tercera jornada consecutiva, dado que se sigue ejercitando con Pacheta.
El de Arcos de la Frontera entró en dinámica de primer equipo precisamente debido a las bajas, continuas desde el comienzo de la temporada en la línea trasera, y después de arribar a Los Anexos este mismo verano, procedente de un Sevilla Atlético en el que no tuvo excesivo protagonismo, eso sí, después de llegar a ser capitán en anteriores escalones formativos. Con buen pie y de perfil zurdo, es el central con más minutos en el filial.