Orbelín: “El Celta fue mi peor etapa”

Víctima colateral de las primeras tensiones entre Eduardo Coudet y la directiva del Celta, el mexicano Orbelín Pineda ha echado la vista atrás para recordar su decepcionante paso por Vigo. El mediapunta solo disputó 94 minutos en Liga con la camiseta celeste durante la segunda vuelta de la temporada 2021-2022 antes de irse al AEK de Atenas. “Para serte sincero, fue mi peor etapa”, reconoció el Maguito en una entrevista concedida al canal de televisión TUDN.

El paso de Orbelín por Balaídos fue tan efímero como rentable para la entidad olívica. Para incorporarlo no tuvo que pagar traspaso y seis meses más tarde lo vendió por 6,5 millones de euros. Sin embargo, deportivamente la operación resultó un fiasco. “Venía de estar jugando con Cruz Azul y uno piensa siempre estar alineando y competir; de la nada, no fui tomado en cuenta. Fue una etapa muy difícil”, indica el atacante sobre su primera experiencia en Europa. En las filas del Celta no tuvo la oportunidad de demostrar un talento que sí ha exhibido en su país, en Grecia y también en el Mundial de 2022.

La infrautilización del internacional con el Tri se explica a través de la intrahistoria de su fichaje. Su llegada a Vigo fue una decisión personal del presidente Carlos Mouriño, un movimiento de mercado que no consultó con su entrenador. Coudet venía reclamando refuerzos y en el mercado de invierno de 2022 se topó con uno que no había solicitado. Los platos rotos los pagó Orbelín desde su debut, un estreno recordado por la inaudita bronca que le cayó del Chacho.

El enganche mexicano, de 28 años, deja claro en sus declaraciones el motivo de que su sueño de jugar en la Liga se convirtiera en un calvario: “No reprocho nada al Celta, fueron cuestiones del entrenador”. Aunque tenía firmado hasta el 2027, en el verano del 2022 decidió hacer las maletas y se marchó cedido al AEK: “Uno siempre quiere trascender, no quería estar aquí de paseo, quería demostrar y aprovechar”.

Campeón de liga y elegido mejor jugador del campeonato en su primer año en Atenas, esta temporada es la tercera de Orbelín en la capital griega. Su protagonismo en el AEK ha ido menguando, lo que no impide que continué siendo un fijo en el combinado mexicano, ahora con Javier Aguirre como seleccionador. A la espina clavada que le quedó con su experiencia en el Celta, prefiere no darle más vueltas: “No se dio la oportunidad como esperaba, pero aquí seguimos. Insistiendo y remando como el primer día”.

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